Siempre hemos escuchado hablar de la gesta del Cuartel Moncada, de la capacidad que tuvo el movimiento político encabezado por Fidel para convertir un revés en una victoria y así escribir un capítulo de necesaria y permanente referencia para las revoluciones de América Latina y el Caribe; que además ha servido de ejemplo de dignidad para la humanidad toda. Ahora bien, ¿sabías que en esta gesta participaron mujeres?
Este ejercicio de visibilización de nuestras luchas cotidianas y de escarbar en las raíces nuestramericanas para forjar el Socialismo Bolivariano y Feminista a partir de referentes propios, nos ha invitado a ver la historia desde otra perspectiva y descubrir así detalles maravillosos de la misma. 70 años han pasado del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel Céspedes en Cuba, evidencia de arrojo e intrepidez que además mostró el valor de una doctrina que reunió también a un grupo de mujeres aguerridas como Vilma Espín, María Antonia Figueroa, Asela de los Santos y Gloria Cuadras entre otras.
A otras dos de ellas, Melba Hernández y Haydée Santamaría se les reconoce como partícipes de la elaboración y posterior divulgación del célebre discurso “La historia me absolverá” pronunciado por el Comandante Fidel Castro en el juicio que se celebró en su contra por los asaltos a los cuarteles y que posteriormente se utilizó como manifiesto del Movimiento 26 de Julio, germen del Partido Comunista de Cuba; en cuyo equipo fundador se integrarían estas mujeres, ocupando posteriormente altas responsabilidades en la Revolución Cubana.
Luego, en 1956, la lucha en Sierra Maestra también contó con guerrilleras en la primera línea de batalla, Haydée participó desde las montañas y Celia Sánchez —primera mujer en utilizar el fusil en la gesta heroica— destacó en diversas labores, junto a ellas una fuerza cada vez más numerosa de mujeres se fue nutriendo en las filas de este movimiento revolucionario que evolucionaría luego hacia la conformación del primer pelotón de mujeres en 1958, a pesar de la renuencia de varios hombres integrantes de la vanguardia; pero contando con el apoyo del Comandante Fidel, quien insistió en armarlas y entrenarlas. Tal fue el éxito y compromiso del pelotón Mariana Grajales; que llegó a convertirse en guardia personal del Comandante.
Al pasar de los años con el cambio en las formas de lucha y las condiciones políticas, vino la Federación de Mujeres Cubanas y tantas otras victorias que nos han legado las mujeres cubanas; de quienes hemos aprendido la lección de perseverancia y tesón en los propósitos justos.
¡Venceremos!
¡Palabra de mujer!