Por: Luis Britto García
1 La guerra, sentenció Clauswitz, es la continuación de la política por otros medios. Podemos añadir que la política es la continuación de la economía, por otras vías. Toda guerra comienza como conflicto económico y termina arrojando consecuencias financieras.
2 Para ahorrarnos redactar una Historia del Mundo, recordemos que las dos Guerras Mundiales se libraron para evitar que la potencia industrial más desarrollada en Europa dominara el mundo mediante alianzas que le hubieran asegurado los recursos humanos y naturales de Asia y de África. La Guerra Fría fue una contienda económica de medio siglo que terminó quebrando la economía soviética. Desde 1959 avanza otro conflicto contra Cuba llamado Bloqueo. Otro más destrozó la distribución de bienes en Chile y sirvió de pretexto para interminable dictadura neoliberal. Un bloqueo precipitó la derrota electoral del sandinismo. No es causal que las principales guerras de las últimas décadas se hayan librado en países con recursos energéticos o con pasos estratégicos hacia ellos.
3 ¿Qué habrán sido, me pregunto, el cierre patronal convocado por Fedecámaras y el sabotaje perpetrado por la “meritocracia” de Pdvsa, que costaron al país superiores a laos 15.000 millones de dólares y un abrupto descenso en el producto interno bruto (PIB)? ¿Será casual, me interrogo, la brutal caída de los precios de la energía fósil, causada por la simultánea entrada en el mercado del petróleo de Irak manejado por los estadounidenses, la inundación de crudo barato de los sauditas aliados de Estados Unidos y el salto de ese país a la condición de primer productor de hidrocarburos del mundo a costa de desmesuradas inversiones contaminantes en petróleo de esquistos o lutitas y convencional? ¿O corresponde a una ofensiva para hacer quebrar a los países no alineados de la Opep comprar por miserias sus industrias petroleras y luego resarcirse con el monopolio de los hidrocarburos?
4 El arte de la guerra, decía Sun Tzu, se basa en el engaño. La mejor estrategia del Diablo es fingir que no existe. La manera de ganar una guerra es pretender que no hay. Los medios de comunicación privados, en su mayoría voceros asalariados de los empresarios, han emprendido una campaña para esconder la Guerra que todos padecemos.
5 Mienten los grandes empresarios y sus portavoces al afirmar que las medidas socialistas traban la producción. Demuestra Pasqualina Curcio que el PIB total ha aumentado 43% desde 1999 hasta 2015, que el PIB agrícola se incrementó 27% ente 1999 y 2014. Señala también que el PIB total del año 2015, cuando se registró un nivel de escasez superior al 30%, fue 34% mayor que el del 2004, año que registró niveles de escasez solo de 7%. Y que el PIB agrícola del 2014 fue 14% mayor que el del 2004.
6 Calumnian los empresarios y sus pasquines que los derechos concedidos a los trabajadores acarrean cierra de industria y desempleo masivo. Pero la tasa de desempleo disminuyó 62,5% entre 1999 y 2015, ubicándose en 6%, su nivel histórico más bajo.
7 Engañan los empresarios y sus turiferarios afirmando que hay caída de las importaciones.
Pero en realidad estas crecieron 129% desde 1999 hasta 2014, y las de ese último año fueron 91% mayores que las de 2004, año en el cual ascendieron a 16.000 millones de dólares, mientras que en 2014, ascendieron 31.000 millones de dólares.
8 Embaucan los empresarios y sus medios alegando que la tardanza del Gobierno en otorgarles dólares preferenciales impide la importación de alimentos. Pero en el año 2014
esta ascendió a 7.700 millones de dólares. 259% mayor que en 2004, cuando fue de 2.100 millones de dólares. En 2004 se importaron 608 millones de dólares en medicamentos, en 2014 se importaron 2.400 millones de dólares: el incremento ascendió a 309%.
9 Insisten los empresarios y sus pasquines en que la escasez se debe a que el Gobierno no les asigna los codiciados dólares preferenciales. Demuestra Pasqualina Curcio que desde la instauración del control cambiario en 2003, a la empresa privada se le han entregado
338.341 millones de dólares para la importación de bienes y servicios (BCV, varios años). Y señala que en 2004, cuando no hubo desabastecimiento, le fueron asignados 15.750 millones de dólares, mientras que en 2013, cuando escasean los productos básicos, la cantidad asignada se duplicó a 30.859 millones de dólares. En 2007 y 2008 se llegó a asignar cerca de 40.000 millones de dólares, respectivamente.
10 No hay entonces ni disminución de producción ni cierre de empresas, ni desempleo ni falta de asignación de dólares preferenciales. El problema es mucho más sencillo: los grandes importadores y productores de bienes básicos constituyen un oligopolio que crea un tapón de acaparadores e intermediarios que se interpone entre los bienes subsidiados por el Estado y el pueblo consumidor. Sin necesidad de invasión foránea ni de conflicto armado, un ejército de especuladores va destruyendo el proyecto socialista.
11 Decía también Sun Tzu: “Si conoces a tu adversario y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a tu enemigo pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a tu adversario ni te conoces a ti mismo, en todas las batallas estarás en peligro”.