Por Robert Galbán
De entre las mayores fortalezas de nuestra revolución resaltan su alta moral, su consustanciación como comunidad afectiva, su sentido de compromiso histórico y su consecuente disposición al combate en todos los escenarios. Entonces, resulta obvio que esas fortalezas funcionen tambien como blancos lógicos y pertinentes, para la intensificación del ataque criminal que vienen sosteniendo los enemigos de la democrácia popular.
Este articulo es una invitación a la sospecha; a mirar de otro modo algunos hechos que facilmente pueden percibirse como asuntos aislados, pero que se comportan como partes de un todo bien estructurado y en extremo melevolo. Lejos de presentar una verdad petrea, o una conclusión definitiva del fenomeno; este argumento se desarrolla a partir de conjeturas que buscan perfilar una estrategia dirigida a diezmar esas poderosas fuerzas subjetivas.
En las situaciones que serán enunciadas a continuación hay un evidente hilo conductor, una linea discursiva que dirige sus luces hacia la comprensión del momento actual, tan complicado como confuso. Ese eje articulador, viene dado por el ataque a las dinamicas comunicacionales como ejercicio militante, y es que, de un modo u otro, esa dimensión involucra sujetos y procesos diversos, que están marcando nuestra agenda politica inmediata.
Arranquemos recordando que a mediados de Julio-2020, Ellioth Abrahms develó su estrategia para avanzar en la desestabilización de Venezuela desde el ambito de lo comunicacional, diciendo que; «Washington está elaborando una ofensiva en el area de las comunicaciones para acabar con el regimen de Nicolas Maduro». Esa frase representa la primera punzada para tejer este discurso. Abrahams hizo de la radio el medio protagonista de su propuesta, emulando el modo en que Radio Martí funcionó contra la hermana Revolución Cubana. Resultó muy extraña esa apuesta de Abrahams por la radio porque, ese mismo día, Trump intensificaba su política de «maxima presión» para quedarse con la red Tik Tok.
Pero, los gringos dicen tanto por lo que hablan como por lo que callan. En palabras de la Camarada Ines Guzmán; era obvio que un medio como la radio no tendría la capacidad de penetración que hoy poseen las distintas plataformas 2.0; y que ese anuncio sobre el uso de la radio jugó a modo de «trapo rojo». Es decir, mientras pensabamos en la radio y en su impacto real, el ataque imperial se dirigía contra nuestros medios, contra las comunicadoras, los operadores mediaticos y las cuadros que destaquen como estrategas en el ambito de las comunicaciones.
Todo ello se inscribe en la implementación de las operaciones psicologicas tan denunciadas por «El Viejo» Carlos Lanz; un despliegue de acciones dirigidas a disminuir la potencia de nuestro ser colectivo, golpeandonos en nuestros referentes inmediatos. Ya no sería un golpe de alto perfil como el que se nos dio cuando asesinaron a Chávez; ahora se trata de atacarnos en nuestros afectos mas cercanos, en nuestras relaciones cotidianas, en nuestros referentes habituales. Aqui analizaremos algunos de ellos; los mas inmediatos en el tiempo y los mas emblematicos por su sospechosa ligazón en torno al ámbito de las comunicaciones.
La desaparicion de Carlos Lanz, arranca una cadena de acontecimientos que responden a lo enunciado en el parrafo anterior. Porque su falta nos pega muy duro y muy profundo, porque nos confunde y nos genera todo tipo de dudas y de sentimientos encontrados. Aquí se sostiene la hipostesis de que las fuerzas del uribismo tienen una responsabilidad evidente en este hecho y se sospecha del hampa paramilitarizada que acciona en los territorios del centro-norte-costero como operadores de esta acción. Los trabajos de Lanz sobre la amenaza que implica el gobierno colombiano, pueden darnos luces sobre lo que esta sucediendo y sobre las fuerzas que han operado para su desaparición.
Luego está el blackout informativo, diseñado para imponer solo la version narco-imperial de lo que está por ocurrir en Venezuela. Se han cerrado cuentas youtube y twitter de militantes revolucionarias y de diversos operadores 2.0, la de VTV y las de varias instituciones; se ataca a medios comunitarios y se evita la presencia de voceras del chavismo en los distintos canales internacionales. Del mismo modo, la reactivación de cableras de TV emblematicas, sin canales antihegemónicos en su menú de opciones se inscribe en esa jugada; canales como Rusia Today, Hispan TV, Telesur, e incluso VTV, han sido sospechosamente censurados en favor del «Plan Abrahams».
En esa misma linea de sucesos ligados al area de la comunicación, se suma el asesinato de Miguel Mejias, el pana SancochoPaguer. Nunca estará de más subrayar la labor de este cuadro en la potenciación de la comunicación popular y alternativa. Este crimen, tan doloroso, juega en la estrategia de desmoralizar a las bases jovenes del chavismo popular y se entiendería mejor si se considera como una acción de sicariato politico. Dada la multiplicidad de anomalías que lo determinan y las circuntancias confusas que lo rodean, este caso parece diseñado para convertirse en un «cangrejo» y eso resultaría muy conveniente para los planes de Washington.
Carlos y Sancocho tenian al estado Aragua como territorio de accionar habitual, el mismo territorio del trén hamponíl; ambos son referentes en distintos targets, ambos dinamizan estrategias antimperialistas, ambos representan un golpe certero a la subjetividad del chavismo en sectores distintos. Ambos casos necesitan seguir siendo investigados.
