En una entrevista, el presidente iraní Masud Pezeshkian responsabilizó a Israel de interrumpir las negociaciones entre Irán y Estados Unidos, en medio de los preparativos para la sexta ronda de conversaciones sobre el programa nuclear iraní.
Pezeshkian denunció que Israel lanzó una agresión militar contra territorio iraní el 13 de junio, bajo el pretexto de detener el programa nuclear del país, al que calificó falsamente como una «amenaza existencial». Una semana después, Estados Unidos se sumó a los ataques, bombardeando tres instalaciones nucleares protegidas por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
El mandatario iraní afirmó que su país siempre ha estado dispuesto al diálogo, pero advirtió que la confianza en el proceso se ha visto gravemente afectada por las acciones de Israel. «Las atrocidades del régimen sionista, incluyendo el asesinato de nuestros comandantes y científicos nucleares junto a sus familias, son crímenes de guerra que han creado una situación crítica», declaró.
Exigió que Washington frene las acciones militares de Israel como condición para retomar las negociaciones: «No permitiremos que, en medio de las conversaciones, se autoricen nuevos ataques que reaviven la guerra».
Pezeshkian reiteró que Irán, por principios religiosos y por una fatwa del Líder Supremo, el ayatolá Ali Jamenei, rechaza la producción y el uso de armas nucleares. Sin embargo, advirtió que su país tiene la capacidad de defenderse ante cualquier nueva agresión.
Acusó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de difundir «mentiras» desde 1992 para convencer a EE.UU. de atacar a Irán. «Netanyahu es quien siembra el caos en la región y busca sabotear la paz», afirmó.
El presidente iraní también alertó que un nuevo conflicto en la región desataría una ola de inestabilidad en toda Asia Occidental. «Si EE.UU. quiere paz, debe contener a Netanyahu. De lo contrario, enfrentaremos una guerra interminable con consecuencias devastadoras», advirtió.
Pezeshkian reveló que Israel intentó asesinarlo durante los recientes bombardeos a instalaciones gubernamentales en Teherán, pero fracasó. «No temo dar mi vida por Irán, pero más violencia solo traerá más derramamiento de sangre», declaró.