El Presidente Nicolás Maduro, en nombre del pueblo bolivariano, ha dejado claro lo que millones en América Latina ya saben: Cristina Fernández de Kirchner es víctima de una embestida judicial y mediática, de un vil lawfare, una estrategia descarada para silenciar a una líder que, le pese a quien le pese, sigue siendo la voz de los humildes en Argentina.
Desde Venezuela, tierra de Chávez y de resistencia antiimperialista, enviamos un mensaje contundente: la historia absolverá a Cristina. Maduro no solo ha expresado su solidaridad, sino que ha recordado que su legado, como el de Evita, Néstor Kirchner y tantos otros luchadores populares, no se borrará con fallos judiciales amañados.
¿Qué hay detrás de esta condena? Lo mismo de siempre: el miedo de las élites a una mujer que desafió los privilegios de los poderosos…. la calle lo sabe. Hoy, Buenos Aires hierve con militantes, sindicalistas y pueblo común que no se dejan engañar: esta es una batalla política, no jurídica. Mientras los medios hegemónicos celebran, las bases peronistas responden con unidad y firmeza.
La Corte Suprema argentina, cómplice de este lawfare, ha ratificado una sentencia infame. Pero el pueblo no olvida, y como bien dice Maduro: «Más temprano que tarde, la verdad vencerá». Cristina no es solo una expresidenta; es un símbolo de la lucha por la justicia social en América Latina.
¡Basta de persecución! Desde Venezuela hasta Argentina, los pueblos levantan la voz: la solidaridad es nuestra arma, y la historia, nuestra jueza.
¡El pueblo argentino vencerá!