“Las cosas hay que construirlas de verdad, esto es una acción fundamental y para finalizar el año debemos hacer una consulta.
Señores del mundo, el domingo 15 de diciembre, para conmemorar los 25 años de la Constitución, vamos a elecciones populares para elegir a los jueces de paz en los circuitos comunales del país”
Siete transformaciones, convertidas en temas esenciales para el avance y desarrollo de la República Bolivariana de Venezuela; mil 52 intervenciones; mil 634 propuestas en producto de jornadas nacionales de debate; 101.587 asambleas de base, a nivel nacional, con la participación de 36 millones de personas y más de 500 mil propuestas compiladas; son el gran balance del Congreso del Bloque Histórico cuyo primer capítulo cierra en momentos bisagra, puntos de inflexión no sólo para la patria, sino para la región y el mundo.
Y es que, si algo debemos puntualizar como elemento paradigma de todo este Congreso, es la firme, férrea e inquebrantable determinación de Venezuela, de sostener su independencia nacional y su soberanía ante cualquier amenaza o agresión; avanzando en temas concretos que fijen las miras en el desarrollo humano como centro estratégico del Proyecto Histórico Bolivariano, y consolidar fortalezas propias a partir de potencialidades que, de suyo, nos sacan del anclaje de factoría petrolera que ha sido buena parte de nuestro devenir como Nación.
De hecho, y ante el éxito de este Congreso, el presidente de la República, Nicolás Maduro Moros convocó un nuevo capítulo que vaya más a fondo en los asuntos debatidos y propuestos.
«Acuso recibo de las siete propuestas, escritas por el pueblo, que voy a ejecutar como plan de gobierno. Me atrevo a convocar a un segundo capítulo en caliente para definir la ruta y modelo organizativo para construir el gran modelo del Bloque Histórico; es una tarea vital que debemos tener para la consolidación de la fuerza de este bloque histórico (…) Tenemos la fuerza de la humanidad que nos apoya y tenemos que construir esto, este primer capítulo ha sido un gran éxito total”, ha subrayado el Jefe de Estado en la jornada final llevada a cabo desde el Cuartel de la Montaña.
Debemos destacar que las Siete Transformaciones que han sido trabajadas y fortalecidas en todo el proceso de debate, se convertirán en el eje articulador de la acción de gobierno y, por ende, serán las bases de la Ley del Plan de la Patria 2025 – 2031 que el Presidente de la República llevará ante la Asamblea Nacional.
Varias vertientes contienen dichas transformaciones. La primera de ellas es la de carácter económico para consolidar un modelo productivo, diversificado, de generación de riquezas, de producción propia y no dependiente de factores externos para su impulso. Aquí se han tomado hasta 18 políticas de acción que serán engranaje del objetivo estratégico previsto.
La segunda transformación, tiene que ver con la construcción de las ciudades humanas para el buen vivir, con 10 líneas de acción y un proceso de consolidación de políticas de ordenación territorial que permitan dotar de sustento a las mismas en cuestiones clave como la economía, la salud, la educación, el empleo, la movilidad humana, la recreación, la cultura, las expresiones tradicionales de cada ciudad, entre otros factores.
La tercera, tiene que ver con la definitiva consolidación de la paz a través de la seguridad ciudadana y la defensa del país, cuestión que es parte fundamental de la estabilidad republicana en tiempos donde la Nación ha repelido, con muchas heridas como consecuencia; pero incólumes en cada batalla, toda agresión externa y de operadores extremistas internos.
Ahora, dentro de los objetivos se plantea una política de cero tolerancia a las bandas criminales que azotan al país, el ataque certero al culto de la riqueza fácil, del culto a la banalidad farandulera, la pederastia, el culto a las drogas, el culto a las bandas criminales con todo lo que conlleva a este tipo de flagelos, especialmente en la juventud.
La cuarta transformación apunta con determinación en la recuperación concreta del Estado de bienestar del pueblo venezolano, máxima orientadora de la acción de la Revolución Bolivariana, que cuenta hasta con 27 líneas de acción que abarcan la máxima seguridad social. Sanación de las heridas de guerra, protección a las mujeres, los abuelos, avanzar en la recuperación del salario que se va logrando paulatinamente en el marco de un proceso sostenido de recuperación económica; la consolidación de la educación pública, la salud, la cultura; el relanzamiento de la Gran Misión Vivienda Venezuela y la Gran Misión Barrio Nuevo barrio Tricolor; entre otros aspectos relevantes para el desarrollo humano.
La quinta transformación contiene lo político, construir un nuevo Estado de democracia directa, participativa que impulse el protagonismo directo y el empoderamiento como bases para el desarrollo, y dónde las instituciones deben ser sólidas y cercanas a las demandas populares, a sus anhelos y proyectos, más eficientes, mas diligentes, más humanas.
Destaca en este punto la justicia de paz, cuya Ley fue aprobada recientemente por la Asamblea Nacional y sobre el cual el Jefe de Estado ha llamado a la elección, el venidero 15 de diciembre, de los primeros jueces de paz por parte de laa comunidades en aplicación del instrumento normativo.
