I
Este 28 de julio las venezolanas y los venezolanos tenemos una nueva cita con la historia, al acudir una vez más a las urnas electorales para ratificar nuestra firme determinación de preservar la estabilidad y la paz del país; un ejercicio democrático con el que, al mismo tiempo, tendremos la oportunidad de fortalecer el proyecto de nación que hemos venido construyendo desde hace ya 25 años, fundamentado en la participación y el protagonismo popular.
Se trata de la elección número 31 que tendrá lugar en Venezuela desde que el Comandante Hugo Chávez asumiera por vez primera la Presidencia de la República, luego de su triunfo en los comicios celebrados en diciembre de 1998; iniciándose una nueva era en nuestra historia política, signada además de lo antes señalado -y entre otros muchos aspectos-, por la reconfiguración de los poderes públicos nacionales, a partir de la aprobación de la Constitución Bolivariana, como parte del proceso constituyente puesto en marcha por el Comandante Eterno.
II
Nacían así, junto a los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, el Moral y el Electoral; correspondiendo a este último, ejercido por el Consejo Nacional Electoral (CNE), desarrollar de manera independiente y en consonancia con los cambios que comenzaron a operar en el país, un sistema electoral plenamente transparente, que hoy hace prácticamente imposible la usurpación de identidad y que garantiza el principio de un elector, un voto; un sistema automatizado que es auditado en cada una de las fases del proceso electoral y que, en definitiva, es garantía de la inviolabilidad de la voluntad de nuestro Pueblo.
Es el nuestro, un Sistema Electoral que a lo largo de estos años ha demostrado de manera reiterada su solidez en cada uno de los comicios que han tenido lugar, incluso en aquellos donde los sectores de la oposición han obtenido la mayoría de los votos; todo ello, pese a la campaña que desde estos sectores y algunos medios de comunicación se despliega para tratar de deslegitimarlo y cuestionar sus resultados.
En el pasado quedó para siempre la perpetración de los fraudes que durante la cuarta República lesionaron la voluntad popular; una práctica recurrente y comprobada que se expresa de manera elocuente en aquella frase “Acta Mata Voto”, expresión de un sistema corrupto y caduco con el que adecos y copeyanos se aseguraron la alternancia en el poder.
III
Los comicios presidenciales de este año coinciden con el 70 aniversario del natalicio del Comandante Hugo Chávez; una fecha de especial significación para el Pueblo venezolano y, más allá de nuestras fronteras, para otros Pueblos de la América Latinocaribeña y el mundo, que reconocen los importantes aportes del líder histórico de la Revolución Bolivariana.
Y es que, sin duda alguna, el debate en relación con el legado del Comandante Eterno toca las fibras más profundas de todas las revolucionarias y todos los revolucionarios, en virtud de la dimensión de la obra que llevó adelante, siempre fiel al ideario de otro cumpleañero del mes de julio: el Padre Libertador Simón Bolívar; una obra que tiene una gran trascendencia histórica y que hizo posible no sólo el despertar de la esperanza de cambios profundos, sino además transformar de manera significativa la realidad del país, y justo es señalarlo, de la región y el planeta, en la medida en que la gesta emprendida bajo el liderazgo del Comandante Chávez enrumbó a Venezuela hacia un destino mejor y la colocó a la vanguardia de la construcción de una nueva geopolítica internacional, con un papel destacado en la integración de los Pueblos de América Latina y el Caribe y, más allá, del Sur Global.
Se trata de la misma esperanza que hoy se mantiene en las calles del país y que soportada en el legado del líder bolivariano nos sigue guiando por el camino de la emancipación y alertándonos de no bajar la guardia frente al enemigo histórico de los Pueblos: el imperialismo estadounidense y sus aliados.
Ese legado de humanidad, dignidad, soberanía e independencia está presente en el día a día de las venezolanas y los venezolanos; y su espíritu de combate nos impulsa para enfrentar victoriosos, en unión cívico-militar, las batallas que a diario libramos en defensa de nuestro derecho a la paz y a transitar, sin injerencismos de ningún tipo, el camino que hace 25 años decidimos.
Es la razón amorosa del Comandante Chávez, que lo mantiene vivo en el alma de los Pueblos y, pese a la pretensión de quienes tratan de acabar con su obra, nos sigue comprometiendo a mantenernos firmes hasta llegar, más temprano que tarde, al punto de no retorno de nuestra construcción socialista.
El Pueblo venezolano ha ganado en conciencia, organización y experiencia, ha aprendido mucho en este andar revolucionario desde que en 1998 hizo Presidente al Comandante Eterno; por lo que está inmunizado contra el engaño y la manipulación, y hoy se mantiene leal y firme en defensa de la paz, la soberanía, la independencia y la felicidad de nuestra Venezuela.
De allí que, estemos plenamente convencidos que a la par de la contundente demostración de auténtica vocación pacífica y democrática que las venezolanas y los venezolanos daremos una vez más al mundo, el Pueblo de Bolívar y de Chávez reafirmará su rechazo a quienes durante todos estos años han pretendido, apelando a la violencia, «incendiar» el país; en su afán por tratar de acabar con nuestra revolución.
Serán derrotados quienes desde el extremismo fascista, entreguista y antipatriótica han intentado de todo en pro de alcanzar el cometido antes referido: golpes de Estado, sabotaje petrolero, parlamentario y eléctrico, acciones violentas de calle (guarimbas), magnicidio en contra de las principales autoridades civiles y militares de la nación, incursiones paramilitares dirigidas desde los Estados Unidos e, incluso, una invasión militar disfrazada de “ayuda humanitaria” desde territorio colombiano. También, serán derrotados quienes desde la derecha extremista han participado de manera descarada en el robo de nuestros recursos y activos en el extranjero; y han propiciado la adopción de criminales medidas coercitivas y unilaterales que afectan a todo el Pueblo.
Una vez más, el Pueblo venezolano saldrá victorioso, demostrándole a los sectores antinacionales que no han podido ni podrán, y que seguirán encontrándose de frente con la férrea voluntad de las revolucionarias y los revolucionarios, de las bolivarianas y los bolivarianos, de las y los chavistas; de defender el legado de libertad y soberanía del Comandante Eterno, pese al chantaje y la presión del imperialismo estadounidense y sus aliados.
Hoy, la unidad, la conciencia revolucionaria y la pasión Patria, siguen siendo claves para triunfar en esta coyuntura y en las demás batallas que con toda seguridad nos corresponderá continuar librando a las venezolanas y los venezolanos; batallas que afrontaremos -como hasta ahora- llevando el morral de los sueños del Comandante Chávez a cuestas, frente a quienes pretenden detener la marcha victoriosa de la Revolución Bolivariana.
¡Con Chávez SIEMPRE Venceremos!!
Adán Chávez