Es muy evidente que las fuerzas de la derecha nunca gobernarán a favor del pueblo. Lo han demostrado desde posiciones de poder, así como desde la oposición, siempre actuando en función de los intereses del imperialismo y de los grupos oligárquicos.
El mes de mayo ha traído importantes anuncios presidenciales en relación a los ingresos de los trabajadores y las pensiones. Son anuncios que se corresponden con el carácter socialista de nuestro gobierno, con la recuperación productiva del país, con la necesidad de atender los terribles impactos de la agresión económica imperialista; en síntesis, se corresponden con las grandes victorias populares alcanzadas en los últimos años.
El ingreso nacional y los efectos destructivos del bloqueo imperialista
El bloqueo aplicado por el gobierno de los EEUU pulverizó el ingreso nacional con el firme propósito de caotizar al país. Para tal fin, se aplicaron múltiples mecanismos de máxima presión. Uno de ellos consistía en aplastar salarios, pensiones, bonificaciones, ahorros, asignaciones especiales a sectores vulnerables, subsidios y políticas sociales, en general. Como consecuencia de esto, se esperaba una insurrección que barriera con el gobierno bolivariano.
De tal manera que el desplome de los salarios y los ingresos de los trabajadores, en general, no es una situación fortuita ni un proceso aislado. Se trata de un objetivo muy bien definido de la agresión imperialista.
Esto explica que el bloqueo haya concentrado su fuerza en la principal fuente de ingresos del país, aunque no la limitó a esa actividad. La extendió al comercio internacional, al crédito externo, al saqueo de activos en el exterior, al ataque a los inversionistas…
Los costos económicos de esa estrategia criminal de Washington superan ampliamente los 500 millardos de dólares y se expresó en una terrible depresión económica, lo cual trajo consigo, entre muchas otras cosas, la pulverización de salarios y pensiones no sólo a partir de la caída de los ingresos; sino también por las gravísimas perturbaciones inflacionarias provocadas por las sanciones.
Reactivación económica y derrota del bloqueo yanqui
Venezuela llegó a ocupar con la revolución bolivariana puestos de vanguardia en materia salarial, de seguridad social y, en general, en materia de desarrollo social. No podía ser de otra manera. Las fuerzas revolucionarias encabezadas por el comandante Chávez conquistaron el poder para aplicar un programa político que tiene entre sus objetivos estratégicos la dignificación de la vida del pueblo trabajador, lo cual pasa necesariamente por la distribución de la riqueza a favor de las mayorías.
Esto constituye un hecho realmente revolucionario, que rompe con la dinámica generadora de desigualdades y pobreza del capitalismo, con las políticas a favor de las élites económicas, con los mecanismos de saqueo imperial de nuestras riquezas.
En los actuales momentos, una de las metas fundamentales de la revolución bolivariana consiste, precisamente, en la recuperación del terreno perdido a consecuencia de la guerra económica desplegada por el imperialismo yanqui.
Este proceso se activa con fuerza en los actuales momentos, por una parte, en razón de la recuperación económica de la nación. Este es un hecho trascendental, no sólo porque demuestra que hemos derrotado el brutal bloqueo yanqui, que la economía se ha revitalizado aun bajo los efectos más implacables de la agresión económica; sino porque nos permite generar los recursos para garantizar el aumento progresivo de los ingresos de los trabajadores y de las pensiones.
Obviamente, cualquier posibilidad de incremento de los salarios pasa necesariamente por la existencia de un gobierno revolucionario. Mantener al presidente Nicolás Maduro al frente de la nación, a pesar de la brutal agresión externa, representa la principal garantía para la recuperación de los salarios de los trabajadores.
Recuperación progresiva de ingresos de los trabajadores
En relación a los ingresos de los trabajadores, se ha creado la figura del ingreso mínimo integral indexado (IMII), que representa una respuesta temporal y extraordinaria a condiciones económicas extremas.
Esta figura tiene varias particularidades. En primer lugar, se encuentra indexado a la tasa de cambio, lo cual protege su poder adquisitivo ante cualquier devaluación. Este factor no deja de ser importante a la luz de las fuerzas especulativas que golpean a nuestra economía como parte de las estrategias desestabilizadoras y a la inflación que de ahí se desprende.
Asimismo, el aumento del IMII se produce sobre la base del incremento de las bonificaciones, lo cual aprovechan los herederos del puntofijismo para protestar hipócritamente por el tema salarial; a pesar de que en el pasado bonificaron los salarios con el objetivo definitivo de abaratar la fuerza de trabajo para la explotación capitalista.
