Bajo la dirección del Partido Comunista Chino (PCCH), se acaba de aprobar el XIV Plan Quinquenal que regirá las líneas estratégicas del desarrollo chino.
Entre los elementos mas importantes del plan destaca el despliegue de la ciencia y tecnología como motores fundamentales del crecimiento a través del incremento en un 7% anual del gasto en investigación y desarrollo. La productividad será la base para el despliegue de las fuerzas productivas.
La economía de mayor expansión en las últimas décadas, como resultado de los históricos procesos de Reforma y Apertura iniciados hace 40 años, crecerá este año en un 6%, lo que en medio de la pandemia luce como una verdadera hazaña. Ya en el pasado año 2020, cuando la economía mundial se vio seriamente afectada por los estragos del Covid19 e, incluso, los EEUU se vieron sumergidos en la mayor crisis desde la Gran Depresión de los años 30, la economía China creció en un sorprendente 2,3%.
Otro elemento destacado del plan, es que la economía doméstica jugará un papel cada vez más importante en el desarrollo. Hasta el momento, las exportaciones constituían la fuerza fundamental del crecimiento. Ahora se plantea la necesidad de un modelo más independiente de la coyuntura internacional y, simultáneamente, el objetivo de elevar los ingresos de la población hasta alcanzar, lo que han definido, una “sociedad modestamente acomodada”. Mayores ingresos en la población le imprimirán mayor dinamismo a la demanda interna con su correspondiente impulso al crecimiento.
En cuanto a las exportaciones, que seguirán jugando un papel clave, el énfasis fundamental se pondrá en los servicios, en contraste con el pasado, cuando dominaron las manufacturas. Con ello, la economía china se une a la tendencia marcada por las economías más desarrolladas en el comercio internacional.
Este desarrollo económico apuntará a la elevación del ingreso de la población, la reducción de las desiguales y la lucha contra la pobreza. De hecho, las autoridades chinas anunciaron la superación de la pobreza extrema al sacar de esa situación a más de 100 millones de personas en los últimos 8 años, especialmente, en las zonas rurales del país.
La educación, la salud y la seguridad social estarán en el centro de las políticas sociales de la RPCh, que se sostendrán sobre la base del portentoso desarrollo productivo.
Además de la dimensión social, el crecimiento económico de calidad estará determinado por la sustentabilidad ambiental del plan quinquenal. La sustitución de los combustibles fósiles por energía limpia será un rasgo esencial del plan, elevando el compromiso de la RPCh en esa tarea de principal relevancia para la humanidad.
En cuanto a la defensa de la nación, las tensiones desatadas por el gobierno estadounidense y su política antichina de amenazas, ataques y sanciones violatorias del derecho internacional, exige el fortalecimiento militar de la RPCh a través del incremento del gasto militar. La política de paz china debe sostenerse sobre una sólida base militar capaz de disuadir los planes del imperialismo yanqui
En síntesis, este plan quinquenal será de gran impacto no solo para el pueblo chino, sino para toda la humanidad en razón de las gigantescas dimensiones de esa economía y la dinámica que desata su desarrollo.
Este plan demuestra la superioridad de las políticas y métodos socialistas, dirigidas en este caso por el PCCh, sobre las perspectivas del mundo capitalista, sumergido en una brutal crisis económica, sanitaria, social y política.