Desde El Litoral
Por Marcos Meléndez
Dado que la oposición venezolana se auto destruyó, y que, todo gobierno normal necesita tener una oposición, voy a escribir algunas líneas sarcásticas a ver si defiendo a Juancito trucupey y me pichan algo de lo que le saquearon a CITGO.
La oposición está tan metida en su interminable laberinto, que uno termina echándoles un cable. En este sentido, paso a nombrar algunos aportes de Juanito que anda inventando lavativas para ver “si queda fijo” en el cargo de presidente interino vitalicio en la nómina de Biden, una vez que entregue Trump. En este caso –y como él no lo ha hecho- les dejo algunos tips de sus aportes a modo informe de gestión.
La reunificación de chino y nacho
Quienes tripeamos en la radio con el romantiqueo de “me voy enamorando” y “andas en mi cabeza” nos entristecimos cuando Chino se peleó con Nacho. Nunca logramos obtener información oficial, pero las versiones sobre la separación al parecer eran políticas. No sabemos si fue que pelearon porque uno de ellos se le olvidó a cuáles fiestas asistían, en cuáles yates se montaban y de quiénes eran panas antes de ser famosos en los mayamis. Hay otra versión en la que se dice que era un acuerdo para poder atender a ambos públicos. Uno se quedó dando conciertos y películas para los chavistas y el otro para los escuálidos del Doral.
Lo cierto es que gracias a Guaidó, estos panas se reconciliaron en un concierto allá en Colombia. Un evento que pretendió ser como el Live Aid de 1985 a beneficio de Etiopía y Somalia, supuestamente para obtener un dinero con el que nos enviarían ayuda humanitaria a las venezolanas y venezolanos que sufrimos víctimas del rrrrégimen. Pero, con la diferencia de que no vinieron artistas del nivel de Freddy Mercury sino famosos venidos a menos musicalmente hablando, como Miguel Bosé y Ricardo Montaner. Allí, Chino y Nacho cantaron juntos de nuevo. El hecho de que el dinero generado en el evento se lo hayan robado al diputado Freddy Superlano en un hotel cucuteño donde las prostitutas -y prostitutos- que contrató, lo drogaron con burundanga, es sólo un efecto colateral que no puede empañar la alegría de haber visto a estos artistas juntos en tarima otra vez.
La creación del cargo de presidente interino
En Venezuela podemos recordar cuatro grandes prosas del mundo jurídico: El título de abogada que le dieron a Blanca Ibáñez (por favor los más jóvenes buscar en google) en Octubre de 1986 graduándola sin haber cursado estudios en la promoción “Jaime Lusinchi”, el indulto presidencial otorgado por el Dr. Ramón J. Velázquez a un famoso narcotraficante, el decreto de Carmona Estanga en Abril del 2002 en el que disolvía –eso sí, democráticamente- todos los poderes públicos dejando con poderes plenipotenciarios al Presidente de Fedecámaras para dirigir el país; y, la joya de la corona: La creación del cargo de presidente interino vitalicio de Juan Guaidó. Este último gran aporte a la historia del derecho comparado en nuestro país, es una figura en el que un diputado electo con 90 mil votos en un circuito local, se auto proclama Presidente de la República porque no le gustan los resultados de la elección presidencial ni los más de seis millones de votos que obtuvo Nicolás Maduro. Todo esto con el argumento legal de que está avalado por el Gobierno de Estados Unidos.
Estos aportes jurídicos (El título de Blanca Ibáñez, el Indulto de Ramón J. Velázquez, el decreto de Carmona y la auto proclamación de Guaidó) fueron redactados por los mismos grandes catedráticos venezolanos que son mentados en las facultades de derecho como genios jurisconsultos que, entre bilis, whisky y reconcomios escriben artículos desde España, Francia o Estados Unidos -donde viven su exilio- criticando la ley anti bloqueo o la ley de los consejos comunales.
Un nuevo sistema electoral
Teniendo como antecedentes la experiencia de “Súmate” Juan Guaidó creó un nuevo sistema electoral, más rápido y sin elementos burocráticos como la huella digital o la firma.
En este sistema, usted desde su casa se mete en un grupo de telegram o en una aplicación y coloca sus datos (bueno, los suyos o los de cualquiera) y contesta unas sencillas preguntas: ¿Usted está de acuerdo con el cese de la usurpación? ¿Está usted de acuerdo con un gobierno de transición? ¿Quiere usted elecciones libres?
Para probar la seguridad de sistema, me metí en la aplicación, donde iba mi nombre coloqué el de mi abuela, donde iba el número de cédula, puse el número de mentadas de madre que le he echado a Guaidó y contesté las preguntas.
Luego fui a dos plazas, una con la cédula de un primo mío que es escuálido y otra con un carnet de circulación de un vecino y voté dos veces más. Como no se necesitan detalles superfluos como huella digital o firma, y, después se quemaron los cuadernos para que el proceso sea más transparente y auditable, se podía votar todas las veces que usted quisiera.
De manera pues que a cambio de estos tres grandes aportes a la política y el derecho en Venezuela, le entregamos a Estados Unidos la corporación CITGO y el 99% de nuestros ingresos en divisas.
Quedan otros aportes guaidosianos como la reunificación de las hermanas Morillo, el relanzamiento de Franklin Vrirgüez, o la camioneta del novio de Roland Carreño que por razones de espacio y tiempo no profundizo en estos comentarios.
Lo bueno es que uno de los daños colaterales fue la ratificación de la unificación del chavismo, que aún estando lesionado, golpeado y en las peores condiciones económicas, se movilizó para firmar con el voto universal, secreto y directo dentro de un sistema auditable, moderno y jamás impugnado, la revocatoria de contrato de estos diputados y diputadas cuya inmunidad parlamentaria se vence el cinco de Enero… Tic, tac, tic, tac.
@marcosmelendezm