Por: Alexis Milano
Domingo, 14/06/2020 07:31 AM
Despreciable señor:
Luego de los saludos de rigor, paso seguidamente a hacer de su conocimiento algunos aspectos de nuestro Pueblo, que usted no conoce o deliberadamente quiere desconocer, así como conductas por usted desplegadas, de las que cree o pretende creer, que nadie conoce.
Luego de 15 largos meses, de haber sido electo usted, democráticamente como presidente interino de Venezuela, por el gobierno norteamericano, nuestro Pueblo y también amplios sectores de la oposición que usted representa, han verificado que usted no gobierna en ninguna parte y tan solo se trata de una idea que le ha sido inoculada con el fin último que quien le ha designado en tan etéreo cargo, pueda apoderarse de recursos naturales valiosos que son exclusiva propiedad de todos los venezolanos, a cambio de hacer realidad el sueño de pasar de su condición de presidente interino a la de Presidente Constitucional. Es así, como en su extraordinaria vanidad y ambición, cree haber sido electo por el gobierno gringo, por parecerle superior a cualquier otro miembro de la jauría que le acompaña en la oposición al gobierno revolucionario. Si esa es su opinión, que por cierto, mantiene en todas sus actuaciones, mi obligación es aclararle, que en nuestro pueblo está consolidada la creencia, que usted fue electo porque los gringos buscaban a alguien menos torpe que Capriles, que Leopoldo López, que María Corina, que Julio Borges, entre muchos otros, pero que antes de los primeros seis meses de su gobierno interino, ya los gringos habían advertido que se equivocaron en la elección. Tan es así que se equivocaron, que han requerido la más intensa ayuda del Secretario General de la OEA, para mantenerle a flote y como punta de lanza para su proyección personal en la agotada y complaciente Europa, todo ello, sin incluir el aporte del Grupo de Lima y la inestimable y directa colaboración del gobierno colombiano.
Sabiendo también nuestro Pueblo, que jamás se calaría otro nombramiento para usted, ahora como presidente constitucional, comenzó a prepararse de acuerdo a sus posibilidades, para los peor: intentos de golpe de estado, sanciones económicas unilaterales e intervenciones armadas de fuerzas mercenarias o extranjeras en nuestro territorio. Todas los medios anteriores de uso de la fuerza, hasta el sol de hoy, han fallecido al nacer, con excepción del uso de la fuerza económica, que habiéndose iniciado en el gobierno de su anterior jefe Obama, se han incrementado en intensidad y severidad, con su nuevo amo, Perro Amarillo Trump. Es así como nuestro Pueblo sabe con precisión, que es un acto de cobardía, vileza, ambición, miserableza y oprobio de parte de usted, que no pueda tener acceso a alimentos, medicinas, materias primas, repuestos e insumos para los sectores industriales, además de impedir, dificultar o entorpecer la más importante fuente de ingresos, como lo es la producción y exportación de petróleo, y todo sin incluir la pérdida del poder adquisitivo de nuestra moneda, como consecuencia de un muy elevado y planificado, incremento de la inflación. Todo ese padecimiento masivo, que afecta a los sectores más pobres y a los que con la situación creada, se han hecho más pobres, tiene lugar simplemente porque usted quiere ser Presidente Constitucional, lo que a su vez, aseguraría la riqueza venezolana, en manos de su amo imperial. Quizás usted abriga la esperanza que el Pueblo le agradezca la solicitud de imposición de sanciones a nuestro país, con la peregrina idea que cuando el Pueblo haya llegado al punto de quiebre, al que se ha planificado llevarle, entonces los días de Nicolás Maduro, estarían contados. Ese es su pensar que coincide con uno de los escenarios del plan imperial. Pero lo que usted bien sabe y pretende ignorar, es que usted y el grupo de sus vasallos que le acompañan, pasarán a la historia negra, al ser el único caso en que un grupo de connacionales solicitan se aplique a su propio país, medidas coercitivas económicas, sanguinarias, asesinas e inhumanas. De eso y no de otra cosa, es que rendirá usted cuentas a éste Pueblo, sin importar cuán multimillonario sea usted en ese momento de rendir cuenta, pues al fin y al cabo, necesitará de dos o tres reencarnaciones, para gastar todo cuanto ha robado a su país.
De tal modo entonces, que si bien a usted le ha resultado muy fácil, desconocer y permitir que se desconozca al presidente que reelegimos en el 2018, como también han desconocido al Tribunal Supremo de Justicia, al Consejo Nacional Electoral, y a cualquier otro órgano o institución nacional o extranjera, que adopte decisiones , que impidan o dificulten su sueño presidencialista, quizás es ello lo que le hace pensar, que el nuestro es un Estado sin Pueblo, razón por la cual le ignora o igualmente desconoce. Ignore tanto como pueda, no hay problema alguno, además que usted mismo sabe cuán ignorante es, pero lo que no puede usted olvidar, ni ignorar, es que ese Pueblo al que tanto desprecia, le estará esperando. De eso no le quepa la menor duda.
