El lunes 24 de junio de 2024, el periodista australiano Julian Assange abandonó la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh, en Londres, y voló a las Islas Marianas del Norte, territorio estadounidense en el Pacífico, en donde llegó a un acuerdo con Estados Unidos y se declaró culpable de un solo delito grave de obtención y divulgación de material clasificado de seguridad nacional. El tribunal dictaminó: “sentencia cumplida”.
¿Por qué estuvo preso? Veamos:
Matar al mensajero
Matar al mensajero es una frase metafórica que se refiere al acto de culpar a una persona que trae malas noticias, en vez de al autor de las mismas.
En el año 441 antes de Cristo, el dramaturgo griego Sófocles presentó su tragedia Antígona en la que se dice que «Nadie ama al mensajero que trae malas noticias».
Entre los años 96 y 117 después de Cristo, en su obra Vidas paralelas, el historiador grecorromano Plutarco nos dice: «El primer mensajero que dio la noticia sobre la llegada de Lúculo estuvo tan lejos de complacer a Tigranes que éste le cortó la cabeza por sus sufrimientos; y sin ningún hombre que se atreviera a llevar más información, y sin ninguna inteligencia del todo, Tigranes se sentó mientras la guerra crecía a su alrededor, dando oído sólo a aquellos que lo halagaran…».
En el año 1598, el dramaturgo inglés William Shakespeare, en la segunda parte de Enrique IV hay un fragmento que dice: “Mueves la cabeza y tienes miedo o pecado para decir una verdad… Sin embargo, el primer portador de noticias desagradables tiene un cargo perdido, y su lengua suena para siempre como una campana hosca, recordada, amigo difunto”.
En el año 1606, en su tragedia Antonio y Cleopatra, Shakespeare narra un pasaje en el que un mensajero le informa a Cleopatra que Antonio se ha casado con otra mujer, la gobernante egipcia lo amenaza y le dice que jugará pelota con sus ojos, a lo que éste responde: «Graciosa señora, yo que traigo las noticias no he hecho a la pareja».
WikiLeaks
En diciembre del año 2006, Julian Assange saca a la luz pública la organización mediática editorial WikiLeaks. A partir de entonces, ha publicado graves violaciones de los derechos humanos y de las libertades civiles cometidas por diversos gobiernos. En particular, publicó imágenes del ataque aéreo del 12 de julio de 2007 en Bagdad, titulado «Asesinato colateral», en el que periodistas iraquíes de Reuters y varios civiles fueron asesinados por la tripulación de un helicóptero estadounidense.
Además, WikiLeaks ha informado sobre las herramientas de ciberguerra y vigilancia creadas por la CIA, y la vigilancia del presidente francés por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Durante la campaña de las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, WikiLeaks publicó correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata (DNC) y del director de campaña de Hillary Clinton, que mostraban que el DNC actuó como un brazo de la campaña de Clinton durante las primarias, tratando de socavar la campaña de Bernie Sanders. Esto provocó la dimisión de la presidenta del DNC y causó un daño significativo a la campaña de Clinton.
Crímenes de guerra en Afganistán
Después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos, a través de la OTAN, su brazo armado, invadió Afganistán con apoyo del Reino Unido. Sus objetivos públicos eran desmantelar Al Qaeda y sacar a los talibanes del poder. ¿Saben qué hicieron los yanquis y los ingleses? La operación «libertad duradera» dejó un reguero de muertos y heridos por disparos y bombardeos convirtiendo en escenas de crímenes casas, hospitales, escuelas y tiendas.
De acuerdo a distintos datos recogidos por Público a través de documentos de la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA, por sus siglas en inglés) y de un estudio realizado por Marc W. Herold, profesor de Desarrollo Económico en la Universidad de New Hampshire, el número de víctimas provocadas por las tropas de EEUU y la OTAN entre octubre de 2001 y junio de 2021 – asciende al menos a 10 111. Creo que Marc W. Herold debería cuidarse por ser el mensajero.
Crímenes de guerra en Irak
Durante el gobierno de Sadam Husein, sectores ultraderechistas de Irak pedían sanciones e invasiones a Estados Unidos. El 20 de marzo de 2003, los yanquis invaden a Irak, argumentando un falso positivo: el gobierno tenía armas de destrucción masiva. Los militares del país del Tío Sam y de John Bull, dejaron caer miles de municiones en racimo en áreas pobladas. En algunas urbanizaciones había personas que apoyaban la invasión y gritaban: ¡no nos bombardeen, nosotros somos sus aliados, odiamos a Husein! Igualmente fueron arrasados ya que las armas no distinguen objetivos. Los invasores sometieron a torturas a personas detenidas y las abusaron sexualmente. Pero ¿saben quién fue el culpable de estas acciones terroristas? Julian Assange, ¿Por qué? por publicar en Wikileaks estos crímenes de lesa humanidad.
Crímenes de guerra en Libia
Durante el gobierno de Muamar Gadafi, sectores ultraderechistas de Libia pedían sanciones e invasiones a Estados Unidos. Gadafi fue uno de los pocos líderes del Oriente Medio que logró prevenir que no se crearan grupos terroristas como Al Qaeda en su país. El 19 de marzo de 2011, la Organización Terrorista del Atlántico Norte (OTAN), brazo armado de Estados Unidos y Europa Occidental, invadió Libia. La intromisión yanqui se basó en la resolución del Consejo de Europa de la ONU de 1973 que preveía que se introdujera la zona de prohibición de vuelos en el país africano. Los miembros de la OTAN aprovecharon la oportunidad, pero no para defender a la población civil, sino para atacarla con misiles y bombas en una operación que llamaron “Odyssey Dawn”.
El 20 de octubre de 2011, asesinaron a Muamar Gadafi. Al desmantelarse el sistema de Estado libio, el país se sumergió en el desconcierto y se desató en Europa una crisis migratoria de muchos años. Pero ¿saben quién fue el culpable de este caos? Julian Assange, ¿Por qué? por publicar en Wikileaks estos crímenes de lesa humanidad.
¡Periodistas, sus vidas peligran!
Si usted, amigo periodista, muestra pruebas de que Estados Unidos creó el grupo terrorista Estado Islámico o Dáesh, su vida está en peligro. Si usted informa sobre la superioridad e invencibilidad del ejército ruso en la guerra contra Estados Unidos en Ucrania, su vida está en peligro. Si usted defiende los gobiernos populares de Cuba, Nicaragua, Bolivia y Venezuela, su vida está en peligro. Si usted acusa al estado sionista de Israel del holocausto contra el pueblo palestino, su vida está en peligro.
Si usted, amiga periodista, intenta recordar que el 6 de septiembre de 2006, George W. Bush reconoció la existencia de cárceles secretas de la CIA en Afganistán, Iraq, Tailandia, Marruecos, Djibouti, Rumania, Lituania y Polonia donde se aplicaban métodos brutales de interrogación y que los prisioneros carecían de derechos más elementales, su vida está en peligro.
Si usted, amigo periodista, se le ocurre informar sobre la Ley de los límites máximos del gasto nacional en defensa para el ejercicio fiscal 2012 que legalizó oficialmente las incumbencias del poder ejecutivo en referencia a la detención indefinida sin juicio de personas y que previamente a los gabinetes de George H. W. Bush y Barack Obama utilizaban en respecto la Ley de Autorización para el Uso de la Fuerza Armada adoptada el 14 de septiembre de 2001, su vida está en peligro.
Si usted, amiga periodista, recibe elogios al igual que Assange por aumentar la transparencia, ayudar a la libertad de prensa y desafiar a las corporaciones poderosas de la comunicación social, su vida está en peligro.