La elección y el triunfo inesperado de Trump, magnate hotelero y personalidad televisiva, demolió la mitologizada imagen de los Estados Unidos como bastión de la democracia, arquetipo del liberalismo y de la convivencia política decente y respetuosa.
El plan de los competidores internacionales de los Estados Unidos se orienta a acabar con el dólar como moneda de referencia, este colapso limitaría fuertemente el peso de esta divisa en las relaciones del mercado internacional.
Aunque los poderosos consorcios mediáticos han tratado de imponer la imagen de desvergonzada misoginia de Trump, el racismo desembozado, las mentiras descaradas, la grotesca xenofobia, como las únicas características de la imagen del hoy presidente electo, la elección de Trump es causa y efecto de la crisis sistémica capitalista y de la debacle neoliberal acelerada por la crisis financiera del 2008.
Trump cuestiona el libre comercio y anuncia el retorno a la Norteamérica auténtica, blanca, interna, proteccionista, industrial. Afirma que implementará políticas de inversión en infraestructura y aplicará recortes tributarios para fortalecer la producción.
A pocos días de que Trump asumiera la presidencia, los nombramientos de su gabinete ministerial evidenciaban que estaría presente un control a los poderes económicos de la lógica del capital sobre el poder político y la pérdida de autonomía de la política.
Se puede decir que es un gobierno de los patrones para los patrones. El multimillonario ha prometido muchas cosas, pero también es cierto que, incluso, si solo la mitad de su programa respetara las consecuencias en el ámbito internacional, será consistente.
Si con Obama había el intento – por otra parte ambiguo y contradictorio – por parte de la burguesía y la clase dominante de una superpotencia en declive de perseguir sus propios intereses que intentan un acercamiento suave y elástico a la mayoría de sus competidores, incluyendo Europa, ahora con la presidencia Trump se puede abrir un cambio en varios capítulos de la nueva era de los imperialismos. Trump – y sus patrocinadores – parecen poner en cuestionamiento las relaciones con la Unión Europea, tanto desde el punto de vista económico, político y militar…
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Luciano Vasapollo y Rita Martufi / Redacción Web.