Por: Francys Mujica
La COP es uno de los eventos más importes que ocurre en el planeta en materia ambiental; cada año, quienes desde diferentes trincheras promovemos la causa ecologista, esperamos con gran interés el desarrollo de dicho evento y este año no es la excepción. Me atrevería incluso a decir que es uno de los más relevantes en los últimos tiempos; debido a que las fechas establecidas como metas para mitigar la crisis climática están llegando a tope y los cambios ambientales son cada vez más notables e intensos en todo el mundo.
Ahora bien ¿qué es la COP? Se trata de la Conferencia de las Partes, es un órgano de la Convención de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que cuenta con un importante número de Estados Partes, es decir, es una instancia política avalada y creada por la ONU para el análisis, reflexión, evaluación, trazar objetivos y tomar decisiones para frenar la crisis ambiental mundial.
La COP sobre Cambio Climático se desarrolla cada año desde 1995, cuando la sede fue Berlín; en ese primer encuentro los Estados Parte firmaron un acuerdo para reunirse cada año y mantener un plan de trabajo conjunto, con objetivos específicos para frenar el calentamiento global; ese es quizás uno de los principales hitos.
Desde ese momento, cada año, países de Europa, América Latina, Asia y África han fungido como sedes para el encuentro de Jefes de Estado, Ministros, expertos en las áreas, técnicos, funcionarios de alto nivel, organizaciones no gubernamentales e invitados especiales; quienes se reúnen a los ojos de la opinión pública y la mediática internacional, para desde la unanimidad plantear las rutas y lograr un objetivo conjunto: evitar la extinción de la vida en el planeta tierra.
Las COP tienen hitos fundamentales, como la número 3 realizada en Kioto en 1997, en la cual se adoptó el Protocolo de Kioto, cuyo objetivo está enfocado en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en los países con importantes procesos de industrialización. Otro hito a destacar es la COP 21 realizada en Paris en el año 2015, en esta se firma el muy conocido Acuerdo de Paris, con el cual busca mantener el calentamiento global en menos de 2° C respecto a la etapa preindustrial de la humanidad.
Este año se celebra la COP 28 y tendrá como sede Dubái, se realizará del 30 de noviembre al 12 de Diciembre de 2023; para este evento surgen grandes expectativas, pues se espera que se tomen decisiones realmente contundentes para detener la crisis climática y se generen los planes de atención necesarios para la mitigación, adaptación y resiliencia, no solo para la especie humana, sino, para abrir paso a la recuperación de los ecosistemas y la fauna afectada por la huella ecológica causada por el hombre; mucho se ha dicho sobre el punto de no retorno y conteo regresivo para nuestra especie y es momento de ratificarlo. La Conferencia de las Partes debe tomar decisiones sobre protocolos de emergencia climática mundial, profundizar el debate sobre la brecha financiera, la justicia e igualdad social, derechos de la madre tierra, operatividad del fondo de pérdidas y daños acordado en la COP27 y generar un plan real que no esté enfocado en los intereses económicos de los grandes capitales, todo ello constituye un gran reto, pero es fundamental que desde la COP28 se deje una postura clara sobre la base de que la crisis climática no sea un negocio para las minorías capitalistas de siempre, sino, que se trata de un problema real de extinción de todas las especies que está cada vez más cerca.
Contamos con que se aborde la gravedad de la crisis climática y se dé un debate de altura, con soluciones reales y pertinentes, dejando de lado los conflictos e intereses políticos y económicos de algunos Estados Partes y se tomen las acciones necesarias por y para el bien de todos; de cara a la COP 28 surge la esperanza de frenar el colapso ambiental mundial y transformar las estructuras sociales necesarias para vivir en equilibrio con el resto de las especies y hacer uso respetuoso y justo de los recursos naturales.