En 1992 nace un 04 de febrero que le dice al pueblo trabajador, pacífico y glorioso de Venezuela que la corrupción generalizada estaba haciendo perder el equilibrio de la estructura de la democracia. Yo nací en esa democracia y cumplí mi mayoría de edad en los calabozos del histórico Cuartel San Carlos (cárcel para los hombres y los honestos), durante ese tiempo interrumpí dos semestre en la Universidad de Carabobo, lapso que regalo a la lucha en defensa de las nuevas generaciones. El 04 de febrero no es una fecha para celebrar cumpleaños ni presentar demagogia política deshonesta, el 4F seguirá siendo la fecha a la conquista de la seriedad, la honestidad y el rescate de la moral para exigir y recibir la reafirmación de una democracia que los identifique con la necesidad de una política de seguridad y defensa que proteja el ser humano con la invitación popular en respaldo a un gobierno eficaz, serio y solvente con el sistema democrático que deseamos. Como hijo de esta democracia, con cárcel y torturas encima, deseo la rectificación de todas las organizaciones que forman la sociedad civil organizada, principalmente los partidos políticos, porque ahora más que nunca hay que dar nuevos pasos y abrir campos a la constancia, al estudio, al trabajo y a la honestidad como a la paz y al sistema.
El sacrificio del 4F continua en nuestras almas de los estudiantes yaracuyanos, militares, nuestras familias y casi todo un pueblo que vivió la angustia y dolor por los momentos difíciles que nos tocó vivir, ya que pagamos con cárcel, torturas y hasta interrupción de nuestros estudios, pero hoy el destino nos brinda la satisfacción por la esperanza de darle al pueblo lo que verdaderamente se merece.
Este 4F debe marcar pauta, para desterrar la corrupción, para producir con trabajadores eficientes, con estudiantes que no solo apunten a un diez, con gobernadores que gobiernen para el pueblo y no para su bolsillo. ¡Feliz 4F! ¡Felicidad, Juventud! ¡Felicidad Venezuela!