Por: Antonio Manrique
Era 14 de julio de 1816 cuando en la prisión de La Carraca, España, muere Francisco de Miranda, quien tenía cerca de cuatro años en prisión, luego de ser apresado por la violación del acuerdo que había firmado con Domingo Monteverde, quien traicionó dicho acuerdo, lo que conllevó que varios patriotas, entre los que figuró Bolívar, lo hicieran preso en La Guaira y lo entregaran al mismo violador del tratado. Ahí comenzó su proceso de prisión en prisión, que transitó por Puerto Cabello, Puerto Rico y, finalmente, Cádiz, donde dejó de existir cuando tenía 66 años.
Miranda nació en Caracas el 28 de marzo de 1750 y a los 21 años se dirigió a España y estuvo varios años en su servicio militar luchando a favor del reinado, hasta que rompió con el colonialismo hispano y visitó varios países europeos, entre los cuales destaca Ucrania, en cuya capital, Kiev, fue presentado a la zarina Catalina II, quien lo designó coronel de los ejércitos rusos y esto gracias a la amistad que había entablado con el mariscal de campo Grigóri Alexandrovich Potemkin, quien lo llevó frente a ella. En ese marco histórico, resalta que fue un firme defensor de la independencia de los Estados Unidos de América, a cuyo lado luchó cuando estaba al servicio de España y se destacó en la batalla de Pensacola. Recibió reconocimientos de varias personalidades de USA, entre ellas el presidente Thomas Jefferson. En los ejércitos español y francés alcanzó los rangos de coronel y mariscal de campo, respectivamente. Su nombre se encuentra en el Arco del Triunfo en París.
Fue firme defensor de la independencia y la soberanía de muchas naciones, en especial en Suramérica. En 1806 realizó dos intentos invasores a su Venezuela natal, y en Coro dejó la bandera como herencia. En la Revolución Francesa estuvo al lado de los girondinos. Es importante señalar que recibió en su casa, en Inglaterra, a los comisionados enviados por el primer gobierno venezolano a Londres, como lo fueron Simón Bolívar, Luis López Méndez y Andrés Bello; a finales de 1810 retornó a Venezuela, de donde había salido en 1772. Estuvo entre los firmantes de la Declaración del Acta de nuestra Independencia.
También fue el creador de lo que Bolívar concretaría posteriormente como la Gran Colombia, que fue derrumbada en 1830 por Francisco de Paula Santander, Juan José Flores y José Antonio Páez, quienes estaban en Cundinamarca (Colombia después de 1886), Quito (Ecuador después de 1830) y Venezuela.