La semana pasada se llevó a cabo el día de América Latina y el Caribe en la ciudad de Stuttgart, Baden-Wurttembergt, República Federal de Alemania, iniciativa en la que participaron las Cámaras de Comercio e Industria del mencionado país en nuestra región y a la que fue invitado, por el capítulo Venezuela de esa organización, el Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista.
Alemania tiene un largo recorrido en materia de Formación Técnica Profesional pues las raíces de su modelo datan de la edad media. Y el éxito del mismo, que puede medirse, por ejemplo, en su alto grado de desarrollo industrial acumulado, en la baja tasa de desempleo general, más aun en el segmento de desocupación juvenil (6,1%) y en el alto índice de empleabilidad de las personas que optan por estudiar mediante este esquema, que en algunos casos alcanza 100%; como sucede con quienes reciben su certificado de aprobación en la Escuela de Colores y Diseño (Schule fur Farbe und Gestaltung) de la ciudad arriba mencionada.
Todo el que participa como aprendiz en la FTP consigue una oferta de trabajo y casi siempre en la empresa donde se ha venido formando; generalmente desde los 16 años de edad. Entre otras razones el modelo funciona porque en su planificación, ejecución y financiamiento participan además de las cámaras empresariales, los sindicatos y los gobiernos estatales, junto con el gobierno federal. Y más en detalle en el mismo se respetan los principios de organización y planificación, tutoría y seguimiento del estudiante; a quien se le estimula para que en el proceso de aprendizaje se entrene en su capacidad para “ver, tocar y hacer”, bajo las normas del “orden, disciplina y limpieza”.
El sistema de selección se lleva a cabo mediante el interés del propio aprendiz, los cuales se identifican previamente, en la escuela, en procesos de estudio vocacional. También hay empresas que los detectan antes de terminar su ciclo básico de formación formal. Los estudiantes, una vez graduados, pueden formarse como maestros y luego como especialistas.
No cabe duda que la adopción de este modelo, con las adaptaciones propias que se requerirían tomando en consideración nuestras leyes e idiosincrasia, no solamente contribuiría al desarrollo económico e industrial del país, sino que además pudiese ser, a mediano y largo plazo, algo así como un antídoto anti bloqueo. Pues no hay que olvidar lo poco que valen las palabras que salen de la Casa Blanca.