En Venezuela se inventó un camino para lograr una sociedad alternativa al capitalismo por la vía más difícil: la pacífica y electoral.
“¿Ustedes saben por qué Estados Unidos se ha declarado enemigo nuestro y ha declarado que Venezuela es un peligro inminente para su seguridad?”, se preguntó el exfiscal general y embajador de Venezuela en Italia, Isaías Rodríguez, durante la inauguración de Venezuela Mujer Productiva, que se realizó el pasado miércoles 23 de mayo.
Y respondió: Algunos consideran que la obsesión por Venezuela es por la sed que tiene el imperio por el petróleo venezolano. Ciertamente, los países imperiales han invadido el norte de África y parte de Asia buscando apoderarse del petróleo, y no hay que olvidar que los más grandes yacimientos de crudo del planeta están en Venezuela. “Ellos quieren apoderarse de nuestro petróleo. Pero buscan algo que no está en Iraq, tampoco en Libia, ni en Siria, porque nosotros le dimos solidaridad al petróleo”, reflexionó el exfiscal general.
“El pueblo no se rebela ni contra el gobierno, ni contra el presidente, porque sabe que este es su proyecto, que no hay otro proyecto y que no va a venir ningún otro proyecto después de este”
El petróleo venezolano ha llegado hasta Cuba, a las islas del Caribe, a Ecuador, Bolivia, Uruguay, “pero no como un producto comercial, sino como una expresión de solidaridad, de afecto, de amistad, con la intención de construir unidad, integración, de darle sentido e identidad a América Latina, por eso vienen por nuestro petróleo”.
Pero también desean borrar el legado de Chávez, porque el Comandante construyó una Revolución, no solo para Venezuela, edificó una propuesta para Latinoamérica y para el mundo.
En Venezuela se inventó un camino para lograr una sociedad alternativa al capitalismo por la vía más difícil: la pacífica y electoral.
No obstante, el país vive circunstancias que tratan de desviarnos hacia la violencia, porque Estados Unidos le tiene miedo a este tipo de Revolución, porque “nosotros nos hemos convertido en una referencia revolucionaria distinta, nueva, moderna, que puede ser perfectamente asimilada por Europa y por toda América Latina”.
El imperio también le teme a la alianza cívico-militar, porque en ningún otro lugar del mundo se ha instaurado una Revolución de este signo.
Señaló que en América Latina es imposible la estabilidad frente a los Estados Unidos si no existe un soporte de defensa militar que enfrente al inmenso poderío bélico que concentran las fuerzas que se oponen a la Revolución Bolivariana.
“Posiblemente no podamos pelear con los Estados Unidos porque tienen el más grande componente bélico del mundo, pero para enfrentarlo tenemos al pueblo, las mujeres, los jóvenes, tenemos la dignidad, y con la dignidad se pueden hacer cosas que no logran los Estados Unidos, lo logró Vietnam y lo logró Cuba”.
Destacó la referencia histórica de libertad del pueblo venezolano. “Nosotros tenemos a Simón Bolívar como referente, como padre de América, como padre de Venezuela, como Libertador del mundo, con todas esas referencias ni los Estados Unidos, ni las huestes internas que trabajan para sus servicios y que están pagadas por ellos, podrán derrotar un proceso en donde el pueblo tiene un proyecto político”… Para seguir leyendo, obtén la edición impresa del CuatroF.
Verónica Díaz Hung