En cambio en China, cuando uno se casa, toda la familia se muda con los recién casados. Es por esta misma razón que los abuelos juegan un papel muy importante en la vida de sus nietos. La gran mayoría de niños chinos son educados por sus abuelos, pues los padres tienen que trabajar; razón por la cual China tiene la tasa más alta de mujeres en el mundo laboral; con el 51 por ciento de los cargos de alta gerencia ocupados por mujeres
Javier Milei, y el equipo que lo rodea, han tenido muy malas intervenciones, discursos, participaciones, en diversos espacios públicos y políticos, desde que inició su gobierno.
Al rápido descenso en la popularidad por el programa neoliberal que empezó a aplicar se han sumado actitudes que lo distancian del grueso de sus connacionales y representantes extranjeros.
Ya se ha comentado en reiteradas veces sus desencuentros con mandatarios de la región como Gustavo Petro. Su torpeza en las relaciones con China, que le valió la suspensión de un crédito de 6 mil 500 millones de dólares, que su economía requería con urgencia.
Ni hablar de su enfrentamiento con el gobierno venezolano, sin que este le haya hecho nada. Esto derivó en un acto de piratería, en complicidad con Estados Unidos, al robarse un avión venezolano.
A nivel local, su situación con el parlamento le ha sido desfavorable, inclusive sus aliados muestran cierta lejanía.
Esa grandilocuencia, que durante la campaña le resultó beneficiosa, hoy que es el jefe de Estado, le crea muchos inconvenientes.
Un país no se puede manejar de esa manera, que ya linda con lo irresponsable. No puede convertir las llamadas redes sociales en un campo para insultar o escrachar opositores, líderes sociales o incluso artistas respetables.
La fanfarronería como accionar político, cuando se ocupa el más alto cargo de un país, no es útil. Muchos pensaron que toda esa vocinglería, esa aparatosidad, era sólo por campaña, que una vez logrado su objetivo desistiría.
Lo hizo un poco durante la última etapa de la campaña presidencial, pero luego retomó su discurso, su actitud.
Ese desprecio por lo social, esa falta de empatía hacia los más pobres, hacia los adultos mayores, disfrazado con un discurso de “meritocracia” neoliberal, no es sensato en la realidad.
En su favor podríamos decir que fue sincero. Están siendo coherentes, él y sus colaboradores. El pueblo argentino hoy paga por haber elegido a un personaje de esa calaña.
Pero, reiteramos, no sólo es él. Sus ministros nos dejan declaraciones que los pintan de cuerpo entero.
Así tenemos que su canciller, Diana Mondino, califica de «absurdo» el dar créditos a los jubilados de su país, ya que, según su visión, es un sector de la población que tiene mayor probabilidad de morir y no pagar los préstamos otorgados.
Estas desafortunadas palabras de la titular de Exteriores, Comercio Internacional y Culto, las dijo en un programa de televisión argentino.
Enfatizó que «es absurdo porque, ya por definición, todos algún día nos vamos a morir, y si sos un jubilado arriba de no sé cuántos años, es casi seguro que te vas a morir, entonces, ¿para qué estás haciendo este tipo de cosas?»
Es decir, para la señora Mondino un adulto mayor no debe tener expectativas de progreso, de desarrollar proyectos, de vivir a toda capacidad. Y no es una declaración casual, ni siquiera a modo de broma, como después quiso hacer ver. No, para los neoliberales, para los portaestandartes del capitalismo salvaje; nuestros padres, abuelos, los adultos mayores; son una carga que prefieren no llevar.
Hay quienes ven la vejez como un pecado. Por lo menos los ortodoxos occidentales. De hecho, recordemos un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) de 2012, sobre la estabilidad financiera, cuando “alerta” que “las implicaciones financieras potencialmente muy grandes del riesgo de longevidad, es decir, el riesgo de que la gente viva más de lo esperado”.
