Amauri Chamorro es un conocido periodista ecuatoriano, un analista internacional.
– ¿Qué está pasando en Ecuador?
En el Ecuador se ha iniciado muy aceleradamente la vuelta del modelo neoliberal de los años 90 y para eso es imprescindible acabar con la única fuerza capaz de impedirlo, el correísmo. Lo clave de todo esto es tener claro que Lenín Moreno era un infiltrado en las filas de nuestro movimiento. Fue imposible detectarlo a tiempo. Así que él asume la Presidencia de la República, da un paso al costado para que las estructuras de la ultraderecha ecuatoriana tomaran el total control del país. Moreno, es una especie de Reina de Inglaterra que ocupa el cargo de Jefe de Estado, pero no es quien realmente gobierna. Su gobierno ha restablecido las relaciones militares con los Estados Unidos, comienza a negociar la entrega de Julian Assange y devuelve el manejo de la economía del país a los bancos privados. El correísmo comienza a reaccionar a la entrega del país a los estadounidenses y por ser la primera fuerza política del Ecuador, debe ser inmediatamente impedida de disputar elecciones. Por medio de una acción burocrática ilegal del Consejo Nacional Electoral, el partido fue pasado a manos de Moreno y el presidente Correa impedido por medio de una inconstitucional Consulta Popular de disputar elecciones. Nuestro vicepresidente, Jorge Glas, fue condenado ilegalmente por un crimen que no cometió. Ahora, nuestros principales líderes, y principalmente el presidente Correa, son bárbaramente perseguidos penalmente sin ninguna sustentación jurídica y sin posibilidad de defensa. Es la repetición del modelo de persecución aplicado en contra del presidente Lula en Brasil.
¿Cómo se explica el cambio que ha habido con Lenín Moreno y cuáles son las consecuencias para el país y la Patria Grande?
– Hay que hacer un “mea culpa”. El hecho de no haber detectado que Moreno operaba para la derecha desde el seno de nuestra organización, demuestra que no pudimos defendernos de las arremetidas de la derecha. El Progresismo en el Ecuador no estuvo blindado lo suficiente. Inclusive debemos entender que no se hizo un profundo trabajo territorial y de formación política que nos permitiera conformar un tejido social que estuviera preparado para defender la Revolución. Electoralmente, la Revolución Ciudadana es invencible. Pero políticamente, se mostró más vulnerable de lo que se pensaba.
Las consecuencias para el país son gravísimas. Ya aumenta el desempleo, la economía se contrae acentuadamente y los servicios públicos se deterioran. La derecha dice que el país está quebrado para justificar el aumento de la gasolina, botar a funcionarios públicos, al mismo tiempo que realizó un perdonazo de 4.5 mil millones de dólares a algunas pocas familias ecuatorianas que debían al Estado en impuestos y beneficios sociales. Es el neoliberalismo más recalcitrante. Ahora, en 2019 se iniciarán las privatizaciones y más recortes en los servicios públicos que ayudaron a millones de personas a salir de la pobreza. Se reinstalaron militares estadounidenses en el Ecuador, contrariando absolutamente la Constitución que muy claramente lo prohíbe.
Para América Latina y el Caribe, el gobierno de Moreno será fundamental para desestabilizar todos los procesos de integración de la región. Él, va a ser uno de los alfiles para que nuestro continente no tenga capacidad de enfrentar el poder económico y diplomático de los EEUU. Desarmará Unasur, Celac, Alba etc.
– ¿Siguen los atropellos a los correístas?
Los atropellos siguen por una simple razón: los correístas ganarían cualquier elección en Ecuador. Y si ganamos las elecciones volvemos a cobrar los impuestos a los ricos, expulsaremos nuevamente a los militares estadounidenses de nuestro país, y retomaremos la senda de la integración latinoamericana y caribeña. La Revolución Ciudadana fue esencial para que el progresismo en nuestro continente fuera referencia a nivel mundial de modelo de desarrollo soberano y eficiente.
¿Cuál ha sido la reacción de los sectores populares?
– Las empresas de comunicación, nacionales e internacionales, han trabajado muy eficientemente para ocultar todo lo que está pasando. Desde el atropello al estado de derecho, pasando por las medidas económicas que afectan a la población. Es tan grande la operación mediática en blindar lo que está sucediendo en Ecuador, que gran parte de la población cree que es una pelea personal entre el presidente Correa y Moreno. No se perciben que en realidad hay un proceso de desarme del Estado de Derecho, que pudo reducir de 60% a 18% la pobreza en el país. Todos los esfuerzos de la izquierda en educar y concientizar al país sobre la grave situación, han sido insuficientes. En el momento en que falte la comida en la casa de las familias ecuatorianas, se acelerará el proceso de manifestaciones populares en contra del gobierno.
Contra las políticas de Moreno protestan también los sectores de la izquierda, como Mujeres por el cambio, que han votado por la oposición. ¿Hay posibilidad de hacer una nueva alianza, de construir un nuevo bloque de oposición, esta vez verdaderamente anticapitalista?
– Es importante que el mundo tenga claro lo siguiente: quien está con Moreno no es de izquierda. Si algún día lo fue, traicionó sus ideales y en este momento actúa para los poderes hegemónicos. El presidente Correa, el más importante líder político que haya existido en Ecuador y de la izquierda continental. Bajo su comando estuvo el más eficiente gobierno de América Latina y el Caribe en términos de gestión y política pública. El gobierno de la Revolución Ciudadana fue profundamente antiimperialista y utilizó todos los mecanismos posibles para combatir los peores efectos del capitalismo. Creo que todo aquel que está dispuesto a recuperar la soberanía del país y frenar la vuelta del neoliberalismo, está con la Revolución Ciudadana.
¿Cuál es el nuevo proyecto correista y cuales apoyos tiene a nivel internacional?
– La Revolución Ciudadana se mantiene firme en sus profundas bases del Buen Vivir. Acabar con la pobreza, la desigualdad y la inequidad, son el gran motor que mueve la amplia mayoría de la población ecuatoriana. Ahora es una fase de resistencia contra la persecución político-judicial en Ecuador y el blindaje mediático. Al mismo tiempo que se pelea en los tribunales nacionales e internacionales, el rompimiento del cerco mediático es esencial. Internacionalmente, la izquierda tiene muy claro lo que sucede en Ecuador y Latinoamérica. El apoyo al presidente Correa es incondicional. Ya en el ámbito académico y de los movimientos sociales es que se está descubriendo el mecanismo de atropello a los Derechos Humanos en Ecuador. Por eso el interés y las invitaciones para dar conferencias en Europa.