- El bloqueo ha ocasionado daños terribles daños económicos a nuestra nación. Esto, como era de esperarse y también era calculado por los ejecutores de este crimen contra nuestro pueblo, se traduciría en colosales dificultades para la población del país. Con esto, como lo han declarado los voceros más autorizados de la Casa Blanca, se pretendía el derrocamiento del gobierno bolivariano.
- El bloqueo se ha convertido en la causa fundamental de la mayor crisis económica de nuestra historia, en el principal obstáculo que impide el desarrollo del país.
- Después de las históricas victorias de la revolución bolivariana en el campo político, militar, internacional, diplomático, la tarea más importante de la agenda política nacional es la tarea en el campo económico: la recuperación productiva, la estabilidad macroeconómica; todo ello para poder aplicar en toda su extensión e intensidad las poderosas políticas sociales de la revolución bolivariana.
- El cumplimiento pleno de esta tarea pasa por superar el implacable impacto de las sanciones imperialista, tan ilegales como criminales. El bloqueo económico del imperialismo contiene un amplio espectro de agresiones. Una de las más notables es la incautación de los activos de la República en el exterior por un monto que supera los 25 mil millones de dólares, que incluye oro, empresas, dinero en cuentas bancarias, los DEG del FMI, etc.
- Las negociaciones en México, que se vienen realizando entre el gobierno bolivariano y la parte extremista de la oposición, han tenido para nosotros un punto de honor: la derogación de sanciones ilegales que atropellan de manera masiva y brutal los derechos humanos de nuestro pueblo.
- Estas negociaciones constituyen una demostración de la derrota estrepitosa de la política injerencista del gobierno de los EEUU y de las políticas terroristas de esa oposición, que siempre buscaron la violencia, el terrorismo y la guerra. Los acuerdos ahí logrados expresan el reconocimiento del daño terrible ocasionado a nuestro pueblo.
- La presión para el gobierno yanqui y sus operadores políticos en el país es inmensa, porque con el mantenimiento de las sanciones se hunden políticamente. Hay un enorme retroceso de los factores promotores de la política de bloqueos con los importantes cambios geopolíticos latinoamericanos.
- Además, se produce una crisis energética global creada por la aventura de la OTAN en Ucrania y las sanciones a Rusia, que obliga a la Casa Blanca a desmontar las sanciones contra nuestro país. Se trata de una enorme hipocresía. Repentinamente, a un país agredido y difamado sistemáticamente se le otorgan condiciones para poder producir su crudo, un derecho que jamás debió haber sido confiscado.
- Los acuerdos alcanzados en México apuntan a dos direcciones. Por una parte, la liberación de tres mil millones de dólares secuestrados en el exterior para atender las inversiones en los servicios de electricidad y agua, así como en salud y educación. Para nosotros, lo más relevante de esto es que podremos atender las necesidades urgentes de nuestro pueblo y, adicionalmente, responder a los requerimientos del crecimiento económico.
- Por otra parte, se la ha permitido a la Chevron retomar su actividad productiva en el país. Esto es clave, porque la recuperación productiva interna depende en un elevadísimo grado del incremento de la producción petrolera. Con seguridad, autorizarán a otras empresas.
- Queda demostrado que solo derrotando al imperialismo, se le puede arrancar concesiones. Este nuevo escenario de paz, entendimiento, mayores oportunidades de crecimiento de la economía y bienestar social, es una victoria de la tenacidad de la política de diálogo del presidente Nicolás Maduro, del heroísmo de nuestro pueblo, de la fortaleza de la unión cívico-militar, del abnegado trabajo de nuestro PSUV.