Los medios fueron difusores de la matriz de opinión que Rusia provocaría una guerra contra Ucrania, tejieron en el imaginario que una nación a la que Estados Unidos decidió calificar de comunista, planificaba aplastar a la débil Ucrania que necesitaba ser salvada y ellos, Estados Unidos, actuarían como potencia militar protectora.
Durante la campaña de acusación contra Rusia urgida por el gobierno de Joe Biden, en los grandes medios aflora el servilismo al ser su bastión la teoría gobbeliana, sin escrúpulos hacen propaganda de guerra.
Ocultan a la opinión pública que la agresión propiciada por el gobierno norteamericano es por petróleo, por ser la nación con menos reservas de hidrocarburos y el mayor consumidor en el mundo. De acuerdo a unas cifras extraídas por Einstein Millán, que recoge la Agencia Internacional de Energía, las reservas probadas de Estados Unidos a finales de 2020 eran 38.200 millones de barriles (MMBls) y el promedio de la tasa de extracción a esa misma fecha se reduciría hasta 32.900 MMBls. La tasa actual de 11.500.00 BPD en un lapso menor de 8 años, consumirían todas sus reservas de crudo.
La Economista Pasqualina Curcio, analista de temas internacionales, cuando analiza la campaña de Estados Unidos contra Rusia, explica que Rusia es el segundo mayor productor de petróleo en el mundo. De los casi 70 millones de barriles diariosdecrudo que se produjeron en 2020, Rusia produjo 9,5 millones. EE UU 11,2 millones de los 18,4 que consume. Europa se ubicó en 3 millones de los 13 millones que consume, mientras China tiene la cifra de 3,8 de los 13,1 millones que demanda al día.
Estas cifras son también puntos de reflexión para el Investigador Luis Britto Garcia, que afirma en un artículo de opinión titulado Guerra y petróleo, que estos son los motores de la actualidad mundial. “Los altisonantes llamados de la Conferencia de Glasgow a suprimir las emisiones de carbono no surgen de una generosa decisión de los grandes capitales para dejar de consumir hidrocarburos, sino de una desesperada búsqueda de fuentes alternativas ante el declive anunciado de su producción. El conflicto de Ucrania, azuza a la Unión Europea y a la OTAN contra Rusia para impedir que ésta venda su gas licuado a Europa a través del Nordstream 2, forzando así un mercado cautivo para los costosísimos hidrocarburos de fracking de Estados Unidos…”
La apetencia del hegemón por los hidrocarburos de los países que poseen las mayores reservas y el objetivo de vetarle a Rusia este mercado, urdió la campaña sistemática por todos los medios de las corporaciones, de sus redes, de acuñar la tal pretensión de una guerra contra Ucrania, fue este el comodín cuyo presidente, Zelensky, aceptó ese papel, ser usado por Estados Unidos. Contaba para satisfacer a EU de los nazis ucranianos agrupados en organizaciones extremistas que desatan una guerra, amparada por las trasnacionales de la información que ahora tienen armas activadas en la guerra declarada a Rusia.
El miedo a la verdad
Un conflicto como el de Estados Unidos contra Rusia, que de acuerdo a las palabras amenazantes del presidente de EU, puede desencadenar en una nueva guerra mundial, ha ocupado abundante espacio informativo y en igual medida la censura estricta a corresponsales, iniciada desde la prohibición en EU y las regiones que giran en su órbita, de los medios Sptunik y Russia Today, junto con la persecución contra aquellos comunicadores que realizan reseñas apegadas al rigor periodístico. Google borró de su buscador contenidos anteriores sin existir decisión judicial. Youtube no se quedó rezagado. Twitter etiqueta como aliada de los rusos a toda cuenta que informe con rigor sobre un hecho notorio, mientras a tik tok, Biden la utiliza a través de titkokers más influyentes para difundir que “la inflación en su país, es por culpa de Rusia”.
La coyuntura desbordó a las transnacionales de la información con la aplicación del armamento que ya ensayaban en otros países como Venezuela, Cuba, Irán, Siria, Irak, Afganistán… la experiencia de sus laboratorios cada uno con fines determinados, les permitió aplicar la guerra mediática, con sus sanciones y censuras, su rusofobia desplegada y sus mentiras en formato épico-humanitario.
