Por: Luca Leiroz, Brasil de Fato
Investigaciones científicas dan cuenta de que medidas coercitivas unilaterales como las impuestas contra Venezuela, Cuba y otros países socavan los derechos humanos de las personas y generan graves problemas sociales
Mas allá de preferencias ideológicas, disputas políticas, consensos dictados por Washington, dogmas económicos creados por el Norte Global, la prensa hegemónica en Brasil tiene un profundo desconocimiento de la realidad venezolana. Los constantes falsos debates generados en grandes canales de televisión, diarios y portales, cuando no son copias fieles de notas publicadas por agencias internacionales, son inútiles; incluso para la crítica.
Porque podríamos estar aquí en estas líneas cobrando equilibrio por parte de los diarios en la cobertura, exigiendo y recordándoles que la buena práctica del periodismo presupone que se consulte el otro lado, que se apure la información hasta no tener más dudas, que se entreviste a fuentes equivalentes, para alcanzar ─o por lo menos buscar siempre─ una verdad objetiva.
Quisiera yo estar escribiendo para pedir más equilibrio a la prensa. Sin embargo, la situación de la cobertura sobre la política en Venezuela es mucho peor, lo que me obliga a exigir que los medios solamente traten de saber un poco más sobre el país antes de criticarlo o acusarlo de cualquier cosa. Y ahora, cuando se acercan las elecciones presidenciales, el tema se hace más fuerte y más presente en los medios.
Veamos un ejemplo: hace unas pocas semanas, dos de los principales diarios del país sacaron notas de prensa sobre el tarjetón electoral en Venezuela. La idea de las notas era insinuar que, por aparecer 13 veces el material, el presidente Nicolás Maduro tenía algún tipo de ventaja sobre sus rivales o, más bien, alguna influencia en las «reglas del juego» y utilizaba su poder para poner su cara más veces que los opositores. Como si no fuera suficiente, en el canal de TV de uno de esos grandes diarios, dijeron que Maduro aparecía las 13 veces mientras «no hay ningún candidato de oposición en esta cédula».
Para mi, como un periodista serio y comprometido, es imposible creer que otro periodista, compañero de profesión, no tenga la capacidad de consultar e informarse de que para estas elecciones presidenciales en Venezuela hay 11 candidatos opositores. Para mi, es imposible creer que otros periodistas no sepan que Maduro aparece 13 veces porque es apoyado por 13 partidos. Y que ese sistema funciona en el país incluso desde antes de que el chavismo llegara al poder. E incluso que en el 2012, el candidato opositor Henrique Capriles aparecía más de 20 veces en el tarjetón, porque era apoyado por más partidos que el Comandante Hugo Chávez, que terminó victorioso en aquellos comicios, su última vez en vida.
Pero vamos a salir por un instante del tema electoral, porque uno puede decir que es un tema nuevo, que los periodistas todavía no están acostumbrados con las reglas etc. Veamos otros dos ejemplos: uno de los más comunes tiene que ver con la realidad económica del país. Es muy común que los comentaristas de política en los medios culpen al «socialismo» por la crisis económica que alcanzó a Venezuela entre los años 2014 y 2023. Incluso, culpan a la gestión de Chávez y Maduro en PDVSA diciendo que «los presidentes pusieron aliados políticos y despidieron a los técnicos» y por eso la industria petrolera venezolana estaría en crisis.
Me parece que no sería un chiste decir que en las computadoras de las oficinas de esos medios estaría prohibido escribir la palabra «bloqueo» o ni siquiera «sanciones». Otra vez, para mi es imposible creer que otros periodistas no puedan tener conocimientos básicos de economía para darse cuenta de que el bloqueo draconiano impuesto por los gobiernos de los Estados Unidos (EEUU) afectó cualquier nivel de la economía de Venezuela y prácticamente prohibió que PDVSA hiciera negocios y comercios con otros países y empresas extranjeras. El impacto de esas medidas fue brutal para todos los venezolanos y venezolanas que sintieron el impacto en sus propias vidas. Investigaciones científicas dan cuenta de que medidas coercitivas unilaterales como las impuestas contra Venezuela, Cuba y otros países, socavan los derechos humanos de las personas y generan graves problemas sociales.
Sin embargo, la visión de los diarios brasileños parece estar totalmente alineada con los consensos de Washington, y demuestran un desconocimiento profundo de la realidad venezolana.
Yo estuve en más de cuatro procesos electorales en Venezuela, conocí el país en tiempos de crisis y en tiempos de recuperación económica. Pude notar que entre los venezolanos hay un tremendo respecto por el debate político y el voto. Una democracia que trasborda los límites institucionales y es ejercida en las calles. Esto quedó probado en el último 21 de abril, cuando el pueblo votó para elegir proyectos para solucionar los problemas de las comunidades.
Y en los votos de millones de venezolanos estará la salida para ofrecer más conocimiento a la prensa de Brasil y mundial. El país va a elecciones históricas el 28 de julio y brindará al mundo varios titulares. Sabemos cuales serán los titulares de los diarios que desconocen la situación del país. Los nuestros serán fieles siempre a la realidad histórica y concreta. Ojalá tengamos más titulares reales, en Brasil y en el mundo. Por un periodismo mejor y popular. Hará bien a la humanidad.