Redacción La tabla.- Con más de 240 fiscales adjuntos, y la misma cantidad de profesionales de diversas áreas que apoyan la investigación penal; la Oficina de la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Florida es el brazo burocrático que le permite al “imperio más poderoso de la Historia” imponer su “Justicia” en América Latina y el Caribe.
Al constituirse en el principal centro del comercio global y de las finanzas en esta parte del mundo, el complejo urbano que incluye los condados de Miami-Dade, Broward, Monroe, Palm Beach, entre otros; concentra también la hegemonía de la administración de justicia. La mayoría de las naciones latinoamericanas y caribeñas desconocen los alcances que tiene.
Al respecto resulta de interés saber que, a principios de año, asumió como fiscal federal el abogado de origen haitiano Markenzy Lapointe, nominado por el presidente Biden en febrero de 2021. El dato de que la postulación sea realizada por el jefe del poder ejecutivo, significa que se establece una alineación del aparato de justicia con los intereses del gobierno de turno.
En lo muy específico, esto significa que si el gobierno desea “golpear” a Venezuela (como parte de su política exterior, que en lo formal y en los hechos es hostil) utilizará también a su fiscal federal sin complejo alguno.
La oficina del Fiscal Federal tiene y tendrá a su cargo las acusaciones contra el presidente Nicolás Maduro y otros altos funcionarios, el proceso contra el enviado especial (con su inmunidad diplomática desconocida) Alex Saab, diversas investigaciones por hechos de corrupción, fraudes y otros delitos; y además debe conocer recursos relacionados con la aplicación de sanciones contra Venezuela (como Nación), sus ciudadanos y sus entidades empresariales; sean privadas o de propiedad social o estatal.
Por eso vale la pena mantener una estrecha vigilancia sobre la actuación del nuevo fiscal y del resto de esa organización.