En el mismo arco temporal resulta asesinado el camarada Bislick Acosta en Güiria; tambien un cuadro de la comunicación popular, absolutamente comprometido con las causas bolivarianas. Acosta venía haciendo denuncias muy duras contra las mafias que sostienen el trafico ilegal de gasolina y contra el trafico de drogas en el estado Sucre. Es sabido que en Sucre funcionan bandas delincuenciales articuladas al tren de oriente y tambien se sabe que esos grupos criminales tributan directamente a los carteles del uribismo.
En esa linea de acontecimientos, se inscriben los asesinatos de Andres Eloy Nieves y de Victor Manuel Torrres, sendos cuadros de la comunicación popular que operaban desde las trincheras de la televisora Guacamaya TV, militantes bolivarianos que, ademas de defender el proceso revolucionario y de llevar un trabajo de base muy solido, tambien estaban haciendo denuncias importantes sobre situaciones irregulares en la region andina. Estos compas fueron ajusticiados por individuos, corrompidos y sembrados en las fuerza de seguridad, que luego quisieron fugarse hacia Colombia (¿Casualidad?).
En todo este entramado operacional, hay un trabajo de la quinta columna que resulta evidente. Agentes que actuan de forma individual y con intereses diametralmente opuestos a las lineas institucionales; funcionarios que, con sus actos, inciden en la consolidación de una valoración negativa sobre los distintos cuerpos de seguridad y que deben ser denunciados, en favor de la lucha contra la impunidad.
En Venezuela, el ajusticiamiento y la desaparicion forzada no son políticas de Estado (como si lo fueron en la cuarta republica o, como actualmente lo son, en el gobierno uribista de Colombia). Pero con el accionar de estos operadores se «empastela» el escenario creando la percepción de que los cuerpos de seguridad están «asesinando a la disidencia», «matando al pueblo» y «silenciando la critica», ello conlleva confusión, desencanto y desconfianzas que luego devienen en desmovilización y en anulación de la militancia, tributando al objetivo imperial expuesto anteriormente.
Al unisono y no por casualidad, han estado sucediendo incidentes que, lejos de ser hechos aislados, se muestran como piezas indispensables en este modelo para armar. Así no resulta casual que, en un mismo dia, sucedan el intento de motín en la carcel de Yare III y el asalto a un comando policial en la cota 905, para robar el parque de armas. En el ambito militar una operacion como esa ultima se concibe como preambulo a un golpe de mayor evergadura, que amerita dotar de armas a un numero mayor de hombres; asi que, mosca en esas zonas!.
No perdamos de vista que para hacer efectiva la estrategia de atenazarnos desde las fronteras, es menester el apoyo cronométrico de fuerzas internas, y el hampa paramilitarizada esta jugando ese papel (Remember Gedeón). Por ello la articulacion operativa de bandas criminales como el tren de aragua en el centro del pais, el tren de oriente y de pranes tipo Wileisis en petare y el Coqui en la cota 905, es vital para los planes injerencistas. No nos extrañe que las acciones lanzadas contra los compañeros tenga en esas bandas a los responsables materiales, ya que (¿coincidencialmente?) operan en los territorios en los que han estado sucediendo los hechos arriba mencionados.
Por todo ello, coicidimos con el profesor Luis Damiani; él sostiene que nuestro enemigo estrategico «está entrando en una nueva etapa» que implica el uso del terrorismo, del sicariato politico, de la desaparicion forzada y de distintas formas de violencia. Operativizar esta jugada pasa por articular, en la misma red, al hampa paramilitarizada, a funcionarios corrompidos (operativos en la fuerza publica), a elementos mercenarios o contratistas, a grupos paramilitares colombianos y a la quinta columna institucional; lo cual hace mas peligrosas y mas impredecibles las acciones del fascismo neoliberal.
En resumen, el imperio necesita incrementar los niveles de descontento social para sabotear las elecciones venideras y justificar actos injerencistas de alto impacto belico; para ello se plantea el ataque de bandas criminales contra referentes emocionales de distintos bandos; además, del silenciamiento de la verdad de Venezuela y la intensificación de los ataques a los servicios publicos y a la economia familiar. Ya está cantado el bloqueo al gasoil, ello conllevaría la paralizacion del 80% del parque automotor de nuestro país, lo cual redundaría en una caotización aun mayor del escenario social.
Si las conjeturas aqui expuestas estuvieran, por lo menos, rozando el universo de lo real, el movimiento popular debe tener claro que el proximo cuatrimestre pudiera traer una nueva avanzada del terror imperialista sobre nuestra patria tan querida y tan escoñetada.
Entonces, se hace urgente proteger a nuestras reporteras y comunicadoras emblematicas de cada medio (fundamentalmente en las zonas fronterizas), reforzar los mecanismos colectivos de seguridad popular y retomar las practicas de chequeo a quienes estén haciendo denuncias contra las mafias de combustible, contra los operadores del narco y contra quienes estén usando el uniforme en favor de las intenciones imperiales. Así también, se hace en extremo necesario incrementar la relación con nuestros enlaces internacionales para romper el cerco mediatico que se cierra sobre nosotras.
Es menester elevar nuestros niveles de consciencia y con ello el espiritu subversivo que debe prodominar en la praxis habitual de las revolucionarias. Retomemos las medidas de preservación de nuestras fuerzas en colectivo. Preparemos la resistencia popular para actuar en los diversos frentes de lucha que el momento histórico plantea y, fundamentalmente, sumemos todos nuestros esfuerzos en favor de las distintas campañas por la aparición de Carlos Lanz, necesitamos que el viejo aparezca!.