En este sentido el Presidente Maduro ha decidido convocar a los otros Cuatro Poderes Públicos del Estado venezolano para la organización y realización efectiva de este proceso: “Las cosas hay que construirlas de verdad, esto es una acción fundamental y para finalizar el año debemos hacer una consulta. Señores del mundo, el domingo 15 de diciembre, para conmemorar los 25 años de la Constitución, vamos a elecciones populares para elegir a los jueces de paz en los circuitos comunales del país», aseveró.
Por su parte, la sexta transformación tiene que ver con el ecosocialismo, la defensa de los derechos de la madre tierra y las medidas que impacten concretamente en un cambio climático presente ya en nuestro mundo; con consecuencias de peligro para la vida humana.
Acá puntualizó el jefe de Estado, que ya hay avances en las acciones de reducción de carbono hacia la atmósfera, pero apenas es un paso de muchos más que son trascendentales para dar un cambio profundo.
Finalmente, la séptima transformación tiene que ver con la geopolítica y el papel de Venezuela en la construcción de un mundo multicéntrico y pluripolar marcado por una visión de desarrollo compartido, respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos y un profundo diálogo de civilizaciones, como pudimos presenciar por ejemplo en la reciente Cumbre de Kazán, del grupo BRICS+, del cual ya Venezuela es protagonista de primer orden.
Esta transformación contiene hasta seis líneas que no escapan de un contexto mundial convulso y de amenazas crecientes; no sólo para Venezuela sino para el conjunto de la región y la paz mundial que se ve soslayada por amenazas reales del uso de armas nucleares en torno a una escalada belicista que no parece tener parada.
Sobre esto último el Presidente advirtió el peligro de la reciente decisión de Francia, Reino Unido y EEUU de aprobar el ataque de Ucrania a Rusia con misiles de largo alcance: “El imperialismo ha entrado en una fase de locura”, al tiempo de convocar a todos a mantenernos alerta.
El presidente advirtió el peligro de la reciente decisión de Francia, Reino Unido y EEUU de aprobar el ataque de Ucrania a Rusia con misiles de largo alcance: “El imperialismo ha entrado en una fase de locura”, al tiempo de convocar a todos a mantenernos alerta
También fue precisa está ocasión para valorar el contexto de las amenazas y agresiones hacia la República Bolivariana de Venezuela, momento donde el Jefe de Estado dejó varios asuntos claros en el contexto de un tema esencial para lograr los objetivos previstos en el Congreso del Bloque Histórico. La paz y la independencia nacional por la cual estamos luchando a diario.
«Algunos creen que es un problema de un hombre (…). El imperialismo tiene un objetivo: destruirme, matarme, desaparecerme. Nosotros tenemos otro objetivo: vivir y vencerlos, vencerlos siempre (…) No pudieron ayer, no pueden hoy ni podrán mañana, ni jamás. No han podido ni podrán con esta fuerza de realidad, de verdad, con esta fuerza de revolución latinoamericana-caribeña (…) lo que siempre va a estar es la Revolución Bolivariana victoriosa y en el poder político, es el pueblo venezolano en fusión cívico-militar-policial. Eso va a trascender en las décadas, nuestra vida física y los siglos de los siglos, en un inmenso poder constructivo, liberador de nuestra Patria y de la Patria grande, nuestra América», sentenció el presidente de la República.
Sin lugar a dudas, ahora el paso es convertir todo el debate sistematizado en agenda de acción transformadora; pero además en un proceso de información, difusión y debate que haga valer el impulso del nuevo modelo de democracia, ahí, en lo concreto.
De hecho, expresión de esto es la invitación al Congreso por parte del presidente para seleccionar 30 delegados que ayuden a transformar las bases del Presupuesto Nacional para que éste vaya directo hacia las comunidades, al empoderamiento, al desarrollo e impulso de proyectos en concreto para la mejora de la calidad de vida, individual y colectiva de nuestro pueblo.
Asimismo, resultará necesario sistematizar este proceso y consolidar el esfuerzo de formación para caracterizar el papel de una República Bolivariana de Venezuela que ya no es la misma de hace treinta años atrás, al conocerse las potencialidades que poseemos y la disposición de su institucionalidad democrática y su pueblo de defenderlas de toda amenaza o agresión.
Es incuestionable que la Doctrina del Padre Libertador Simón Bolívar, exaltada en la irrupción política por parte del Comandante Hugo Chávez, señala el camino de la consolidación de una patria libre, soberana, independiente y desarrollada, cuyas bases morales, espirituales y materiales contienen elementos para concretar nuestra segunda y definitiva independencia, enfrentando victoriosos todo intento de recolonizarnos.
Por ello en el cierre de su intervención el Presidente Maduro manifestó con las palabras de aquel cierre del Discurso de Angostura, de 15 de febrero de 1819, donde El Libertador expresa:
«Dignaos, legisladores, acoger con indulgencias la profesión de mi conciencia política, los últimos votos de mi corazón y los ruegos fervorosos que a nombre del pueblo me atrevo a dirigiros. Dignaos conceder a Venezuela un Gobierno eminentemente popular, eminentemente justo, eminentemente moral, que encadene la opresión, la anarquía y la culpa. Un Gobierno que haga reinar la inocencia, la humanidad y la paz. Un Gobierno que haga triunfar bajo el imperio de leyes inexorables, la igualdad y la libertad».
Tenemos tareas en concreto. De nosotros, y no de más nada ni de nadie, depende el éxito de esta nueva etapa política.