Ingerzon Freites propone enfrentar la hiperinflación que agobia a Venezuela con una política económica integral, disciplinada, que suponga evaluar resultados por sectores, por lo menos, trimestralmente. El economista e investigador del Observatorio Venezolano de la Realidad Económica (Ovre), cree que el nuevo comienzo planteado por el presidente Nicolás Maduro debe edificar un Estado que no sea vulnerable. También propone una atención prioritaria al sector petrolero, agroalimentario y construcción, para enfrentar la coyuntura en el corto plazo.
– Cada día los precios están subiendo aceleradamente y esto preocupa a los venezolanos… ¿A qué se debe este fenómeno?
– La hiperinflación que está experimentando Venezuela se debe a diversas variables, y aunque la principal se relaciona con el bloqueo y la guerra económica, que indudablemente tienen incidencia en los procesos de formación de precios, también existen factores endógenos que impiden enfrentar el problema, por lo que se necesita una política económica integral que aborde aspectos monetarios, cambiarios y fiscales para superar esta grave situación.
– Curiosamente los precios se han disparado después de cada victoria electoral del chavismo. ¿Es un asunto político?
– La hiperinflación es la fase siguiente a las altas inflaciones. Nosotros venimos de un proceso de altas inflaciones desde el 2013 que no fue atendido por muchas causas, entre ellas, la guerra económica y la alta especulación. Ha ocurrido un deterioro general del sistema económico. Hace 5 años el petróleo se cotizaba a buenos precios y teníamos un adecuado nivel de producción cercano a los 2 millones 800 mil barriles diarios. Pero hoy estamos muy por debajo de esos niveles, y al no obtener la cantidad de divisas para inyectar a la economía se comenzó a contraer el aparato productivo. Al bajar la producción e inyectar dinero se produjo un efecto directo en los precios.
– Los economistas monetaristas sostienen que la solución sería no seguir inyectándole dinero a la economía… ¿Estás de acuerdo?
– Ese es uno de los aspectos, pero la economía no es un asunto unilateral, ya que se requieren soluciones integrales, porque el país padece problemas en la política monetaria, fiscal y tributaria, lo que se convierte en un resultado no óptimo.
– ¿Los monopolios y oligopolios qué papel juegan en esta escalada de precios?
– En un mercado concentrado como el venezolano los monopolios controlan precios y cantidades. Si disminuyen las cantidades (y se crea escasez) aumentan los precios, porque se convierte en una subasta. Los monopolios son los culpables, pero hay un Estado que los debe enfrentar.
– ¿Y esos monopolios destruyeron el canal de distribución, o por lo menos lo adulteraron y está enfermo?
– Cierto, el canal de distribución está totalmente en manos de las mafias. Pero la hiperinflación es un proceso netamente psicológico, que obedece a las expectativas, las cuales se apoderaron de toda la economía, y eso no fue culpa del gobierno. Todo el mundo dice “yo tengo que vender a un precio que me permita reponer mi mercancía”, y en base a esa lógica los precios siguen subiendo.
– Algunos economistas sostienen que eso ocurrió porque se impuso (o fue impuesto) el dólar paralelo como referencia.
– El tipo de cambio es fundamental a la hora de fijar precios, sobre todo en una economía importadora como la venezolana, y el dólar paralelo se ha convertido en la referencia en todas las transacciones.
– ¿El aumento de sueldo tiene algún efecto en este incremento de precios?
– Ninguno, porque esos costos ya están indexados a los precios actuales, por lo que existe un factor inducido. Pero evidentemente el tema de la hiperinflación es complejo, porque hay aspectos que se pueden atacar a través de una política económica, pero hay que empezar a generar confianza.
– ¿Había que aumentar los salarios?
– Sí, porque la economía es un equilibrio. Los salarios hay que aumentarlos pero esta medida debe obedecer a una política. En agosto de 2017 con el salario mínimo en 250 mil bolívares se podían comprar 276 huevos, hoy con el salario mínimo de mayo de 2018 con 2 millones 550 mil bolívares, que representa 10 veces el salario de agosto, solo se podían comprar 24 huevos, es decir, 250 huevos menos, porque la pérdida del poder de compra no ha sido proporcional al aumento de salario, es decir, con ese mismo salario se compra menos de lo que se compraba hace casi un año.
– ¿No te parece extraño que tras cada aumento salarial inmediatamente se han disparado los precios de los productos?
