El principal sospechoso del atentado en el metro de San Petersburgo que se cobró ayer la vida de 14 personas y decenas de heridos es un ciudadano ruso nacido en Kirguistán, una ex república soviética mayoritariamente musulmana y aliada de Rusia.
Los servicios de seguridad de Kirguistán han informado de que se trata de Akbarjon Djalilov, de 23 años. Se desconoce si estaba relacionado con el Estado Islámico, aunque algunos medios rusos han apuntado que estaba vinculado con el islamismo radical.
«Los servicios secretos de Kirguistán están en contacto con los servicios de seguridad rusos sobre lo que pasó en San Petersburgo», ha confirmado la policía kirguiza.
La policía rusa ha constado que hubo un cuerpo en el epicentro de la explosión en San Petersburgo. Los investigadores hallaron el cuerpo de una persona procedente de Asia Central en el presunto epicentro de la deflagración
El Comité de investigación ruso anunció ayer la apertura de una investigación por «acto terrorista», aunque los investigadores examinarán «todas las otras pistas posibles». El ataque no ha sido aún reivindicado.
San Petersburgo amaneció hoy de luto mientras las autoridades rusas siguen buscando a los culpables del sangriento atentado y parece abrirse paso la pista de Asia Central.
Las banderas ondean a media asta en la segunda ciudad rusa, donde se han decretado tres días de luto, pero la normalidad ha vuelto en parte al reabrir esta mañana la totalidad de las líneas del metropolitano, según informó en un comunicado la oficina del gobernador.
Mientras, los servicios de policía y emergencias acaban de confirmar telefónicamente al Consulado General en San Petersburgo que no hay ciudadanos españoles entre las víctimas, ni muertos ni heridos. La comunicación ha sido oficial, aunque por vía telefónica. De momento las autoridades no han comunicado la lista de afectados.
El Mundo