La salud de Alex Saab se deteriora. Está vomitando sangre oscura. En prisión no recibe tratamiento, sino ansiolíticos no prescritos por un psiquiatra. Lo están llevando a la muerte. Camilla Fabri Saab, esposa del diplomático venezolano secuestrado y deportado a Estados Unidos, apenas retiene las lágrimas al leer el comunicado del movimiento que lucha por la liberación de su esposo. Está pálida y demacrada, en los ojos toda la angustia que le transmiten los pocos minutos de conversación telefónica con Alex, recluido en una supercárcel de Miami, vigilado día y noche, en cada momento y en cada gesto.
Un rehén, un preso político. Víctima de una guerra no convencional desatada por el imperialismo más poderoso del planeta contra un mensajero de paz, como es Saab, que no traficaba armas ni drogas, sino que importaba alimentos y medicinas para la Venezuela bolivariana, país asediado por el «gendarme del mundo». Un país que, como Cuba, sufre la imposición de medidas coercitivas unilaterales ilegales: no por haber agredido o saqueado a países enteros, sino por querer construir su propio destino, pensando en el bienestar de los más humildes.
“¿Nos lo quieren devolver en un ataúd?”. Camilla dice a la sala llena de periodistas. En la mesa, junto a ella, los impulsores de la campaña Free Alex Saab –las abogadas Laila Tajeldine e Indhriana Parada, los periodistas Pedro Carvajalino y Roigar López– responden preguntas de la prensa nacional e internacional. Explican la absurda negativa a reconocer la inmunidad diplomática del enviado especial, por el apoyo que ha dado Estados Unidos al “autoproclamado” Juan Guaidó, a pesar de que ese camino ha quedado claramente cerrado.
El caso es obviamente político. La justicia negada a Alex Saab, como ser humano y como diplomático, es parte de una opresión de carácter internacional. El gobierno bolivariano explora todos los caminos hacia una salida política, incluida la posibilidad de un intercambio entre el diplomático deportado y algunos estadounidenses, detenidos por actos hostiles contra las instituciones venezolanas.
Pero ahora, ante el empeoramiento de las condiciones de salud de su marido, Camilla le pide al presidente Joe Biden una solución «humanitaria». Ahora la urgencia es sobre todo de carácter sanitario. Alex Saab es sobreviviente de un cáncer de estómago y todo indica que la enfermedad está de vuelta. El Movimiento Free Alex Saab hace un llamado al mundo para impedir que Estados Unidos le deje morir.
El caso ya es conocido en todo el mundo. A pesar de su estatus diplomático, Alex Saab fue secuestrado el 12 de junio de 2020 durante una parada para repostar combustible en la isla de Cabo Verde. Estaba en tránsito, camino a Irán como enviado especial del estado venezolano. Tenía la tarea de facilitar la compra de alimentos, impedida por las medidas coercitivas unilaterales (MCU), impuestas por EE.UU. incluso contra los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), un mecanismo de articulación con las comunidades que distribuía alimentos a más de 7 millones de familias. Alex Saab también ha facilitado el envío de medicamentos, otro de los sectores donde las MCU han causado graves daños, incluso en medio de la pandemia de la COVID-19.
Ahora, el comunicado del movimiento recuerda que, ya en julio de 2021, el grupo de trabajo contra la tortura y varios relatores de la ONU habían manifestado su preocupación por el irreparable deterioro de la salud de Alex Saab.
