Maduro al Congreso Bicentenario de los Pueblos del Mundo
Un mosaico multicolor formado por cerca de 2.000 participantes, 98 países y 1.115 organizaciones. Es la fotografía del Congreso Bicentenario de los Pueblos del Mundo, que concluyó su momento preparatorio con la intervención del presidente Nicolás Maduro. Un encuentro virtual que preludia los días de junio cuando, entre el 21 y el 24, Venezuela celebrará el Bicentenario de la batalla de Carabobo. Una acción militar fundamental en la Guerra de Independencia de Venezuela, que tuvo lugar en el Campo de Carabobo, el 24 de junio de 1821.
Una victoria decisiva de Simón Bolívar en la lucha por la independencia contra el colonialismo español tras 11 años de guerra, así como un punto de partida para consolidar los procesos de liberación del resto de los pueblos de América del Sur: Ecuador, Perú, y Bolivia … Hasta el Congreso de Panamá, el 22 de junio de 1826, y el proyecto de unir las nuevas repúblicas en una Liga de naciones latinoamericanas que facilitaría su desarrollo autónomo y frenaría los fines de potencias extranjeras. Un proyecto que preveía la creación de un ejército común, un pacto de defensa mutua y una asamblea parlamentaria supranacional.
El sueño de una Patria Grande, que la Venezuela bolivariana ha renovado en el «socialismo del siglo XXI», resumiendo las luchas contra las democracias disfrazadas de la IV República, de las que surgió la rebelión cívico-militar de Hugo Chávez, el 4 de febrero de 1992. Ese intento no se concretó, pero el gobierno de Rafael Caldera fue empujado por la presión popular para liberar al Comandante y sus insurgentes, quienes salieron de la prisión de Yare el 26 de marzo de 1994. Maduro recordó como el Comandante supo organizar “las catacumbas del pueblo» para llegar al poder.
La Batalla de Carabobo fue también decisiva para la liberación de Caracas, el 29 de junio de 1821, y del resto del territorio venezolano tras la expulsión definitiva de las tropas españolas en la batalla naval del Lago de Maracaibo, el 24 de julio de 1823 cuando se consolidó definitivamente la independencia de las antiguas colonias españolas de la Nueva Granada y Venezuela.
Y hoy, Venezuela significa así la unión entre esa historia heroica y la resistencia contra un imperialismo que ha transformado al país en un laboratorio de guerras de nuevo tipo. Guerras de mercenarios y guerras mediáticas, que tienen uno de los ejes modernos de intervención en las redes sociales.
Así como corrieron desde Cuba, Puerto Rico, Escocia, Irlanda, Inglaterra para luchar en el ejército de Bolívar —dijo Maduro— así el Congreso Bicentenario de los Pueblos del Mundo reúne a organizaciones, movimientos, partidos, sindicatos y militantes de todos los continentes con la intención de luchar por la emancipación de la humanidad y por la justicia social que sólo con el socialismo se puede lograr.
Si la lucha contra la pandemia ha ganado terreno, —añadió el mandatario, agradeciendo a los presentes su solidaridad— en junio se podrá celebrar, incluso presencialmente, «un gran encuentro por la libertad, la unidad y la solidaridad de los pueblos». Así que, prometió, «iremos al Campo de Carabobo para sentir su energía, que servirá para retomar con fuerza las banderas de la independencia, la autodeterminación, la libertad, la igualdad de nuestros pueblos y la lucha por una nueva sociedad: porque estamos construyendo un mundo mejor, nuevas formas de democracia directa para darle poder a nuestro pueblo, que tiene el futuro en sus manos”.
Maduro agradeció la solidaridad de Cuba, Rusia y Turquía que abastecen a Venezuela de equipos y medicinas que el gobierno distribuye de forma gratuita en la lucha contra la Covid-19.
Esta solidaridad no es fácil, agregó Maduro, debido a las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el imperialismo a Venezuela. Luego, elogió la extraordinaria labor de los médicos cubanos que, junto a los venezolanos, llevan la medicina preventiva casa por casa. “Esta semana, dijo, tuvimos que decidir 14 días de cuarentena radical que en Venezuela es voluntaria, consciente, familiar. Aquí no se impone la cuarentena, seguimos el camino de la conciencia, de la voluntad general. Les puedo decir que la cuarentena ha sido muy efectiva y nos permitirá controlar las nuevas cepas, las variantes brasileñas P1 y P2, contra las que estamos luchando”.
Pese a las difíciles condiciones, Venezuela «envía oxígeno permanentemente» al estado de Amazonas y Boa Vista, en solidaridad con Brasil «que está sufriendo una crisis de salud espantosa por las políticas de negación de Jair Bolsonaro».
El Congreso, cuya preparación fue coordinada por Héctor Rodríguez, y organizado por Adán Chávez, se dividió en 40 capítulos y tantos sectores y movimientos sociales (clase trabajadora, feministas, comunicación, indígenas, intelectuales, comunas…), y así mostró la columna vertebral del bloque social revolucionario. A través del Carné de la Patria se realizó un censo en el que 7 millones de personas han querido participar en el Congreso.
A través de diversas plataformas organizativas se han recogido propuestas que tendrán otros momentos de comparación en mayo. Entre estas —dijo Héctor Rodríguez— está la propuesta de una escuela para la formación de cuadros. Mientras tanto, se ha iniciado un concurso de muralistas en todo el país sobre el tema de la Batalla de Carabobo, que también será una oportunidad para reunirse, proponer y organizarse dentro de las distintas comunidades.
A 200 años de su primera independencia, la Venezuela bolivariana se configura como un laboratorio de prácticas y resistencias, y una «fábrica de contenidos», dijo el filósofo Fernando Buen Abad, creador de la Universidad Internacional de la Comunicación, uno de los participantes del encuentro virtual.
“Estamos luchando contra enemigos perfectamente organizados” —dijo el escritor argentino Atilio Borón—. “Ha llegado el momento de avanzar en la coordinación de la lucha de los pueblos para acabar con el capitalismo”. Del mismo tenor, la intervención del sindicalista gallego Xosé Luis Rivera, que denunció las responsabilidades de la Unión Europea en los ataques a Venezuela, y las del gobierno español que «mete incluso a los cantantes en la cárcel», dijo refiriéndose a el rapero catalán Pablo Hasel, en prisión por insultar a la Corona.
Sheri Dickerson, secretaria ejecutiva del movimiento Black Lives Matter de Estados Unidos, pidió que se fomente la participación política de las mujeres afrodescendientes en todos los países y acogió con alegría que en Venezuela sea Carolys Pérez, ministra de la Mujer y de la Igualdad de Género. Luego, recordó la lucha de una líder histórica del feminismo venezolano, Argelia Laya (1926-1977), militante comunista afro-venezolana que en la década de 1960 participó en la lucha armada en el movimiento guerrillero FALN con el nombre de «Comandanta Jacinta».