Este cerco informativo lo ataja el periodista Carlos Fazio cuando escribe en La Jornada de México, sobre la crisis del capitalismo y el putinazismo, afirma que “la censura, el quiebre de la verdad no ha impedido dar a conocer cómo los nazis ucranianos (nacionalistas en la jerga propagandística occidental), agrupados en organizaciones extremistas como Pravy Sector Derecha), abiertamente antisemita y homófobo, y Svoboda (Libertad), singularizados en el batallón Azov −y otras milicias privadas como los batallones Donbás, Aidar y Dnipro, DUK (Cuerpo de Voluntarios de Ucrania) y el C14, antigua ala juvenil del partido ultranacionalista Svoboda, autorizado a realizar pogromos, incluidas purgas de gitanos y ataques contra grupos feministas y LGBT con patrocinio del Estado−, son una burda tontería producto de la propaganda rusa, ya que Zelensky… es judío”.
Las transnacionales enarbolan las armas mediáticas en la guerra, protegen al presidente de Ucrania de aceptar los crímenes de Iesa Humanidad en su país, con la justificación de que este no avala a los grupos nazis, porque es judío, y el periodista de La Jornada de México, Carlos Fazio, demuestra que “el paramilitar batallón Azov existe desde 2014 es una unidad de la Guardia Nacional ucraniana financiada, entrenada y armada bajo la supervisión del entonces director de la CIA, John Brennan, y por fuerzas especiales del Pentágono, Gran Bretaña, la OTAN y la UE. Otra fuente de financiamiento de los batallones Azov, Aidar y Dnipro es el
multimillonario mafioso ucraniano de la energía, Igor Kolomoisky, de
ascendencia judía, principal apoyo de la candidatura presidencial de
Zelensky en 2019”.
Tiro al ruso
Prosigue Carlos Fazio: “el batallón Azov enarbola las ideas del agente profesional de Hitler, Stepan Bandera, jefe de los colaboracionistas nazis acusado de haber exterminado a 5 mil ucranios y 15 mil judíos, su cumpleaños fue declarado por Zelensky día de conmemoración oficial del nacionalismo ucranio.
La guerra se ejerce a través de los medios
¿Cuántos medios informativos han hablado de los laboratorios biológicos encontrados en Ucrania donde se ha demostrado que hay expresa responsabilidad del hijo de Joe Biden en el financiamiento?. Si permiten como lo hizo el Canal Cuatro de España que un “experto” informara de “cómo emplear armamentos para matar más rusos porque el pueblo ucraniano lo necesita”.
Estados Unidos impide investigación
Rusia pidió que reuniera el Consejo de Seguridad de la ONU y presentó pruebas que confirman el financiamiento del Pentágono para el programa de armas biológicas en Ucrania, dio a conocer los nombres de personas y empresas gringas especializadas en hacer dichas pruebas. Presentó la ubicación de los laboratorios y los intentos de ese país de ocultar la realidad. Dio a conocer acerca del uso de dichos experimentos en 36 países del mundo. En algunos se llevaron a efecto con o sin conocimiento de los gobiernos. Rusia afirmó que entre los hallazgos está el virus responsable de la pandemia de Covid 19 que azota al mundo.
La República Democrática de China ha sido tajante y le increpó a Estados Unidos sobre su negativa de aceptar que se realice una investigación para conocer la verdad.
Hay más, las aves de destrucción masiva
Mayor asombro causó a los investigadores rusos el empleo de aves numeradas producidas en los laboratorios biológicos y bacteriológicos de Ucrania. Las aves migratorias son secuestradas, les colocan una cápsula con gérmenes que llevan un chip, el cual es contralado por computadoras; luego son liberadas para unirse a las aves migratorias de los países donde se planea causar el daño.
¿Cómo llegan a un destino determinado?
Las aves se desplazan desde el mar Báltico y el mar Caspio hasta el continente africano y el sudeste asiático, y otras aves vuelan desde Canadá hasta América Latina, durante las estaciones de primavera y otoño. En todo el trayecto son monitoreadas por medio de satélites. Ya los “expertos espías” han escogido el objetivo, son países que no se han arrodillado a las órdenes de EU. Al llegar al destino destruyen al ave y el pájaro cae regando la epidemia, las enfermedades se riegan. Causan un daño sin costo militar, económico y político. Logrado el objetivo.
La pretensión del país del norte y sus aliados mediáticos es imponer el silencio por ser parte activa en esta guerra.
Por: Helena Salcedo