Este 8 de septiembre, el presidente Maduro arribó a China, en su cuarta visita oficial, con el objetivo de fortalecer los lazos de cooperación y la construcción de la nueva geopolítica mundial. En este nuevo encuentro bilateral el mandatario venezolano pone sus mejores esfuerzos en pro de la consolidación de una visión multipolar multicéntrica; trazada desde la llegada de la Revolución, por el Comandante eterno Hugo Chávez.
Mientras eso ocurre, la excrecencia mediática de la ultraderecha criolla, dentro y fuera del país; con vano afán intenta minimizar el impacto de la gira presidencial; a la vez que reedita las agresiones desde Guyana contra el territorio del Esequibo en disputa.
Para nadie es un secreto que, para los EEUU, UE, UK, el fortalecimiento y la consolidación del multilateralismo y el desarrollo de China, son los enemigos a vencer para el occidente arrastrado al imperio; y siendo el Presidente Maduro uno de sus propulsores desde la América latino-caribeña, la reacción del imperio apunta a crear situaciones bélicas que desalienten la inversión que se espera en Venezuela por parte de los empresarios del mundo libre.
En ese sentido, la tesis del ataque multifactorial, cobra fuerza y a tenor de su validación en los hechos acaecidos, basta inventariar los hechos en contraste a los logros que, a pesar de las criminales medidas coercitivas del imperio en contra de todos los venezolanos, ha obtenido el gobierno bolivariano en materia de alianzas para desarrollar sus potencialidades.
Ahora bien, el discurso mediático occidental, expone a esta nueva agresión de Guyana contra Venezuela, como un acto inocente del gobierno guyanés que alude al supuesto “derecho” que dicho país tiene de explotar lo que para ellos es su territorio; a pesar de estar en disputa.
Así, el mandatario de ese país aseguró este martes; que Guyana tiene derecho a desarrollar sus recursos en cualquier parte de su territorio, después de que Venezuela rechazó la reciente licitación de bloques petrolíferos en la zona en reclamación.
Por su parte, el presidente Nicolás Maduro calificó de “ilegal” la ronda de licitación; porque Guyana está ofertando un área marítima que se encuentra dentro de la zona en disputa entre ambos países, un territorio de 160.000 kilómetros cuadrados. Situación que no es nueva, pues el Estado guyanés insiste en tomar por asalto el territorio reclamado por Venezuela, situado al oeste del río Esequibo.
Es de hacer notar que Guyana tiene el respaldo manifiesto de las transnacionales petroleras de los EEUU, además de que, reiteradamente, sus gobiernos se han prestado a las continuas agresiones del imperio en contra del país. Hoy nuevamente amenazan a Venezuela y, flagrantemente, su gobierno insiste en invocar derechos que no le corresponden, con el fin de victimizarse y construir un relato de agresión por parte de Venezuela.
En ese sentido, esta agresión contra Venezuela por parte de Guyana, de entrada, se inscribe en el marco de una guerra multifactorial, que insiste en provocar, por una parte, un conflicto entre los dos países con el fin de tomar las inmensas riquezas petroleras y minerales que le son propias y por la otra desestabilizar la región latino caribeña para impedir el desarrollo de la multipolaridad, talón de Aquiles de los derruidos imperios.
Nuestra revolución es pacífica y el gobierno revolucionario hará valer nuestra razón anta la justicia en todas las instancias que sean necesarias, y en consecuencia no se doblegará ante ninguna amenaza.
El llamado es a todos los venezolanos independientemente de su parcialidad, política, religiosa o de posición social. El Esequibo es Nuestro.