El 7 de julio de 2021, en la prisión de Cabo Verde, después de muchas negativas, Alex Saab recibió la visita de su médico de confianza. El informe médico reveló un estado de salud preocupante, sobre todo porque Saab había padecido previamente un cáncer de estómago. En esa ocasión, el médico había diagnosticado: anemia, anorexia, diabetes mellitus tipo 2, hipotiroidismo, hipertensión, riesgo elevado de enfermedad trombo-embolica incluyendo embolismo pulmonar y trombosis venosa profunda. Además, se le había encontrado una alta infección por Helicobacter pylori en sangre y por vía endoscopia identificaron un sangrado del tracto digestivo que puede significar recurrencia del cáncer; así mismo encontraron el molar inferior izquierdo partido por los golpes recibidos durante la tortura, y se le recomendó acceso al debido cuidado médico. Sin embargo, jamás se le permitió recibir tratamiento. Posteriormente el medico emitió, el 9 de septiembre de 2021, un nuevo informe donde resaltaba la necesidad de que el paciente Alex Saab recibiera atención médica especializada, y pidió a las autoridades de Cabo Verde las consideraciones para preservar la salud y la vida de Alex Saab. Cabo Verde no hizo nada al respecto.
Alex Saab llega a territorio estadounidense, secuestrado por segunda vez, el 16 de octubre de 2021 y desde ese momento hasta la actualidad no ha recibido ningún tipo de atención médica según las enfermedades de base que se habían reportado, haciendo caso omiso al llamado de los relatores de la ONU.
Alex Saab, se encuentra en el Centro de Detención Federal de Miami y su situación carcelaria es aún peor que la de Cabo Verde. La visita familiar no se le ha permitido, a pesar de estar por más de dos años y ocho meses sin ver a su esposa e hijos, quienes además han sido víctimas de persecución por parte de las autoridades de Estados Unidos y aliados. Tampoco la visita consular, que es un derecho humano de todo privado de libertad, le ha sido permitida a Alex Saab.
El Departamento de Estado de Estados Unidos de América no ha dado respuesta a la solicitud del Estado venezolano de otorgarle la visita consular, tal como lo establece el artículo 36 de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares.
En el Informe médico realizado en julio, el médico de Alex Saab ya había informado que identificaron sangrado del tracto digestivo, lo que puede significar recurrencia del cáncer. Ahora, denuncia el movimiento, resulta “sumamente alarmante” conocer que Alex Saab lleva semanas vomitando sangre y a pesar de haberlo reportado a las autoridades estadounidenses se mantiene la falta de atención medica en el centro de reclusión. ¿Por qué?
Todo ello indica «la continuación de una política de Estado», tan ilegal como su detención y deportación. ¿Quieren entregarlo muerto a las autoridades venezolanas? ¿Por qué, entonces, no brindarle la atención adecuada, por qué impedir que su médico lo visite?
“Todo el mundo –escribe el movimiento– sabe que la verdad está del lado del diplomático venezolano, y que tarde o temprano Estados Unidos tendrá que liberarlo, pero con estas continuas demoras en el juicio, existe el riesgo de no volver a verlo con vida”.
De ahí, el pedido que el movimiento dirige a EE.UU. y a todos aquellos en el mundo que se preocupan por el destino de los más humildes, de los derechos humanos y por el respeto al derecho internacional:
“Nosotros el Movimiento #FreeAlexSaab, hacemos responsable al Gobierno de Estados Unidos por la vida y por lo que pueda sucederle al diplomático Alex Saab Morán. Pedimos a la vez que la Cruz Roja Internacional se presente en el Centro de Detención Federal de Miami-Estados Unidos.
Igualmente, exhortamos al Alto Comisionado del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para que tome cartas en el asunto y denuncie esta violación de los derechos humanos del diplomático venezolano; ilegalmente detenido en territorio estadounidense. Solicitamos al Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, como máximo defensor del Derecho Internacional, que se pronuncie sobre este caso que constituye una flagrante violación del derecho internacional y de los DDHH.
Pedimos libertad inmediata para Alex Saab Morán, el diplomático venezolano secuestrado en el territorio de Estados Unidos, requerimos urgentemente una solución humanitaria, política y diplomática a esta injusta situación. Es el momento de una solución que traerá beneficios para ambas naciones, es el momento de avanzar, instamos al Gobierno de Estados Unidos a sentarse y concretar un acuerdo, Venezuela ha dado demostraciones de estar abierta a una solución”.
