En un encuentro sostenido con medios de comunicación nacionales e internacionales, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, reafirmó que la protección de todos los migrantes venezolanos constituye una “altísima prioridad para la familia venezolana”, destacando el compromiso inquebrantable de la nación frente a los desafíos internacionales.
Durante su intervención, el Jefe de Estado subrayó que, a pesar de los “ataques y amenazas” por parte de los Estados Unidos, Venezuela se mantendrá unida y empoderada en la defensa de la soberanía y la Patria. En este contexto, el presidente Maduro aprovechó la ocasión para reiterar el compromiso de Venezuela con la paz en Colombia y la lucha antidrogas dentro del territorio nacional.
El Mandatario Nacional instruyó a las autoridades competentes para la creación de un filme documental que exponga la tortura y la posterior liberación de los 252 venezolanos que estuvieron secuestrados en el Centro de Contención migratoria (CECOT) de El Salvador. Estos connacionales regresaron al país el pasado 18 de julio gracias al Plan Vuelta a la Patria, luego de haber sido detenidos sin un proceso formal ni presentación ante autoridad judicial alguna.
“La gente quiere ver y experimentar la verdad (…) porque si uno no experimenta lo que es la verdad, uno sencillamente es un fraude”, enfatizó el Presidente, recalcando la importancia de narrar los hechos con veracidad. “A todos los vamos a rescatar, a todos los vamos a traer”, insistió.
Asimismo, el presidente Maduro denunció vehementemente que el gobierno de los Estados Unidos mantiene retenidos a más de 60 niños y niñas de temprana edad, arrebatados de los brazos de sus familiares, y se negó a entregarlos pese a las reiteradas solicitudes.
En relación con estas denuncias, el Presidente cuestionó la postura del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk. El Mandatario aseveró que, en lo concerniente a Venezuela, Türk solo opina lo que “le manda el Departamento de Estado escrito”, y afirmó que “Türk dice, esta boca no es mía”, implicando una falta de voluntad del funcionario internacional para abordar la situación de manera objetiva e independiente.