En un contundente discurso durante el acto en Defensa de la Soberanía y la Paz de Venezuela, América Latina y el Caribe, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, declaró hoy que la Patria es «inexpugnable» y sentenció: «Nada ni nadie tocará Venezuela».
Desde el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo, en Caracas, el Jefe de Estado se dirigió a la Asamblea Nacional, a la cual agradeció la invitación a lo que calificó como un «acto especial de encuentro, reencuentro y de unión de toda la sociedad venezolana». El objetivo central de la cita, según sus palabras, es la defensa de «los sagrados derechos: la autodeterminación, el ejercicio pleno de la soberanía y el disfrute de la paz conquistada; en el marco de una Venezuela democrática, pacífica, pacifista, independiente y libre de cualquier potencia imperialista».
En su intervención, el presidente Maduro hizo una directa alusión al legado histórico de la nación, afirmando: «Ayer, hoy y siempre, libres e independientes, como nos dejaron en el legado estos gigantes», refiriéndose a los precursores de la Independencia bolivariana.
Más allá de la riqueza mineral del país, el Mandatario enfatizó que la verdadera fortaleza de Venezuela reside en su patrimonio moral, espiritual y ético, un legado fundamental de los libertadores que trasciende recursos como el petróleo, el hierro, el oro o el gas.
Haciendo un llamado a la cohesión nacional, el Presidente ratificó: “No es tiempo de diferencias políticas ni de colores, pues una sola bandera nos cobija: amarillo, azul y roja”.
Asimismo, el Jefe de Estado expresó su agradecimiento por el apoyo internacional recibido y el rechazo unánime hacia el intento de los Estados Unidos de abrir un conflicto armado en Sudamérica. Subrayó que el derecho internacional prohíbe categóricamente la amenaza o el uso de la fuerza contra cualquier estado soberano.
«Quien agrede y amenaza a un país en América Latina los amenaza a todos», denunció con firmeza. Maduro recalcó que se viven tiempos de valentía que requieren unir esfuerzos y dejar de lado las diferencias. «Es tiempo de que Venezuela hable con una sola voz y que se respete la soberanía y la independencia por encima de cualquier cosa», concluyó.