Los gobernantes de la alianza alertaron sobre las maniobras de las fuerzas imperiales y oligárquicas en Argentina y Perú
Consolidarse como instrumento de unión de los pueblos y fortalecer a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en su rol de mecanismo genuino de diálogo y concertación política acordó la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), en la reunión cumbre celebrada en La Habana, Cuba, el 14 de diciembre.
El encuentro de jefes de Estado y de Gobierno sirvió para conmemorar el 18º aniversario del ALBA-TCP, una iniciativa fundada por los comandantes Fidel Castro Ruz y Hugo Chávez Frías.
En la actualidad forman parte del ALBA-TCP Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, San Vicente y las Granadinas, Dominica, San Cristóbal y Nieves, Antigua y Barbuda, Santa Lucía y Granada. Entre los mandatarios presentes se contaron el anfitrión Miguel Díaz-Canel; el boliviano Luis Arce; el nicaragüense Daniel Ortega; el venezolano Nicolás Maduro; y los primeros ministros de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves; y de Dominica, Roosevelt Skerrit.
En su Declaración Final, los gobernantes reiteraron su compromiso con el desarrollo y el bienestar de las naciones integrantes de la alianza, así como con la defensa de la soberanía nacional sin injerencias externas.
“Rechazamos los postulados de la Doctrina Monroe, de naturaleza colonizadora e injerencista, usados para justificar acciones desestabilizadoras e intervencionistas en América Latina y el Caribe y reivindicamos la dignidad nacional de nuestros pueblos y el ideario emancipador de los próceres y padres fundadores de América Latina y el Caribe”, expresa el documento.
Contra las maniobras de “cambio de régimen”
Los mandatarios rechazaron los planes y acciones desestabilizadoras impulsadas por poderosos factores externos y oligarquías nacionales que han logrado o intentan desconocer la voluntad de los pueblos de América Latina y el Caribe, expresada de manera democrática y legítima en las urnas.
“Denunciamos la utilización de estrategias de guerra no convencional contra los gobiernos y líderes democráticamente elegidos de la región, mediante el uso de los procesos judiciales políticamente motivados y sin sustentación jurídica (lawfare), para destruir rivales políticos e ideológicos, al tiempo que condenamos la manipulación con fines políticos y desestabilizadores de los derechos humanos, las campañas de propaganda y desinformación, el uso malicioso de las tecnologías de la información y la comunicación, los ataques cibernéticos, entre otros métodos que lesionan la soberanía y la voluntad de los pueblos”.
De manera concreta, repudiaron las acciones judiciales políticamente motivadas contra la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, líder clave de los procesos de integración de América Latina y del Caribe; expresaron apoyo al presidente Luis Arce Catacora y al pueblo boliviano contra los intentos desestabilizadores y reconocieron su determinación de defender el proceso de la Revolución democrática y cultural.
Venezuela: apoyo al diálogo y rechazo a la agresiones
“Saludamos la histórica firma del Segundo Acuerdo Parcial para la Protección del Pueblo Venezolano, así como el amplio diálogo y acuerdos impulsados por el presidente Nicolás Maduro con los diferentes factores de oposición política que corrobora el valor de la diplomacia bolivariana de paz a favor del bienestar de las y los venezolanos; al mismo tiempo que rechazamos la imposición de las criminales e ilegales medidas coercitivas unilaterales, violatorias de los derechos humanos, los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional y abogamos por el levantamiento inmediato de tales medidas que obstaculizan el derecho al intercambio comercial, económico con otros Estados e impiden el derecho al desarrollo”.
Solidaridad con Nicaragua y Cuba
En relación a Nicaragua, los jefes de Estado reiteraron la “solidaridad al comandante presidente Daniel Ortega Saavedra y al valiente pueblo nicaragüense frente al acoso permanente, las medidas coercitivas unilaterales aplicadas, las campañas de desinformación y las acciones injerencistas del gobierno de los Estados Unidos contra la soberanía nicaragüense”.
En torno a Cuba, “reclamamos una vez más al gobierno de los Estados Unidos, un cambio de su política hostil hacia la hermana República de Cuba que contemple el fin inmediato y sin condiciones del bloqueo económico, comercial y financiero; el cese de las acciones subversivas, ilegales y encubiertas, incluidas aquellas que emplean las tecnologías de la información y las comunicaciones, que violan la soberanía y el derecho de los pueblos a la autodeterminación; así como el fin de la absurda e injustificada inclusión de la República de Cuba en la espuria y arbitraria lista de Estados patrocinadores del terrorismo del Departamento de Estado”.
El caso peruano: apoyo a Castillo
La Cumbre también se pronunció sobre la situación actual de Perú. “Rechazamos el entramado político creado por las fuerzas de derecha de ese país en contra el presidente Constitucional Pedro Castillo, obligándolo a tomar medidas que fueron luego aprovechadas por sus adversarios en el parlamento para destituirlo; repudiamos la represión por parte de las fuerzas del orden contra el pueblo peruano que defiende a un gobierno elegido en las urnas y hacemos un llamado al diálogo, el entendimiento y la cordura de todos los actores políticos, económicos y sociales de la República del Perú, así como alzamos nuestra voz para que se garanticen los derechos fundamentales de este pueblo hermano.
Siempre por la paz
Los mandatarios del ALBA-TCP también hicieron votos a favor de la paz y el diálogo en otras naciones de la región:
“Exhortamos a la solidaridad internacional con el hermano pueblo de la República de Haití, mediante mecanismos de cooperación y transferencia de recursos y tecnologías, sobre la base del pleno respeto a la soberanía y la autodeterminación”.
“Saludamos la reinstalación de la mesa de diálogos de paz entre el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional, en el que dos Estados miembros del ALBA-TCP se desempeñan como garantes y sedes alternativas”.
Nuevo secretario ejecutivo
La Cumbre agradeció al boliviano Sacha Llorenti por el trabajo realizado al frente de la Secretaría Ejecutiva del ALBA-TCP desde 2020 y saludó la designación del venezolano Félix Plasencia González, como nuevo secretario ejecutivo del ALBA-TCP.