“Que se te critique porque callas, jamás por haber hablado”
Shakespeare
La frase de Shakespeare que usamos como epígrafe de este escrito nos despierta, nos hace reflexionar y nos prepara para la acción. Las elecciones son un escenario en donde sólo gana quien participa. Los que no participan sólo pueden esperar la crítica por callar, porque ya sabemos que el que calla otorga.
Tal vez tenemos la atávica costumbre de criticar y muy poca experiencia en proponer. Entonces el sufragio nos pone del lado de los “solucionólogos” y nos saca del bando de los “problemólogos”, según la terminología de Mafalda. Entendemos por problemólogos a aquellas personas que solo ven problemas en todas partes. Las que todo les causa suspicacia y resquemores, y pierden su esfuerzo criticando la acción de los que se atreven a hacer algo. La crítica destructiva de los problemólogos siempre va acompañada con la fatídica y sempiterna sentencia de “Eso no va a funcionar”.
Ya tenemos suficientes problemas que nos engullen como para adoptar una posición pasiva como la abstención, ya que no aporta nada constructivo sino solamente provee rumiar el malestar que le produce la gestión o mala gestión del candidato por el que no se votó, y del que nunca se intentó hacer nada como para que no llegara al puesto al que aspiraba.
Tal vez, un voto no pareciera una fuerza muy grande, sin embargo, y al decir de Viglietti “Una gota con ser poco, con otra se hace aguacero”. Cuando nos volvemos aguacero entramos al equipo de los solucionólogos.
La democracia es un concepto vivo y jamás debe entenderse como un evento hierático, como las estatuas en las iglesias; no es algo estático y definitivo sino en continua evolución. La democracia es algo que se construye día a día y no existe un tope para ella. Por ejemplo, se nos habla de Grecia como la cuna de la democracia y resulta que en la democracia griega no podían votar las mujeres ni los pobres, ni mucho menos los esclavos. La democracia griega era reservada solo para una élite. En las primarias para este 8 de agosto no tenemos este escenario, aquí todos los votos son válidos. De manera tal que en la práctica ejercemos la democracia; pero mentalmente seguimos creyendo que son otros los que tienen la “mayor” Democracia.
Otro ejemplo nos ilustra: el sistema electoral de los EE. UU. hace los votos que ponen presidentes, o sea el voto de los Colegios Electorales y no la sumatoria de los votos de los ciudadanos, ya que son elecciones de segundo grado. Por eso puede ganar un candidato que haya sacado menos votos brutos que su contrincante. Pues tampoco ese escenario esta presente en estas primarias. Aquí cada voto cuenta. De nuevo se nos espeta haciéndonos creer que son otros los que tienen la democracia y no nos damos cuenta de que somos nosotros quienes la construimos y perfeccionamos día a día. Este domingo esculpimos un poco más esa piedra que es nuestra democracia y que puede ser ejemplo para el mundo.
Platón decía que las elecciones no pueden crecer tanto como para que el ciudadano no conozca al candidato. También decía que en una verdadera democracia el ciudadano debe conocer al candidato directamente o bien por referencia de un tercero. Ya a partir de ahí se arriesga la credibilidad del candidato. Pues este problema está resuelto en estas primarias. Aquí todos conocemos al candidato o tenemos referencia de lo que ha hecho el candidato. Este hecho sin aparente trascendencia en verdad es determinante para una democracia vigorosa, ya que si conocemos al candidato en elecciones primarias, este tendrá un apoyo verdadero y afianzado en el seno del pueblo, cuando le toque ascender y optar a cargos de mayor importancia. Ya no es un desconocido ni un paracaidista. Ya este tipo de candidato tiene un arraigo, una experiencia y una trayectoria en la dinámica de acción política de la comunidad, y posteriormente tendrá un aval para trascender de lo regional a lo nacional.
Esta demostración de absoluta y efectiva democracia venezolana ocurre en momentos en que hay una arremetida comunicacional por parte la gran prensa controlada por el imperio en la que se acusa al Gobierno Revolucionario de dictadura. Lo que no dice la prensa internacional al servicio del imperialismo, es que jamás en ninguna dictadura como las que conocimos en Uruguay, Argentina o Chile, se realizaron elecciones primarias como medio de preseleccionar los candidatos. Resulta obvio que para la gran prensa que ataca a Venezuela las elecciones primarias significan un punto en contra a su propia política editorial, por ello silencian este tipo de avance que definitivamente es ejemplo a nivel planetario. Lanzo al aire esta pregunta: ¿En cuál dictadura del mundo se realizan primarias?
Tal vez, esta experiencia del 8 de agosto pueda servirnos para redimensionar el concepto de Democracia y ofrecer a los intelectuales del mundo nuevos insumos para el desarrollo de la teoría política y hacer ver en la práctica cómo se construye un sistema democrático desde las bases. Tal vez este proceso del domingo 8 puede servir de guía a otros procesos revolucionarios que tratan, al igual que nosotros, de hacer revolución, ya que no existen recetas para ello. En este sentido no hay dogmas ni hay nada escrito y la práctica revolucionaria constituye el verdadero y único camino para la elevación del alma humana y la construcción de un mundo mejor. Concluimos este escrito recordando a Silvio Rodríguez cuando cantaba: “El sueño se hace a mano y sin permiso, arando el porvenir con viejos bueyes” y al mismo tiempo al Che cuando sentenciaba: “El presente es de lucha, el futuro es nuestro”. Este domingo el pueblo fue y aró su porvenir. Este domingo el pueblo luchó y se apropió de su futuro.
Por: José Garcés