Escucho a Miguel Truzman, coordinador de la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela, en una “entrevista” realizada por un periodista de Globovisión incapaz de hacer una pregunta que obligue a romper con un guión que justifica la matanza, el genocidio del gobierno sionista, nazi y militarista de Israel, ese Estado terrógafo inventado por la Inglaterra colonialista.
Este asiduo invitado del canal citado se sintió de lo más cómodo, porque no encontró argumento contrario alguno, ante sus justificaciones absurdas con las que pretende (tal vez para aplacar su conciencia) explicar, como lo haría cualquier camisa parda de la era hitleriana o camisa negra de los tiempos del Duce Mussolini, la necesidad de “decapitar a la cúpula de Hamas”, sin importar lo que definió como “incidentes”, esos que ya suman más de 10 mil 500 fallecidos, de los cuales (al momento de escribir esta columna) casi más de 4 mil son niños. Claro, este asunto ni siquiera fue mencionado ni por el lobo vestido con piel de oveja, ni por el ancla cómplice por ignorancia o omisión de tales barbaridades.
Truzman repitió en distintos momentos que Israel es tan pero tan bueno que antes de bombardear envía mensajes de texto a los palestinos (desarmados, hambrientos, sedientos, bloqueados e incomunicados) para que estos puedan tomar sus previsiones. Según este genio de la comunicación asertiva “se han enviado 4 millones de MSM” porque esa potencia ocupante, extensión de los Estados Unidos en el Medio Oriente, ha hecho todo lo posible por el “beneficio y la tranquilidad del pueblo de Gaza” . El señor llegó a afirmar que el gobierno de Netanyahu cumple “100 por ciento con el derecho internacional”.
Ojo, no critico a Globovisión por darle un espacio para que cualquiera, así sea esta clase de gente que trata de maquillar el horror. Todo lo contrario. Que eso suceda es un hecho más que desmonta el cuento de la existencia de la férrea dictadura venezolana. Aquí habla Truzman y no pasa nada. En contraste, en la democrática Europa se prohíbe manifestar públicamente en favor de Palestina.