Por otra parte, sabía usted muy bien, que Colombia, Perú y Ecuador, no tenia las condiciones de bonanza económica para permitir a venezolanos, competir por la ocupación de puestos de trabajo en esos países, tanto más cuando las importaciones de productos de esos países por el Gobierno Venezolano, había descendido a niveles históricos y en algunos casos, ya había cesado. Pero el plan de fomentar el éxodo de Venezolanos, además de facilitar la campaña mediática de ciudadanos en condición de «refugiados» que huían del régimen del Presidente Maduro, tan solo era el medio para crear la corriente de opinión de la existencia en Venezuela, de una insuperable crisis humanitaria, que justificaría no solo la invasión armada de nuestro país y el derrocamiento del gobierno, sino que además de tal crisis artificial, se recibirían cantidades reales de recursos financieros, que hasta el presente, solo usted sabe el destino que se le ha dado. Es verdad, que por sus propios medios cognitivos, jamás habría concebido y menos ejecutado, el plan del éxodo, pero en ningún momento tal limitación personal, constituyó obstáculo alguno, pues para eso existía y estaba disponible la permanente dirección de su amo, Perro Amarillo Trump, como la asistencia incondicional de dos eructos de la historia, como lo son Iván Arrastrado Duque y el Paralitico de Nuestra Señora de París, que funge como presidente de Ecuador.
Es necesario recordarle, que además de la saña con la que serían aplicadas las sanciones económicas contra el Pueblo Venezolano, sabía usted que se trataba de un actuar sobre seguro, pues en más de 40 años, la ONU no ha declarado por primera vez, la ilegalidad de las sanciones unilaterales que aplica EEUU, pues la Carta de la ONU no permite, ni prohíbe expresamente a ningún país, la aplicación de tales sanciones unilaterales, salvo las que autoriza y aplica la propia ONU. De allí la necesidad del gobierno gringo de comprar a la OEA, por intermedio de Almagro. Ello resultaba vital, pues la Carta de la OEA, si prohíbe expresamente tanto la injerencia, como el uso de sanciones económicas, y mucho menos si tienen como propósito cambiar un régimen de gobierno, u obtener ventajas de cualquier naturaleza, como lo exigen los artículos 19 y 20, de dicha Carta. Es así que usted conocía la totalidad del plan, pues Almagro no ha sido sino uno más de los administradores de un club cuyo propietario es el gobierno de los EEUU, y en el que una parte importante de los socios, deben al dueño, la más abyecta subordinación y pleitesía. Es ello lo que explica la imposible aplicación a favor de Venezuela, de los artículos 19 y 20 de la carta de la OEA. Justamente por eso y por razones de dignidad, es que abandonamos ese club, pues no nos consideramos subordinados de nadie. Sepa usted, señor Guaidó, que hemos tenido conocimiento que en su reciente visita a la casa blanca, al igual que a todos los venezolanos que han sido atendidos por Perro Amarillo Trump, también a usted le fue preguntado: ¿Qué carajo les circula por las venas a esos venezolanos, que no encuentro sanción con la que pueda doblegarlos?. Usted y sus antecesores visitantes de la casa blanca, guardaron silencio. No se atrevieron a dar respuesta a la pregunta que les fue formulada, pese a conocerla muy, pero muy bien, que a los venezolanos le circula la sangre de Guaicaipuro, de Túpac Amaru, de Bolívar y de Chávez, también, además que solo respiran dignidad. Y usted y los demás, no respondieron por temor. Por temor a que Perro Amarillo, repreguntara: ¿y a ti que carajo te circula por las venas, traidor de mierda?
Si bien el Pueblo de Venezuela, hoy padece con gallardía los efectos de las sanciones, incluso sin saber durante cuantos años serán aplicadas, quisiera recomendarle que se quede quieto en la Embajada en la que al parecer se encuentra enconchado, pero tenga usted por seguro que se arrepentirá de haber nacido, si sus amos imperiales encaminan sus botas y sus pasos hacia estas tierras, no solo porque bastantes montañas y bastantes selvas hay aquí, sino además porque cuando decidimos defender esta Revolución en todos los terrenos, es en todos los terrenos.
Para terminar, no queda sino manifestarle mi deseo de conocerle personalmente, que espero suceda pronto, aunque para ello sea necesario movilizarme hasta la cárcel de Tocoron.
NO PODEMOS ESPERAR QUE NUESTRA REVOLUCIÓN SEA PERFECTA, PARA HACERLA IRREVERSIBLE.
CUATRO F/Alexis Milano/IM