Hay desencadenantes que aceleran la historia, que mueven al mundo, que estremecen las conciencias; de tal dimensión es la Carta Pública que el Presidente Nicolás Maduro le envió al Presidente de la República Cooperativa de Guyana, Irfaan Alí, llamándolo al diálogo y a no caer en el abismo de la confrontación, en la que están interesados el poder imperial y el monopolio petrolero de la ExxonMobil.
El Jefe de Estado le dice: “… basta ya de mentiras y de intentar ocultar la verdad histórica que pesa sobre la controversia por el territorio Esequibo, cuya única vía de resolución, usted bien lo sabe, es el Acuerdo de Ginebra de 1966”.
Y le advierte que: “Los pasos que está dando su gobierno violan la legalidad internacional y ponen en riesgo la Paz de la región” y le propone de manera directa y expresa:
“… Si es genuino y sincero su interés por la Paz le propongo una reunión promovida por el CARICOM para retomar el Acuerdo de Ginebra” y más adelante señala: “No permita que el Comando Sur convierta a su país en una base militar contra la Venezuela de Bolívar”.
Esta carta que está haciendo historia es un llamado a la Paz, mientras todo el pueblo se prepara para defender su territorio.
La Asamblea Nacional ratificó su denuncia sobre la vil actuación de la ExxonMobil y la actitud irresponsable del gobierno guyanés, y se prepara para realizar el Referendo Consultivo, mediante el cual la Soberanía Popular se expresará en defensa de nuestro Esequibo, y en respuesta a las agresiones del gobierno de Estados Unidos.
Que nadie olvide que el General Simón Bolívar preparó y ejecutó con éxito la liberación de toda nuestra Guayana, y que el Comandante Chávez nos dijo que la primera tarea es: ¡Independencia o nada!