En Perú, hasta el cierre de esta edición habían sucedido 42 protestas ininterrumpidas que exigen la renuncia de la usurpadora, Dina Boluarte; el cierre del Congreso con 96% de desaprobación; la liberación del presidente Pedro Castillo y una Asamblea Constituyente que redacte una nueva Constitución, analiza Fernando Buen Abad, especialista en filosofía de la imagen y rector internacional de La Universidad Internacional de las Comunicaciones (LAUICOM) durante el foro Perú, voces de la lucha, efectuado el pasado 16 de febrero.
“Ha habido violación de los derechos humanos, más de 15 mil policías reprimen con técnicas nazistas, mientras persiguen a la prensa alternativa e internacional”, denunció el académico.
Y advierte: “Nada de lo que ocurre en Perú puede ser analizado fuera del contexto del saqueo de las riquezas del pueblo peruano”.
Desde su investidura convoca a generar la comunicación política de vanguardia que se requiere para abordar la agenda de lucha de pueblos que, aunque fueron educados para ser obedientes hoy están en rebeldía.
“Hay muchas emboscadas narrativas que hacen que, ante una noticia como lo que ocurre en Perú, no se les de los micrófonos a los que están dando la batalla. No hay equidad en la estrategia comunicacional en la que sea posible ver la acción concreta de los luchadores sociales”.
Uno de los grandes episodios de análisis semiótico es la tergiversación que trata de negar que hubo un golpe de Estado en Perú. La derecha confunde al decir que el golpe de Estado lo dio Castillo.
“Es un sistema de engaño desplegado por toda la derecha. Esta jauría de farsantes nos viene a dar cátedras de ética; son clases de democracia burguesa que no ha podido construir la democracia participativa”.
En Perú ocurre una guerra mediática, como una extensión de otra guerra, como ocurrió el 15 de diciembre cuando el pueblo que protestaba fue masacrado y se tituló “Estado de emergencia en Perú ante ola de violencia”.
“Vimos cómo se han justificado los golpes y la agresión contra quienes protestaban, catalogándolos como gente revoltosa, terrorista, que pretende desestabilizar al Perú”.
Buen Abad explica que la llegada de Castillo al poder enojó al poder real, a los ocho dueños económicos que ocultan las voces de los pueblos originarios en lucha que sufren la dictadura del Perú.
Se esconden los profundos dolores, penurias, hambre, tristeza, desesperanza; ese conjunto de malestares de un pueblo que hoy reclama un nuevo contrato social.
“Es preciso que se llame a elecciones en el Perú de inmediato; la liberación de Castillo y el rescate de los recursos naturales del pueblo peruano”.
Concesiones vencidas
Jorge Drkos, exsenador argentino, durante su intervención denunció que el golpe comenzó el día de la elección de Pedro Castillo, porque había que curar la anomalía que ha significado para las élites que un maestro rural fuera electo presidente del Perú.
Castillo cometió –a juicio de la burguesía peruana– pecados capitales; entre ellos: proponer un plan de salud pública gratuita, el ingreso gratis a la universidad, la revalorización del magisterio, la reforma agraria, y, lo más grave, convocar a elecciones para modificar la Constitución del 93 heredada de Fujimori, lo que fue el detonante para su destitución.
“Todo podía ser conversable, pero no modificar la Constitución, porque es una carta magna de esencia neoliberal, que instaurada hace 30 años, sigue siendo el instrumento más perfecto de dominación y represión, que establece la subsidiaridad del Estado en la economía, la flexibilización laboral, privatización de la seguridad social y de la salud, leyes tributarias que aseguran el libre comercio exterior, la libre tenencia de divisas, igual tratamiento para inversores extranjeros y empresas nacionales, los contratos financieros pueden tener legislación extranjera o aceptar arbitraje internacional en caso de litigios, la educación con fines de lucro y la entrega de los recursos del Perú por el ejecutivo sin que intervenga otro poder, también limita el derecho a huelga. Es una Constitución que permitió privatizar la empresa telefónica, Electrolima, Petroperú; ha sido usada para el extractivismo minero, y ha amparado todas las concesiones entregadas por Fujimori, las cuales empiezan a culminar este año y el poder económico, mediático y militar del Perú, no podían permitir que un gobierno popular estuviera al frente de la renovación de las concesiones”, analizó el experto.
