En un acto que solo podría ser calificado como una infamia, el Parlamento Europeo ratificó su decisión de aplicar sanciones económicas a Venezuela, y abogó en defensa de personas que están inhabilitadas para presentarse como candidatos a cualquier cargo de elección popular, precisamente, por haber obrado de manera pública y notoria contra la democracia, y la soberanía de la República Bolivariana de Venezuela.
Se muestran alarmados por la legítima decisión del Estado venezolano de aplicar la ley, a aquellos que han solicitado la invasión militar de potencias extranjeras a nuestro país, que pidieron de rodillas en Washington que se impusieran sanciones, —que no son otra cosa que un crimen contra millones de seres humanos que vivimos en esta tierra—, que ocuparon la silla de otro país para atacar a Venezuela en la OEA, que contrataron mercenarios para atentar contra el Presidente Maduro y para que invadieran nuestra sagrada Patria.
Estos diputados reaccionarios ahora pretenden entrometerse en la conformación del nuevo Consejo Nacional Electoral, pues, si así es la cosa, entonces, aquí no van a venir a observar ningunas elecciones el año que viene, nosotros no aceptamos que una banda de fascistas vengan a inmiscuirse en nuestros asuntos.
Y hay que subrayar que el vocero de los diputados de la izquierda en el Parlamento Europeo, Manu Pineda, con firmeza y valentía, defendió la soberanía de Venezuela y calificó el ataque de la derecha como un acto injerencista y colonialista.
El pueblo venezolano ha enfrentado al fascismo y lo ha derrotado, una y otra vez, y ello se debe a una razón de mucho peso, nuestra democracia es producto de lucha, de sacrificio, de esfuerzo y de conciencia colectiva; y de que en nuestras manos está la Espada del Libertador Simón Bolívar.