Hágase una revisión del discurso e imágenes publicadas por algunos medios de comunicación tradicionales y de toda clase de plataformas informativas que pululan en el ciberespacio, y usted, lector de estas líneas, verá cómo se maquilla una conducta continua de traición a la patria, con la intención de transformarla carnavalescamente, y para hacerla encarnar en una sonriente señora de sociedad vestidita de yo no fui, o en la figura de un desvalido “desterrado”; incapaz de haber mandado a dar golpes y porrazos a protestones, cuando, en el pasado, ocupó posiciones de gobierno.
Se aprovecha la existencia del ciberespacio, del WIFI y del internet y más aún, del financiamiento que reciben agencias de desinformación disfrazadas de portales “noticiosos” de gobiernos, como el de Estados Unidos y Gran Bretaña, ambos hostiles a la misma humanidad, para tratar de que la población acepte sin mayor resistencia los puntos de vista de “periodistas, analistas, especialistas, defensores de los derechos humanos”; que muchas veces están en algunas de sus tantas nóminas secretas.
Así, quien atenta contra la vida de los enfermos renales, de los que padecen algún tipo de cáncer, de los niños que necesitan trasplante de médula; quien impide que el país se desarrolle con la normalidad en la que, digamos, pudo hacerlo Noruega después de la II Guerra Mundial; quien llame a la intervención y ocupación de nuestro país por parte de fuerzas armadas extranjeras; y quien le haga ojitos a militares, policías, o guarimberos criollos; para conspirar y tomar el control del Estado mediante el uso de la violencia, es sometido a un tratamiento de belleza que convierte al victimario en víctima.
Entonces “la candidata presidencial de la oposición escogida en primarias”, no es quien es verdaderamente. No es que la señora pida el exterminio del contrario ni la llegada de los bombarderos estadounidenses. Tampoco es la misma que se hizo dueña de una pantomima electoral de la que no quedó ninguna evidencia de transparencia y participación. Y el exalcalde de Caracas experto en reprimir manifestantes de todas las edades, sectores y colores, no es quien sabemos que es y fue; sino que es un pobre ser sujeto a la “persecución transnacional del régimen”.