En 2018 una empresa canadiense en busca de Uranio encontró más de 5 millones de toneladas de litio en la zona de Puno, considerado como el sexto yacimiento de litio del mundo, colocando a Perú dentro del triángulo que conforman Argentina, Bolivia y Chile, sitios donde el valioso elemento químico se encuentra en abundancia.
El presidente Castillo, en octubre de 2022 había presentado un proyecto para la nacionalización del litio.
El 7 de diciembre, Castillo convoca una conferencia de prensa donde anuncia la disolución del Congreso y convoca a nuevas elecciones, tratando emular lo hecho por Fujimori en 1992, quien a diferencia suya tenía el apoyo de los militares, los medios y del poder económico y Castillo solo tenía apoyo del pueblo, y luego va a la embajada de México solo con su custodia. Nunca amenazó con un arma, ni instó a nadie a que lo hiciera, ni fue en contra de ninguna de las instituciones, cuando lo detienen y lo apresan todavía era presidente. Y la Corte de Justicia argumenta que había sido detenido en flagrancia; pero no estaba realizando ningún delito, y cuando Castillo intenta defenderse el tribunal contesta, aunque parezca mentira y suene inverosímil, que cuando una defensa es insostenible no es necesaria escucharla. Si no hay flagrancia no hay delito, por lo que no hay motivo para detenerlo. Su detención es política.
“El telón de fondo de este drama es la cicatriz racista que históricamente enfrentó la costa y la sierra peruana; una Lima floreciente que no deja de ser la capital virreinal; un Perú serrano profundo, indio, mestizo con 500 años de servidumbre, explotación y abandono. Hoy las detenciones arbitrarias, las torturas, violaciones a los derechos humanos, 60 compatriotas muertos por la represión, la supresión de las garantías constitucionales, miles de heridos, allanamiento de la Universidad de San Marcos, la presidenta acusando a los manifestantes de terrucos; esta es la historia, una historia de lucha en donde el camino es la unidad en la diversidad para salir de esta encerrona”, concluye.
Nadie lo imaginó
Anahí Durand, profesora de la Universidad de San Marcos, durante su intervención explicó que los grandes medios en Perú son un poder y actúan en contra de la democracia. El país incaico vive un momento muy duro, todo está en pleno desarrollo cuando por efectos de la presión popular se negocia una fecha de nuevas elecciones.
“Este estallido que vivimos desde el 7 de diciembre, que ninguno se imaginó, vino desde el Sur, pero irradia a todo el país, es inédito, lo vivimos por primera vez. Ya no es el pueblo pidiendo carreteras o alguna reivindicación laboral, es un pueblo que pide una nueva Constitución”.
Ya la democracia se venía descomponiendo, se cambió solo la firma de Fujimori, pero el modelo neoliberal seguía intacto.
Nadie se esperaba la victoria de Pedro Castillo, quien era la representación de un país golpeado por la pandemia, cuando hubo monopolio del oxígeno, no había salud pública gratuita y de calidad, lo que propagó la muerte y generó un dolor que motivó el surgimiento de nuevos actores. La académica explica que la elección de Castillo fue negada por las élites desde el primer día. Los votos de los campesinos fueron impugnados. “Era una alerta de unas élites decididas a boicotear el gobierno; y eso ocurrió durante sus 16 meses en el poder”.
Hubo un permanente bloqueo a todas las iniciativas del maestro. La fiscalía empezó a investigar a un presidente en funciones. Le abrieron 62 carpetas fiscales. Los grandes medios, por su parte, se han dedicado a formar una opinión de desgobierno, lo calificaron de autoritario y corrupto. Hoy, cuando se masacra al pueblo, no relatan las violaciones a los derechos humanos del régimen actual.
