Hemos observado el reingreso de Brasil a esta comunidad bajo el liderazgo de Luiz Inácio Lula da Silva, quien en reciente intervención en la Casa Rosada, destacó el impulso que le darán a una moneda común para no estar dependiendo exclusivamente del dólar estadounidense
La Séptima Cumbre de Estados Latinoamericanos y Caribeños, Celac, que se realizó en Buenos Aires, Argentina, continúa el desafío de andar nuevos pasos que hagan trascender esta instancia de reunión de jefes de Estado; hacia la consolidación de una agenda concreta que, en la actualidad, tiene elementos preocupantes en materia de economía, pobreza, unión. y sobre todo desarrollo regional; siendo que todo esto no está contenido en ningún espacio regional, básicamente tutelado por la élite de poder de EEUU., y por ende funcionando a sus exclusivos intereses.
El continente más desigual del mundo, una democracia amenazada por una ultra derecha divorciada de expresiones políticas de este tipo; necesidad de unión, cambio climático, ciencia y tecnología, cese de bloqueos y exclusiones a países de nuestra región, economía pospandemia, pobreza; son apenas algunos de los temas que se generan en torno a esta reunión y que fueron esbozados por el presidente de la República Argentina, Alberto Fernández, en su discurso de bienvenida.
La creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños Celac, se hizo realidad en la Cumbre de Caracas el 3 de diciembre de 2011; definiéndose la misma como una instancia de integración, cooperación y concertación política de los países latinoamericanos y caribeños; con el propósito de garantizar un espacio común basado en la paz, unidad y complementariedad de la región.
Su esencia es eminentemente bolivariana, ya que fue el Padre Libertador Simón Bolívar quien impulsó está idea originaria en el Congreso anfictiónico de Panamá de 22 de junio y 15 de julio de 1826; como medio de preservación y unión de las nacientes repúblicas, que habían roto las cadenas del imperio de España, y encontraban nuevos desafíos en una peligrosa Doctrina Monroe que se convirtió, con el tiempo, en carga pesada para el logro de los objetivos de nuestro continente. Al punto que hoy todavía es expresión estratégica de la visión neocolonial de la élite estadounidense hacia nuestra región.
De hecho, todavía está vigente la palabra del Comandante Hugo Chávez, en aquella Cumbre Inaugural de Caracas, como advertencia de acción para esta instancia regional: “Nosotros tenemos que hacer un esfuerzo mayor para incrementar la conciencia, para darnos cuenta de que este camino es el único camino, con sus variantes, con sus diversidades. La unidad entre nuestros pueblos, entre nuestros Estados, nuestras repúblicas, nuestros gobiernos, aceptando y respetando nuestras diferencias, sin permitir que la intriga cunda entre nosotros, sin permitir que la cizaña venenosa vaya a impedir una vez más el esfuerzo unitario”.
Este mensaje, vigente aún, pareció muy poco escuchado al dar invitación y bienvenida, en ocasión de esta VII Cumbre, a una delegación del Gobierno de EEUU que, claramente, lo único que puede expresar como lógica actual a la región es su exigencia de crear un frente común antirruso; al tiempo de solapar sus pretensiones estratégicas asociadas a las riquezas de este continente, con velos asociados a principios como la democracia, la libertad, los derechos humanos; y otros asuntos bajo los cuales se vuelve aceptable todo tipo de maniobra ilegal o inmoral.
Al margen de esto, hemos observado el reingreso de la República Federativa del Brasil a esta Comunidad bajo el liderazgo de Luiz Inacio Lula da Silva; quien en su reciente intervención en la Casa Rosada, ─sede del Ejecutivo argentino, y luego de una reunión con su par Alberto Fernández,─ destacó el impulso que le darán a una moneda común para no estar dependiendo exclusivamente del dólar estadounidense. El Presidente Nicolás Maduro expresó su disposición absoluta a contribuir en torno a esta propuesta.
El propio Comandante Hugo Chávez lo expresó en su momento con fuerza; proponiendo una moneda común con un banco central fuerte y coordinador, declarando la dificultad de esperar que toda la región, en primera instancia, se involucre en este proyecto; cuyo triunfo de arrancada implica una dosis fundamental de voluntad política de la mayoría de los Estados miembros.
El Primer Mandatario brasileño no se limitó a hablar de esta propuesta de retoma de una moneda común. Consultado sobre la situación política en la República Bolivariana de Venezuela, fue enfático al afirmar:
“Muchas personas le piden comprensión a Maduro, y ellos olvidan que se hicieron cosas abominables contra la democracia, como fue reconocer a un tipo que no era Presidente, que no había sido electo presidente que fue Guaidó (…) Ese sujeto estuvo varios meses ejerciendo el papel de presidente sin serlo, hasta las reservas de oro venezolanas depositadas en un Banco inglés le fueron entregadas. Entonces me pregunto ¿Quién está equivocado? Yo pienso que debemos, primero, permitir muy tranquilamente que la autodeterminación de los pueblos sea respetada en todos los países (…) Estoy en contra de muchas intervenciones e injerencias en el proceso venezolano. El problema venezolano se solucionará con diálogo y no con bloqueos, ni amenazas de ocupación, ni ofensas personales. Brasil va establecer relaciones diplomáticas con Venezuela”.
Y es que estas declaraciones se dieron en el marco de la suspensión de la llegada del Jefe de Estado Venezolano a Buenos Aires, para evitar cualquier tipo de agresión por parte de una derecha Argentina que controla a sus anchas el Poder Judicial y que saliva con desarrollar cualquier maniobra que le sirva de propaganda a lo interno y de ataque a la unión necesaria de la región para atender temas tan acuciantes o urgentes como los descritos arriba.
Al respecto, y ante el temor que esta cumbre se quede enredada solo en meras declaraciones de altos dignatarios, sin una lógica de fondo que permita avanzar, el Presidente Nicolás Maduro durante su intervención por medio de un vídeo expresó en primer lugar la necesidad de reactivar con mayor fuerza, eficiencia y eficacia los consejos de ministros en los sectores que vienen funcionando, así como la creación de la Secretaría General de la Celac tendiente a hacer bajar en lo concreto y sentar sobre una estructura política las acciones que fortalezcan cada postura tomada en su seno.
Proyectos concretos, como ha pedido el presidente de Colombia, Gustavo Petro, para su avance como mecanismo de integración, de unión y trabajo mancomunado; pero además, con capacidad para luchar contra la violencia, el injerencismo y las pretensiones de hacer prevalecer un orden mundial unilateral que riñe con las realidades multipolares actuales.
Algunas cuestiones de una instancia que da pasos positivos, como el regreso de Brasil, con Lula al frente, pero que debe concretar con eficiencia ante las urgencias de un continente tan desafiante en lo social; y amenazada o asediada en lo geopolítico dados sus recursos.