Otra Prueba más de que la hegemonía se extingue
Tiempos convulsos vive la humanidad. Hechos trascendentales se suceden unas tras otros y quizá no los aquilatamos como deberíamos. Es que la velocidad de lo que ocurre en el mundo; con un conflicto en Ucrania que lleva varios meses; con crímenes diarios contra los Palestinos; con unas sanciones contra Rusia que perturban a los sancionadores; con extremistas de derecha que se repotencian en todo el mundo; con países que se reagrupan y muchos de estos reagrupamientos impensados hasta hace poco; nos invita a ver con ojo avizor la realidad geopolítica global.
Hoy vamos a referirnos a la reciente postura de la OPEP, un hecho que ha sido tomado como una bofetada a Washington, la OTAN, y sus actuales apéndices, la llamada Unión Europea.
Y es que el 5 de octubre, en Viena, la Organización de Países Exportadores de Petróleo Plus (OPEP+) acordó recortar la producción de petróleo en 2 millones de barriles diarios.
La decisión constituye la mayor disminución desde que se inició la pandemia de Covid-19, que, por cierto, según lo dicho por voceros de la OPEP, frena la oferta en un mercado signado por la presión que intentó Estados Unidos.
Washington, que se sintió decepcionada por el accionar del grupo de productores, reaccionó visceralmente, acusándolo de alinearse con Rusia.
Según Karine Jean- Pierre, secretaria de prensa de la Casa Blanca, «está claro que la OPEP+ se alinea con Rusia con el anuncio de hoy».
Seguidamente, la Casa Blanca hizo público un comunicado donde Joe Biden expresó que se encontraba «decepcionado por esta decisión miope».
Claro, la decepción del presidente norteamericano se entiende porque esta reducción en la OPEP significaría un incremento importante en el precio de la gasolina para sus electores, con unas elecciones de término medio, el 8 de noviembre, a la vista.
En respuesta, la Casa Blanca dijo que continuará ordenando la liberación de millones de barriles de la Reserva Estratégica de Petróleo, además, estudian aumentar la producción a corto plazo.
Adicionalmente, piensan implementar, junto al parlamento, “herramientas y autoridades adicionales para reducir el control de la OPEP sobre los precios de la energía».
A su turno, Haitham al-Ghais, secretario general de la organización, manifestó que «no están poniendo en peligro los mercados energéticos, sino que están proporcionando seguridad, estabilidad a los mercados energéticos».
«Todo tiene un precio. La seguridad energética también tiene un precio», agregó.
Dijo que, basada en anteriores experiencias, la alianza no podía esperar un desplome de los mercados y por ello tomó medidas para evitarlo.
Aclaró que la decisión no se tomó para confrontar a países o bloques, sino que está basada en estudios que visualizan una probable recesión mundial.
Un medio importante en Estados Unidos, The New York Times, había anunciado que Arabia Saudita, uno de los países más influyentes en materia energética, tenía previsto llevar los precios del barril de petróleo a unos 90 dólares.
Según el medio, que citaba fuentes provenientes del mismo país árabe, la OPEP+ decidió el recorte porque el mercado registra un exceso de oferta y una oferta mermada ante una frágil economía mundial.
En horas previas a la reunión no se veía que la presión de Washington, otrora afectiva, pudiera funcionar; que la prepotencia de sus funcionarios surtiera efecto.
Inclusive, miembros de gobiernos normalmente alineados con la Casa Blanca explicaban porque esta vez no la acompañaban en sus exigencias.
Así, Suhail Al Mazrouei, ministro de Energía de los Emiratos Árabes Unidos, enfatizó que la decisión era «técnica».
«Es muy importante que siga siendo una decisión técnica y no política. Por eso es importante mirar el lado técnico de la ecuación y ver cualquier preocupación relacionada con la economía y el estado de la economía», explicó.
En opinión de Tareck El Aissami, ministro de Petróleo de Venezuela, la decisión tomada durante la 33° Reunión Ministerial de la OPEP+ “es trascendental… El equilibrio del mercado energético es fundamental para garantizar un suministro confiable para todos los países”.
Agregó que la imposición de sanciones, bloqueo y agresiones por parte de occidente a los principales países productores de petróleo, “forman parte de las medidas insensatas e irracionales que han provocado el desequilibrio en los mercados energéticos”.
Desde Goldman Sachs, Jeff Currie, jefe global de investigación de materias primas, mencionó que la organización puede reducir la producción, incluso cuando el mercado del petróleo sigue siendo ajustado con inventarios bajos, porque los precios del crudo han bajado más de un 40% y los inversores huyen del mercado.
Fabio Barbosa, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, piensa que un factor para la decisión fue que Estados Unidos estaba vendiendo petróleo de sus reservas estratégicas.
En otro aspecto de la llamada “geopolítica del petróleo”, Ángel Balderas, catedrático de la Universidad Autónoma de Querétaro, dijo que, aunque la decisión de la OPEP+ es un golpe al Gobierno de Biden, lo cierto es que la zona más afectada será Europa Occidental.
«En Europa, únicamente el Reino Unido y Noruega son los únicos que tienen petróleo en el mar del Norte […] Las principales víctimas, en este momento, van a ser los países europeos que de alguna manera se han separado de su fuente principal de abastecimiento de petróleo que es Rusia», indicó.
Ante esta situación, la llamada Europa Occidental se perjudicará en cuanto a movilidad, a transporte, en materia industrial, ya que su infraestructura para producir está basada en petróleo y gas. También se afecta el sector eléctrico que requiere combustibles fósiles para funcionar.
Rusia, a quien pretenden perjudicar, se beneficia cuando los precios del petróleo son altos, igual con el gas, y los coloca en el mercado asiático.
La realidad es que Estados Unidos recibió una bofetada en la OPEP + y trata de hacer control de daños. La opción Venezuela incrementa su fuerza, conforme lo dicen diversos medios globales especializados en temas económicos, la UE se deteriora, Rusia gana.
En ese contexto, la OPEP+ confirma que es un bloque importante en el mundo, que no se va a dejar manipular por Washington, como “occidente”.
Un último detalle, los medios hegemónicos empiezan a llamar más seguidamente “cartel” a la OPEP+, pretendiendo quizá demonizarla y darle una connotación de narcotráfico. Tienen allí un nuevo “enemigo necesario”, el problema para ellos es que día a día incrementan el número de enemigos.