Decía, sobre el envejecimiento, que “vivir hoy más años es un hecho muy positivo que ha mejorado el bienestar individual. Pero la prolongación de la esperanza de vida acarrea costos financieros, para los gobiernos a través de los planes de jubilación, del personal y los sistemas de seguridad social, para las empresas con planes de prestaciones jubilatorias definidas, para las compañías de seguro que venden rentas vitalicias y para los particulares que carecen de prestaciones jubilatorias garantizadas”.
En otro párrafo, señala que “las implicaciones financieras de que la gente viva más de lo esperado (el llamado riesgo de longevidad) son muy grandes. Si el promedio de vida aumentaría para el año 2050 tres años más de lo previsto hoy, los costos del envejecimiento ─que ya son enormes─ aumentarían 50%”.
También se lee que “el riesgo de longevidad es un tema que exige más atención ya, en vista de la magnitud de su imperio financiero y de que las medidas eficaces de mitigación tardan años en dar fruto. Para neutralizar los efectos financieros del riesgo de longevidad, es necesario combinar aumentos de la edad de jubilación (obligatoria o voluntaria) y de las contribuciones a los planes de jubilación con recortes de las prestaciones futuras”.
Al finalizar podemos ver que, según los expertos del FMI, “los gobiernos deben: i) reconocer que se encuentran expuestos al riesgo de longevidad, ii) adoptar métodos para compaginar mejor el riesgo con los organizadores de los planes de pensiones del sector privado y los particulares, iii) promover el crecimiento de mercados para la transferencia del riesgo de longevidad, y iv) divulgar mayor información sobre la longevidad y la preparación financiera para la jubilación”.
Toda esa tendencia, que hoy enarbolan Milei y sus ministros, ya fue advertida al principio de la década. Fue en el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, el sábado 23-05-2020, donde advertían que “está surgiendo un modelo peligroso que se decanta por un sistema de salud selectivo en el que las vidas de las personas mayores se consideran secundarias”.
“Su mayor vulnerabilidad, su edad avanzada y cualquier otra enfermedad que puedan tener justifican una forma de selección en favor de los más jóvenes y saludables”, decía el trabajo periodístico.
Ante eso, un grupo de personalidades en Europa firmaron un escrito en el que llamaban a no resignarse y calificaban esa tendencia de “inaceptable desde el punto de vista humano y legal”.
Reclaman que “una ética democrática y humanitaria se basa en no hacer una diferencia entre las personas, ni siquiera por su edad”.
Como vemos, en la Europa lúcida rechazan a gente como la canciller de Argentina. Cualquier persona con un mínimo de humanidad lo hace.
Esta visión del gobierno que actualmente ocupa la Casa Rosada, contrasta con la de, por ejemplo, el gobierno de la República Popular China.
En ese país, donde prima la ideología del Partido Comunista Chino, el Gobierno establece por ley que los adultos mayores deben preocuparse por las “necesidades espirituales” de sus padres y abuelos y “nunca descuidarlos o despreciarlos”
Marina García Sáenz, periodista española, escribió en La Vanguardia que en la cultura china los abuelos son adorados y atesorados; su cultura gira masivamente en torno al respeto, especialmente hacia las personas mayores. La devoción que las familias chinas tienen hacia sus abuelos es realmente admirable, muchas culturas deberían aprender de ellos, pues los abuelos son el pilar fundamental de cada familia.
“En China, cuando uno se casa, toda la familia se muda con los recién casados. Es por esta misma razón que los abuelos juegan un papel muy importante en la vida de sus nietos. La gran mayoría de niños chinos son educados por sus abuelos, pues los padres tienen que trabajar; razón por la cual China tiene la tasa más alta de mujeres en el mundo laboral; con el 51 por ciento de los cargos de alta gerencia ocupados por mujeres”, dijo.
Por cierto, en el trabajo de la comunicadora ibérica se resalta cómo, la mitad de las mujeres multimillonarias del mundo son de China.
