1.- Evite seguir el juego a políticos o líderes que acepten, utilicen o aprueben lenguaje o actos violentos. Ejerza su derecho a expresarse sin causar daño a otros, ni a la planta física, ni al ambiente.
2.- Reduzca su exposición a programas de TV, prensa o mensajes electrónicos que contribuyan a la confrontación violenta, o la propicien en contenido o intención.
3.- Privilegie los aspectos positivos que caracterizan nuestra identidad como venezolanos, en las relaciones con las otras personas: la solidaridad, el respeto, la hospitalidad, el buen humor, la generosidad, la tolerancia, entre otros.
4.- Preserve o rescate sus espacios de intercambio más cercanos: familia, amigos, compañeros de estudio o trabajo, vecinos. No permita que las diferencias políticas lesionen sus vínculos o quebranten sus afectos.
5.- Rescate la reflexión crítica como individuo y no se permita solidaridades automáticas, emocionales, u obedientes no deliberantes.
6.- Respete la diversidad, la opinión de los otros, la pluralidad, y acepte que siendo distintos podemos funcionar en convivencia. Ser tolerante no implica estar de acuerdo ni ser débiles, sino permitirnos convivir en respeto aunque no siempre pensemos o sintamos igual.
7.- Impida hacer de la política su único o principal tema de conversación. No la descalifique, pero no la privilegie.
8.- Renuncie a los odios y discrimine la información que recibe.
9.- Proteja de esta confrontación a las próximas generaciones. Procúrese espacios y momentos libres de temas políticos por el bien de los suyos y de Usted mismo.
10.- Sea cuidadoso con los temas que conversa con otros adultos, en presencia de niños; no menosprecie su capacidad de compresión. En general, trate de mantener a los niños fuera de la diatriba política.
Por: Federación de Psicólogos de Venezuela