1. La explotación política de las acciones militares. Las acciones militares de la resistencia palestina son sinónimo de capacidad operativa, organización y entrega desinteresada a su causa libertaria. Adicionalmente, gracias al heroísmo de la resistencia se ha evidenciado el carácter genocida del sionismo israelí y cada vez se concitan mayores apoyos de numerosas personalidades, pueblos y gobiernos a favor de Palestina. Su reciente victoria en la Asamblea General de la ONU corona un esfuerzo político-militar de quienes siguen combatiendo por una Palestina libre. La resistencia en Palestina ha logrado la sensibilización de la opinión pública y evidencia que toda guerra de resistencia es una guerra popular que se gana en el terreno político.
2. La Guerra Urbana. La Operación Diluvio de Al-Aqsa representó un éxito militar para Hamas al lograr burlar los sistemas de inteligencia israelí y tomar numerosos objetivos en una operación relámpago. Una vez iniciadas las represalias de las Fuerzas de Defensa de Israel, la ciudad de Gaza se ha convertido en un teatro de operaciones donde Hamas ha logrado una hábil concentración y despliegue de sus fuerzas en las calles así como en las edificaciones. La resistencia palestina, amparada en una amplia red humana de inteligencia, implementa el desarrollo de operaciones urbanas con reducido numero de combatientes y la combinación aguda de un mando centralizado con operaciones descentralizadas. La capacidad militar de la resistencia ha impedido la utilización eficiente de la aviación, los vehículos aéreos no tripulados, los vehículos blindados y el resto de la tecnología de punta del Estado de Israel. Resultado: Las Fuerzas de Defensa de Israel, a pesar del suministro de guerra de las potencias occidentales y el apoyo operativo de las FF.AA. de EE.UU., luego de ocho meses no logran liberar a las personas retenidas por Hamas ni tomar la totalidad de la Franja de Gaza. La guerra no la define solamente el equipamiento militar.
3. La Guerra Subterránea. La red de túneles, conocida como el «metro de Gaza», ha sido clave en la neutralización del plan israelí de una guerra relámpago. Este dispositivo táctico aunado al uso frecuente lanza cohetes portátiles, uso de drones civiles, el despliegue móvil de francotiradores y una red de comunicaciones eficiente que permite la coordinación de las fuerzas entre la superficie y el subsuelo, difuminó el frente en una guerra diluida donde las fuerzas israelíes no logran la batalla decisiva que buscan sus mandos militares. El metro de Gaza, construido debajo de un área urbana densamente poblada, le brinda a Hamás el factor sorpresa y la iniciativa en los combates. La guerra subterránea en Gaza tiene una valor táctico, pero también representa una innovación operacional y estratégica que puede definir el curso político de la guerra.
4. El territorio en la estrategia de la Resistencia Palestina. El dispositivo de defensa de Hamas consiste en una defensa en profundidad, escalonada, móvil y flexible que evita el contacto cuando la victoria en el combate no está asegurada. Las operaciones ofensivas de decisión rápida han sido continuas sin fijarse en una localidad del territorio que permita a Israel lanzar la llamada ofensiva final. El modo de operar de Hamas reordena el espacio urbano, anula las regulaciones que impone la ciudad a la vida humana al darle nuevos usos con arreglo a una lógica militar insurgente. Las diversas y simultáneas maniobras militares de la guerrilla palestina han hecho naufragar la estrategia de geometría urbana inversa asumida por las Fuerzas de Defensa de Israel. En fin, la resistencia no se ancla al territorio, lo reconfigura, lo utiliza con incesantes innovaciones operativas y en consecuencia, la guerra se ha prolongado y con ello se hace cada vez más evidente la derrota política del sionismo.
5. Reflexiones Finales. La principal fortaleza de resistencia en Palestina radica en el apoyo popular. Gracias a esto en Gaza se observa una guerra de resistencia hasta ahora victoriosa. Esta guerra de resistencia asume la forma de guerra de guerrillas urbana que despliega tanto en su superficie como en el subsuelo. Su valor táctico consiste en un replanteamiento del espacio citadino, una irrupción rizomática que desborda los convencionalismos de la ciudad al asumir una reconceptualización del teatro de operaciones. El modelo interpretativo del espacio, por parte de los luchadores de Hamas, es una insurgencia que desborda las regulaciones urbanísticas emergiendo un aprovechamiento eficiente del terreno urbano. En síntesis, Palestina hoy refrenda que una fuerza insurgente en inferioridad de condiciones materiales, puede derrotar a un enemigo poderoso con la estrategia político- militar correcta.