La multitudinaria movilización de las fuerzas populares a lo largo y ancho del país este 4 de febrero, la masiva discusión de las Siete Transformaciones, y la Jornada de Diálogo Nacional que elaborará la propuesta de cronograma para la elección presidencial venidera, son hechos políticos que constituyen la valiente respuesta del pueblo a las más recientes agresiones del imperialismo contra Venezuela.
De la manera más vulgar y descarada, algunos voceros del gobierno norteamericano nos dieron un ultimátum: o el Tribunal Supremo de Justicia le retira la inhabilitación a la señora que dice que “no puede haber elección sin mí”, o les reimponemos las sanciones que fueron parcial y temporalmente suspendidas el 18 de octubre de 2023, en el marco de los Acuerdos de Barbados, ante tal agravio, la respuesta es una sola: eso es sentencia firme del máximo tribunal de la república.
El ultimátum de los yanquis generó una gran indignación en el pueblo, que se hizo sentir en las manifestaciones y en la opinión de los más diversos factores de la política venezolana, porque si en algo hay un amplio consenso es en el rechazo al bloqueo económico; es por ello que no es descartable que la Asamblea Nacional convoque a Referendo Consultivo, para que el pueblo exprese su opinión sobre las sanciones.
La oposición constitucionalista anunció el martes pasado que en pocos días presentará un candidato, también se sabe que en los predios de la Plataforma están buscando un sustituto. Lo cierto es que en este país pronto habrá elecciones, con sanciones o sin sanciones.
Una verdadera avalancha de proposiciones resume el debate de las 7/T, lo que constituirá el núcleo central del Plan de la Patria, 2025-2030, del Presidente Nicolás Maduro.
¡Nosotros Venceremos!