Al presidente Castillo, la Fiscalía le dictó 3 mociones de vacancia, y el 7 de diciembre lo iban a destituir, cuando el presidente Castillo pone en agenda un Proyecto de Nueva Constitución. Y en respuesta el Congreso saca una ley para prohibir un cambio de Constitución.
Dina Boluarte dice que se va a quedar en el poder hasta el 2026 y que va a gobernar con todos los partidos que perdieron las elecciones. Pero ellos pensaron que podrían seguir con la normalidad neoliberal, sustentada con la ultraderecha, el fujimorismo y algunos sectores de la izquierda. Pero el pueblo no reaccionó como ellos esperaban y su disgusto se propaga por todo el territorio peruano; ante ello el poder judicial criminaliza la protesta. Y los grandes medios ocultan los 63 asesinados en protestas, entre ellos 6 menores de edad, y las solicitudes de quienes no consideran legítimo al gobierno impuesto por las élites.
“Estamos en una ofensiva restauradora, los grupos de presión quieren cerrarla con balas, mientras tanto ha sucedido la politización de un pueblo con 500 años de exclusión y está naciendo una conciencia de un nuevo momento histórico y la urgencia de una nueva Constitución que establezca un nuevo pacto social. La lucha de los sectores populares pide abrir un nuevo momento político con los que siempre estuvieron excluidos”.
La docente pide solidaridad activa cuando el ejército dispara a quemarropa a un pueblo desarmado, lo que ha generado gran indignación.
Mientras tanto, los medios callan, la fiscalía no actúa, hay una deliberada intención con un componente racista en contra de los pueblos del sur.
La Celac tiene una deuda pendiente.
“La disputa está abierta, el pueblo sigue en lucha, hemos pasado a un momento de mayor conciencia y va a tener que reflejarse en una nueva Constitución escrita por el pueblo del Perú, especialmente por sus mujeres”.
Campeones en desinformación
Romain Migus, periodista francés, relató que la embajada de EEUU antes del golpe tuvo una actividad intensa. La embajadora, Lisa Kenna, no es una diplomática cualquiera, es veterana de la CIA, embajadora hasta el 2019 en Ucrania. Es una diplomática de choque, en una pelea particular en un país geoestratégico, ubicado en el medio de América del sur, que tiene fronteras con varios países, con acceso a bases militares norteamericanas y tiene un biolaboratorio, es un país clave, analiza el comunicador.
Se iban a renegociar las concesiones y no confiaban que Pedro Castillo, un maestro que conoce la dimensión de la miseria de un país donde los territorios más ricos en recursos poseen la mayor pobreza.
Ha sucedido en Perú un golpe de Estado y hemos visto a todos los que perdieron en las elecciones complotar, derecha, extrema derecha y la izquierda que perdió las elecciones.
Se ha puesto en marcha un régimen totalmente autoritario.
Las tanquetas destruyeron la puerta de entrada de la Universidad de San Marcos con las unidades contra el crimen organizado. Centros culturales, bares alternativos han sido allanados, manifestantes detenidos, y hay muchos exiliados. Perú vive una represión multiforme y acallada por el sistema de medios internacional que apoyan de forma vergonzosa el golpe.
Los medios peruanos son campeones en desinformación, falta de objetividad y honestidad, denuncia.
Una justicia politizada y penetrada por el crimen organizado, y el Poder Legislativo no tiene ninguna disposición a escuchar al pueblo. Desde la presidencia se ejecutan las masacres
“Pero el pueblo se ha organizado y entró en un proceso constituyente en donde los medios alternativos están dando otro punto de vista sobre los acontecimientos. El Sur rural se reúne en todas las plazas a discutir el modelo de país que quieren vivir en el futuro y es el germen del Proceso Constituyente. Han vivido en un Estado colonial, racista y por primera vez quieren cambiarlo y ejercer directamente el poder”, concluye.