Por: Jonayker Aray
Esta sociedad moderna del Siglo XXI es conquistada por las grandes potencias económicas del mundo, que invierten desesperadamente en nuevos laboratorios digitales, corporaciones, tecnologías y redes sociales; para controlar el plano de la guerra cibernética.
Redes y medios Digitales
Las redes sociales y medios digitales controlan la mente, los pensamientos y las emociones de las personas. Por medio de estas grandes plataformas comunicacionales, que han tomado el control de la realidad, somos condicionados en la libertad de expresar con criterio propio una idea u opinión. Estos grandes laboratorios captan nuestra atención según sus logaritmos de redes sociales para enviar sus Campañas y mensajes con relación al propósito de sus intereses políticos, sociales y económicos. Predominando la verdad de estas grandes corporaciones tecnológicas en nuestro subconsciente; sin evidencia de manipulación para llevar a cabo estos planes de la guerra moderna.
Imagen, simbología y colores
El posicionamiento en los medios Digitales y plataformas comunicacionales de la guerra cibernética moderna, por medio de la simbología busca agitar, movilizar y controlar el criterio de las masas. Tejiendo una relación cognitiva con el subconsciente del individuo por medio de Imágenes, símbolos y colores. Que construye una realidad virtual para separar la convivencia de familias, pueblos y naciones. Estas armas estudian de manera científica y sistemática el comportamiento de los individuos tomando una gran ventaja para definir como transmitir el mensaje de odio, violencia y caos por medio de estos elementos.
Memes, fake news, bots
MEMES: Los memes de redes sociales logran transmitir de manera directa al subconsciente de los individuos por medio de imágenes o cortometrajes conceptos, narrativas y campañas de acuerdo al interés de las elites mundiales. Haciendo de los “memes” una de las armas altamente peligrosas, silenciosas y destructivas de la comunicación 2.0 por su modalidad de acción de doble sentido e ironía. Que de manera jocosa destruyen, desprestigian o enaltecen a una institución, entidad o persona.
FAKE NEWS: Se diseñan y emiten con la intención deliberada de engañar, inducir a error, manipular decisiones personales, tener ganancias económicas o rédito político. Al presentar hechos falsos como si fueran reales, se consideran una amenaza a la credibilidad de los medios de comunicación «serios» y los periodistas profesionales, a la vez que un desafío para el público receptor. Las fake news realmente no desinforman, sino que hacen de la falsedad una realidad para los consumidores, distorsionando la verdad, llevando a cabo su propósito de masificar está falsa noticia hasta convertirla en una verdad.
BOTS: Estos software son configurados para realizar tareas específicas, de acuerdo a los intereses de redes sociales y portales digitales, para brindar beneficios a los contratos establecidos con instituciones, entidades o personas. Logrando un alcance masivo en posicionar imágenes, vídeos, conceptos, narrativas y comentarios sobre un tema de interés para convocar a una acción colectiva en redes sociales y así direccionar el ataque de la guerra cibernética al objetivo establecido.
Epicentro de la guerra moderna:
Estos laboratorios cibernéticos han hecho de nuestra mente el plano de la guerra moderna; tomando el control de nuestras emociones por medio de distintos mecanismos elaborados de la comunicación. Redes sociales, prensa, TV y medios digitales. Para enviar información de su interés al cerebro y construir una realidad virtual que impulse a una acción direccionada hacia el objetivo o enemigo definido. Consumimos imágenes, videos, conceptos, memes y fake news que desencadenan un conjunto de emociones y sentimientos; predominando sobre nuestro criterio propio, nublando nuestra lógica, razón y sentido común. Sembrando ansiedad, zozobra, miedo y odio. Y terminan haciendo de sus intereses nuestra realidad, sin dejar rastro ni huella de manipulación y dominio. Estas armas cibernéticas se hicieron parte de nuestra cotidianidad haciéndonos creer que eran indispensables para la vida. Desvirtuando la conciencia y la razón de una sociedad ética y moral. Controlan lo que consumen nuestros hijos en la internet para hacer de sus intereses perversos y económicos un motivo para luchar en contra de su propia voluntad. Destruyendo sus verdaderos sueños y pasiones. Creer que hoy invaden nuestra libertad, nuestra independencia y nuestra soberanía de la mente y pensamiento para decidir por nuestra propia cuenta amenazando con la integridad y desarrollo de la vida humana.