Sigue la locura… Cuando crees que los gringos no pueden ir más lejos, vienen y aprueban nuevamente que personas con Problemas Mentales puedan comprar armas.
La decisión fue tomada por el senado de Estados Unidos, el pasado 15 de febrero con 57 votos a favor, luego de que la Cámara de Representantes hiciera lo propio semanas atrás. Dicha regulación había sido suspendida en el 2012, durante el gobierno del expresidente Obama, tras la matanza en el colegio Sandy Hook en Connecticut, que se cobró la vida de 20 niños y seis profesores.
La medida fue aplaudida por la Asociación Nacional del Rifle, principal grupo de presión proarmas, quienes se manifestaron diciendo «el voto del Senado supone el siguiente paso en la marcha atrás de la ofensiva extralimitación del Gobierno que caracterizó la era de Obama». Este sector representa un grupo de presión importante al momento de tomar decisiones en materia de armas, ya que poseen mucha influencia en los miembros de los principales partidos, utilizando todo tipo de acciones que van desde argumentos constitucionales polémicos, fondos de financiación para la campaña y hasta movilización de votantes.
Las estadísticas
Sería interesante destacar algunos datos. En Estados Unidos hay más armas que habitantes, según información de su propio Congreso. Sus estadísticas indican que al menos 30 personas son heridas por armas de fuego cada día en el país que «lucha contra el terrorismo mundial».
Según un informe del Servicio de Inteligencia del Congreso, para 2012 el ciudadano promedio norteamericano, tenía a su disposición un total de 114 millones de pistolas, 110 millones de rifles y 86 millones de escopetas.
La organización Gun Violence Archive (GVA), expuso que para 2016 se registró un total de 58.221 casos de violencia armada, muriendo 15.059 personas.
Gran parte de los protagonistas de estos casos de violencia con armas son personas con desequilibrios o trastornos mentales que se sienten excluidos y encuentran en el fácil acceso a las armas una forma de descargar su ira contra la sociedad. Lo que lleva a la siguiente pregunta, ¿Son las políticas gubernamentales pensadas para el bienestar de los habitantes de este país? ¿Cómo teniendo el registro de estas estadísticas se toman esta clase de decisiones? ¿Existen intereses económicos detrás de esta decisión?
Resulta irónico que en un país donde un Congreso aprueba un presupuesto aproximadamente de 100 mil millones de dólares o más al año en seguridad y defensa contra el terrorismo, se nieguen leyes sobre el control de armas.
Sí, sabemos que parece un chiste, pero no, esto es el reflejo de «políticos» (empresarios) y un Gobierno realmente enfermo. Se catalogan como salvadores del mundo, se creen con la suficiente moral para inmiscuirse y opinar en los asuntos internos de otros países, decidiendo si son o no amenaza, cuando la verdadera amenaza reina en su territorio, son ellos mismos, los que toman decisiones como estas o crean leyes que no son pensadas para beneficiar o garantizar el tranquilidad del pueblo, sino el de un sector muy pequeño con muchos «verdes» que maneja a su antojo el futuro de una Nación. Sin duda alguna, dentro de este contexto cabe la famosa frase norteamericana God Bless America, «Que Dios Bendiga a América»… lo necesitará.