Durante su intervención en la sesión plenaria del XXVIII Foro Económico Internacional de San Petersburgo, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, reiteró este viernes el respaldo de su país al derecho de Irán a desarrollar tecnologías de energía nuclear con fines pacíficos.
«Apoyamos a Irán en su lucha por sus intereses legítimos, incluida la lucha por sus intereses en materia de energía nuclear pacífica. Y siempre hemos mantenido esta postura», declaró Putin. «Defendemos el derecho de Irán al uso pacífico de la energía nuclear, y no solo con palabras, sino con hechos», recalcó.
Como ejemplo de esta cooperación, el mandatario destacó la construcción por parte de Rusia del reactor nuclear de Bushehr y anunció que continuará la colaboración en este ámbito. «Hemos firmado un contrato para construir otros dos reactores nucleares, a pesar de la complejidad de la situación. A pesar del peligro que ello conlleva, continuamos con este trabajo. No hemos evacuado a nuestro personal de allí», explicó.
Putin también mencionó que tanto el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, como el presidente de EE.UU., Donald Trump, aceptaron las demandas de Moscú para garantizar la seguridad del personal ruso en Irán.
Asimismo, subrayó que la postura de Rusia en la ONU busca equilibrar los intereses de todas las partes: «Estoy profundamente convencido de que la postura que mantenemos, también en el marco de la ONU, responde tanto a los intereses de Irán como a los del Estado de Israel».
En un contexto de creciente tensión, Alexéi Lijachiov, jefe de la corporación estatal rusa Rosatom, comparó las consecuencias de un posible ataque israelí contra la central de Bushehr con la catástrofe de Chernóbil, advirtiendo que «no se puede acercar un arma a una instalación nuclear en funcionamiento».
Reacciones internacionales
Desde América Latina, países como Brasil, Venezuela, Cuba y Nicaragua han expresado su rechazo a las acciones de Tel Aviv. De manera similar, naciones del mundo islámico, entre ellas Turquía, Arabia Saudita, Egipto y Pakistán, han condenado las amenazas contra instalaciones nucleares civiles.
Rusia reitera su compromiso con la estabilidad regional y el derecho internacional, insistiendo en que la energía nuclear debe ser utilizada exclusivamente con fines pacíficos y bajo los mecanismos de seguridad adecuados.