– El gobierno tiene que aumentar el salario porque de lo contrario el pueblo no va a poder comprar nada de lo que necesita. El presidente aumentó el salario el pasado 01 de mayo y luego el 01 de julio entró en vigencia otro aumento, pero entre ambos el cartón de huevo incrementó su precio 3 veces. Y hay productos que aumentan hasta 6 veces y el salario solo se ha incrementado una sola vez. Por eso se necesita una política económica integral y para asegurar que no sea boicoteada son necesarios controles tecnológicos.
– El presidente considera prioritaria la protección al pueblo… ¿Qué opinas?
– Es prioritario proteger al pueblo, incluso en el Ovre hemos propuesto indexar los salarios, es decir, si la inflación aumenta 200% hay que subir los salarios en esa proporción. Pero no puede ser el juego del perro persiguiendo su cola, ya que se debe evitar que los precios sigan aumentando. Por eso, repito, es necesario aplicar un plan endógeno, atendiendo el diagnóstico de los problemas venezolanos.
– El presidente Maduro ha hablado de un nuevo comienzo, lo que implica adoptar una serie de medidas económicas.
– Nosotros necesitamos aplicar un plan de ajuste. Eso suena capitalista, neoliberal. Pero lo cierto es que en Venezuela todavía existe una economía capitalista, absolutamente conectada al sistema financiero mundial. No obstante, es posible hacer un plan de ajuste que no obedezca a las directrices del Banco Mundial ni del Fondo Monetario Internacional.
– ¿Cómo sería?
– Yo publiqué el 01 de junio un artículo en el portal del Ovre sobre la experiencia de Malasia, que en el año 1997 durante la crisis de los Tigres Asiáticos fue el único que no aceptó adoptar las medidas del FMI y aplicó un plan de ajustes endógeno, de acuerdo a las particularidades de su economía. Y fue Malasia, de los 4 países afectados, el primero en salir de la crisis y lo logró con un costo social menor. Lo primero que hizo fue tener control sobre su emisión de dinero, luego comenzó a expandir el gasto público pero en función de sectores que son multiplicadores, como el sector construcción, que estimula al sector plástico, aluminio, refractario y cemento entre otros. Malasia comenzó a tener disciplina fiscal, monetaria, y eso no tiene nada que ver con un plan neoliberal, porque la disciplina es socialista, ya que supone planificación, y ¿dónde nació la planificación? En la Unión Soviética en 1917 con la Revolución Rusa. Y eso es lo que hace falta en Venezuela, hay que aplicar un plan económico, disciplinado con evaluación de los resultados. Yo propongo recurrir a las tres R de Chávez (Revisión, Rectificación y Reimpulso) pero falta una R (Resultados). Todo este plan incluye la aplicación de controles y regulaciones, porque la guerra económica en parte tiene efecto porque somos vulnerables, ya que hay que tomar medidas como el aumento de la gasolina, que podría generar recursos por 5 mil millones de dólares. Yo creo que debemos realizar un plan y evaluar cuáles son los sectores que mayores divisas nos pueden generar.
– Con la escasez de efectivo, ¿por qué no se avanza con mayor rapidez hacia el pago digital?
– Deberíamos aprovechar la coyuntura para digitalizar las formas de pago. Pero hay que hacer una fiscalización para impedir hechos irregulares con los puntos de venta.
– ¿Hay que actuar para hacer realidad el nuevo comienzo?
– Sí, porque la hiperinflación destruye a la economía. Recuerda lo que sucedió en la República de Weimar entre 1921 y 1923, en donde el mercado negro se apoderó de todo y el país colapsó.
– ¿Hay fuerzas que quieren que Venezuela colapse, sobre todo aquellas que ambicionan el petróleo de la Faja Petrolífera del Orinoco, para quienes la hiperinflación es un aliado?
– Efectivamente, es lo que están buscando.
– ¿Crees que es muy difícil abandonar el modelo rentista petrolero?
– Hay expertos que dicen que la salida inmediata está en el petróleo, y eso podría ser verdad en el corto plazo. Pero para desarrollar una economía sana debes ir hacia la diversificación.
– ¿Cómo se puede enfrentar este panorama tan complejo?
– Hay que realizar un plan a corto, mediano y largo plazo. En el corto plazo hay que salir de la coyuntura, en el mediano plazo se consolida el plan y en el largo plazo se comienzan a tener objetivos de desarrollo a 10 y 20 años. Y el Ministerio de Planificación, Finanzas y el Banco Central de Venezuela deben tener la responsabilidad de ejecutar la política integral, midiendo resultados trimestralmente.