El caso de Alex Saab se convirtió de inmediato en patrimonio de lucha por el poder popular en Venezuela. Y así, en cuanto recibieron la noticia del deterioro del estado de salud del diplomático, los trabajadores del sector salud actuaron de inmediato. Recibimos una primera demostración de apoyo desde el congreso nacional de Fenasirtrasalud, la Federación Nacional de Sindicatos Regionales, Sectoriales y Conexos de los Trabajadores de la Salud.
Giovanni Cedeño, histórico dirigente de la Federación, se pronunció de inmediato al respecto. Hablamos de una figura que, por su lucha, vivió la represión de la Cuarta República – «la dictadura burguesa», como acertadamente la define utilizando las categorías marxistas que iluminaron el siglo pasado, el siglo de Fidel y el Che Guevara.
Que un revolucionario como Giovanni se posicione a favor de Alex Saab sirve para callarle la boca a quienes, cayendo en la propaganda imperialista, olvidan que, en las revoluciones, siempre ha habido personas que, a pesar de tener la posibilidad de seguir viviendo una vida cómoda, optaron por ponerla en riesgo para defender valores más importantes, y lo pagaron caro. Y que esto es una victoria del socialismo.
Giovanni, desde muy joven, formó parte de la guerrilla y luego participó en la resistencia popular que conduciría a la victoria de Hugo Chávez y la revolución bolivariana. “No llegamos al poder, sino al gobierno –dice ahora–, pero logramos imponer a la burguesía muchas conquistas para la clase obrera y los sectores populares que hoy, a pesar del feroz ataque del imperialismo estadounidense y sus aliados en la Unión Europea, que nos impusieron medidas coercitivas unilaterales ilegales; seguimos manteniendo, gracias al poder del pueblo, dirigido por el compañero Nicolás Maduro. El principal logro es tener tantas mujeres al frente de la revolución. Aquí también lo ves, en el gremio son mayoría, fueron el motor de la resistencia al bloqueo. Han conquistado su espacio en todas las instancias del poder popular y del ejecutivo. Y no volverán atrás».
Conquistas que Fenasirtrasalud, veinte años después de su fundación, con el apoyo del entonces líder sindical Nicolás Maduro, sigue defendiendo de los ataques de la derecha y de las organizaciones patronales, que quieren explotar las dificultades que ellos mismos crearon. A Giovanni se le dio la tarea de dirigir el sindicato de trabajadores y trabajadoras de la salud. Y, a juzgar por los aplausos que recibe en cada uno de sus discursos, lo ha hecho bien. Sobre Alex Saab, Cedeño dice:
“Somos una organización sindical de clase y revolucionaria, y sabemos perfectamente cuál fue el papel del compañero Alex Saab y de dónde viene el ataque contra él y su familia. Sabemos que fue deportado y torturado por ayudar a la revolución bolivariana en el peor momento del cerco impuesto por el imperialismo estadounidense y sus súbditos europeos. Y estamos dispuestos a apoyarlo, como lo hemos hecho hasta ahora, solidarizándonos con él y su familia”.
–¿Y cómo?
–“Fuimos de hospital en hospital, de asamblea en asamblea para explicar cuál es la situación de este compañero, para que la gente entienda por qué fue secuestrado y torturado y por qué, ahora que su situación de salud se ha deteriorado y su vida corre peligro, se multiplican las manifestaciones de solidaridad. El conglomerado de la salud está listo para seguir y multiplicar cualquier orientación que provenga de los organismos que luchan por la libertad del compañero. Y pedimos a los trabajadores y trabajadoras del sector salud, médicos y médicas, enfermeros y enfermeras; que hagan lo mismo. Alex Saab ayudó a salvarnos, ahora tenemos que ayudarlo a él. ¡Alex Saab no debe morir!».