La Guerra contra Rusia es económica; de allí que, en el terreno de los acontecimientos, las fuerzas neo nazistas ucranianas, no sean asistidas por ejércitos regulares de los países que dicen defenderlas y en sustitución, estén siendo apoyadas por empresas de seguridad (contratistas), predominantemente de origen estadounidense, las cuales aseguran la rentabilidad del negocio de las armas y mantienen el clima de tensión necesario para seguir moviendo las consecuencias económicas en favor de los poderosos de siempre.
Con ellas, se impide la venta de combustible barato a los países de Europa; mientras las empresas norteamericanas ofertan el mismo producto 5 ó 10 veces más caro.
De igual forma, con las sanciones impuestas, Rusia sale del sistema SWIFT y le retienen cuentas en el exterior a las y los sancionados y demás empresas del Estado ruso; una situación que los venezolanos, nicaragüenses y cubanos, estamos viviendo; pero que en el caso del gigante euroasiático tiene mas consecuencias negativas para sus perpetradores que para Rusia.
A los hechos nos remitimos; para el gobierno de Putin salir del sistema SWIFT, acelero el proceso de comercialización en monedas propias (Rublos, Yuanes y Rupias) con China (la 1era economía del mundo) e India, cuyos mercados, a decir por sus habitantes, constituyen casi dos tercios de la población mundial.
En términos geopolíticos, Putin potencia la presencia de Rusia en Asia, y abre grandes posibilidades de mercado en América y África, pues, no se puede obviar que la política exterior de Rusia históricamente ha consolidado sólidas alianzas en todo el mundo, sin distingo de las particularidades que cada nación tenga.
Resalta, a los efectos ilustrativos de este análisis, cómo el Brasil de Bolsonaro, representante de la ultra derecha conservadora, racista, aporofóbica y fascista; “coincide” con la posición del Gobierno Bolivariano Revolucionario y Chavista de Nicolás Maduro Moros al apoyar a Rusia, frente a la Agresión Imperial.
No me cansaré de repetirlo, la guerra es una desgracia que activa en quienes la padecemos graves consecuencias y reacciones primitivas e irracionales, que nos colocan en estado de indefensión ante la arremetida mediática; mientras que a quienes la propician y promocionan les produce grandes ganancias.
Ahora bien, pese a las desgracias que se derivan de las acciones militares, es importante destacar que la respuesta de Rusia ha sido impecable en su accionar y claramente en favor de la población civil de Ucrania y de Dombass.
Adicionalmente, aunque la prensa occidental no lo quiera reconocer, las sanciones económicas impuestas a esa nación causan mas daño a las economías de Europa, sobre todo en materia energética y de insumos alimentarios: Lácteos, trigo, —entre otros cereales— que a la Federación Rusa.
En consecuencia es cierto que la presión de las sanciones sobre la economía rusa, según la agencia de calificación Fitch, ha rebajado la calificación de la deuda soberana de ese país, de «B» a «C», justo por encima del estatus de «bono basura», que es la categoría de los países que corren el riesgo de no poder pagar su deuda.
Los mismos analistas destacan como una desgracia económica de Rusia, el cierre temporal o la huida de empresas como; Nestlé, Heineken, McDonald’s y Starbucks, lo que sumado a Shell, a su juicio resulta determinante para el derrumbe de la economía euroasiática.
Sin embargo el análisis antes citado reconoce que la huida de las empresas, lejos de dañar la economía interna, abre inmensas posibilidades para invertir a más empresarios rusos residentes en Moscú.
En base a lo antes expuesto, en Venezuela, a pesar de tener inhabilitado el voto en la ONU por tener deudas con el organismo por su imposibilidad para transferir y pagar su compromiso en el exterior, el presidente Nicolás Maduro no ha querido perder la oportunidad de defender a Rusia después de que se conociese la última resolución adoptada por el organismo en su contra.
Por ello, podemos asegurar que las sanciones que se han impuesto desde la Unión Europea y otros países como Estados Unidos: «Son un crimen; una guerra económica contra el pueblo Ruso y los pobres de Europa y zonas adyacentes»
Tal como lo expresó el Presidente Nicolás Maduro: «Ahora que Occidente ha entrado en histeria, desesperación y locura contra Rusia, nosotros si vamos a mantener nuestras relaciones comerciales con Rusia y estamos listos para venderles todo lo que podamos».
En consecuencia, surge un nuevo orden geopolítico internacional y se establecen nuevas alianzas, que están conformando bloques contrahegemónicos; cuya lucha se planta en contra de la guerra económica que estamos viviendo en el Siglo XXI.
En fin, los pueblos libres, es decir, las mayorías, apostamos por la Paz, la autodeterminación y el respeto a la diversidad política y cultural; por ello nos mantendremos en la línea que demarca la diplomacia; siempre atentos a sumar esfuerzos en la construcción de un mundo mejor.
Por: Ángel Rafael Tortolero Leal