En el caso de que los abuelos no se hayan retirado todavía, no es inusual que renuncien a sus trabajos y soliciten una jubilación anticipada para poder cuidar de sus nietos; lo cual muestra que los abuelos anteponen siempre las necesidades de sus nietos a las suyas.
La canciller argentina, Diana Mondino, califica de «absurdo» el dar créditos a los jubilados de su país, ya que, según su visión, es un sector de la población que tiene mayor probabilidad de morir y no pagar los préstamos otorgados.
Volviendo al tema de la protección a los adultos mayores, García señala que en China han creado una ley donde se indica que los adultos deben preocuparse por las “necesidades espirituales” de sus padres y abuelos y “nunca descuidar o despreciar a las personas mayores”; dándoles el derecho a los ancianos de denunciar a su familia si se sienten descuidados o maltratados. Los familiares denunciados podrían enfrentar multas muy altas o incluso penas de cárcel.
“La piedad filial es la moral más importante de China y conlleva una fuerte lealtad y deferencia hacia los padres y abuelos. Pues es una actitud general de ofrecerles amor, respeto y apoyo”, afirma
Esta forma de entender el rol de los ancianos, esa forma de valorarlos, está muy enraizada en la cultura china. Podemos encontrar sus más remotos antecedentes en las enseñanzas de Confucio, hace unos 2 mil 500 años.
Confucio fue un filósofo tan importante, que ni siquiera Mao Zedong, durante su revolución cultural, prohibió sus enseñanzas.
Si para los ortodoxos neoliberales, para Milei y su entorno, los ancianos son una carga, significan costos adicionales, vamos, entorpecen sus planes económicos, siempre en favor de las élites empresariales, en China, la mayor potencia económica del mundo, ya ha desplazado a los Estados Unidos según muchos expertos, o va en camino a hacerlo, los ancianos representan un pilar fundamental de la sociedad.
No son una carga, son vitales para su desarrollo.
Milei, su gobierno, no cree en la seguridad social, en la solidaridad. Es clasista. Favorece a las élites.
Así lo entiende el reconocido periodista Víctor Hugo Morales. Durante un artículo publicado en Página 12, señaló que «de momento lo que tenemos son 3.600.000 nuevos pobres. 3.600.000 nuevas pruebas de lo que es la libertad”. Eso es de lo que estaba hablando el sabio español que convocamos para nuestra apertura.
3.600.000, que son las víctimas del régimen empresario, corporativo, que supo instalar ese personaje increíble, insólito y hasta inesperado para nuestras vidas que se llama Milei.
3.600.000 nuevos pobres en dos meses sin pandemia, sin sequía y con una cosecha espectacular. Por pura maldad del Gobierno. Por puro plan de arruinar la vida de las mayorías para establecer buenas diferencias con las elites.
La devaluación es una maldad. La desregulación es todavía peor. Son medidas de ese incapaz individuo que pusieron para que no pasen ni molesten las ilusiones del pueblo.
Los pobres del neoliberalismo de Macri, los que no se recuperaron durante el Gobierno de Alberto, puede decirse que ya tenían un ligero entrenamiento. Y los inevitables pobres del capitalismo, los de siempre, los que son habitués de la tragedia, también.
Pero cuando ese neoliberalismo le gana a todo, cuando los Roca, los Magnetto, los Arcor, los Molino, los supermercadistas, los prepagas, las Telcos, las transnacionales, todos los que roban al pueblo, le ganan a la democracia, sucede que, en un santiamén, la libertad es como la cortina oscura para que el sol moleste menos».
Muy claro, un gobierno que apuesta por las élites, por los intereses de estas, no tendrá nunca en cuenta a los sectores más vulnerables de ese mundo injusto. Entre los más vulnerables, en primera fila, están los adultos mayores.
Bueno, la canciller argentina, la misma que es tan genuflexa con Washington, que se alinea con las masacres en Palestina, con el robo a países de la región, muestra el rostro feo de la política económica y social argentina.