En los actuales momentos, el incremento de los ingresos por la vía de bonos obedece exclusivamente a la necesidad de mejorar la disponibilidad inmediata de ingresos en manos de los trabajadores. De otorgarse por la vía salarial, el ingreso quincenal y mensual sería muy inferior debido a las remuneraciones asociadas al salario (utilidades, prestaciones, vacaciones).
Podemos asegurar que el IMII se suprimirá inmediatamente después, que el incremento del ingreso nacional así lo permita. Esta es una respuesta temporal a las limitaciones extremas de ingresos que aún padecemos como resultado del bloqueo.
Ya en el segundo semestre de este año, estimamos, se podrán registrar los primeros incrementos salariales de los trabajadores basados en la recuperación económica nacional.
Nadie como la revolución bolivariana ha luchado y seguirá trabajado para dignificar a los trabajadores, sus condiciones de vida y los salarios. Solo los terribles impactos económicos del bloqueo estadounidense explican la necesidad temporal de una figura como el ingreso mínimo integral indexado (IMII).
Aumento de las pensiones
Por su parte, las pensiones también serán incrementadas. Como en el caso del ingreso de los trabajadores, estos incrementos no serán óptimos, no llenarán las altas expectativas de los trabajadores y del gobierno del presidente Nicolás Maduro, en virtud de que la recuperación económica se encuentra en su fase inicial. Sin embargo, serán los incrementos máximos posibles sobre la base de los ingresos disponibles.
En el caso de las pensiones, queremos destacar dos elementos. Por una parte, el incremento será financiado con aportes de la empresa privada en correspondencia con la ley recientemente aprobada de Protección de las Pensiones de Seguridad Social frente al Bloqueo Imperialista. Ahí se establece que el sector empresarial haga aportes para el incremento de pensiones, porque dicho sector ha tenido el mayor crecimiento en el país. El bloqueo golpea al sector público de una manera mucho más violenta.
Además de estar en condiciones de hacer esos aportes, el empresariado comenzaría a asumir una modesta parte de las responsabilidades en materia de pensiones, que en los actuales momentos recaen casi exclusivamente sobre los hombros del Estado.
El gobierno nacional establecerá los montos del aporte de manera muy responsable, garantizando la progresividad de las contribuciones, estableciendo cuotas menores o exenciones a las PYMES y a los sectores estratégicos. El gobierno bolivariano entiende perfectamente la necesidad de establecer equilibrios, que permitan elevar las pensiones sin que esto comprometa la factibilidad financiera de las unidades productivas.
Por otra parte, debemos añadir que la política de pensiones estará acompañada de medidas contundentes, que mejoren la seguridad social de los pensionados: acceso a los medicamentos, atención médica, recreación, organización en los Clubes de Abuelos, etc., lo cual queda claramente establecido en la recientemente promulgada Misión Abuelos y Abuelas de la Patria.
Gobierno obrero vs gobierno burgués
Finalmente, es necesario hacer una rápida comparación de las políticas en materia de salarios y pensiones entre las fuerzas revolucionarias y la derecha.
Nadie como la revolución bolivariana ha luchado y seguirá trabajado para dignificar a los trabajadores, sus condiciones de vida y los salarios
En el s. XX se dieron durísimas batallas por mejoras económicas y sociales de los trabajadores. La lucha del movimiento obrero, del movimiento popular, de las fuerzas democráticas y de izquierda, tuvo episodios muy relevantes en esta batalla por arrebatarle al capital y al imperialismo mejoras para el pueblo. Sin embargo, los gobiernos de la burguesía se las arreglaron para reprimir las luchas y revertir las conquistas alcanzadas.
Asimismo, debemos recordar que los gobiernos de la burguesía sepultaron los salarios, eliminaron las prestaciones, estuvieron a punto de suprimir el IVSS después de haberlo saqueado… En contrate, el comandante Chávez restituyó las prestaciones sociales, dignificó el salario, creó una novísima Ley del Trabajo, universalizó las pensiones, homologó su monto al salario.
En el presente, el imperialismo y las fuerzas de la derecha, siempre subordinadas a sus intereses, han afectado dramáticamente estas conquistas históricas de los trabajadores a través de una guerra total y del bloqueo económico, en particular, mostrando el mayor desprecio hacia nuestro pueblo.
Es muy evidente que las fuerzas de la derecha nunca gobernarán a favor del pueblo. Lo han demostrado desde posiciones de poder, así como desde la oposición, siempre actuando en función de los intereses del imperialismo y de los grupos oligárquicos.
En este contexto, el agravante que nunca van a reconocer abiertamente consiste en que, en el supuesto negado de un gobierno de la derecha, acudirían al FMI a entregarle el país a ese mecanismo insaciable de saqueo.
Esto es lo que diferencia a un gobierno revolucionario de uno de la derecha y esto es lo que hay que denunciar con la mayor fuerza.