A diferencia de Siria, el Estado, el Gobierno Bolivariano, tiene pleno control de todo el territorio. Que a diferencia de Siria, donde Turquía e Israel han tenido influencia decisiva en el respaldo a fuerzas militarizadas opositoras a Al Assad, difícilmente los gobiernos de Brasil y Colombia, quieran involucrarse en una situación de esa naturaleza
Alguien, o algunos, no cesan en su tarea de embochinchar el planeta. Lo venimos diciendo. Aunque suene reiterativo es necesario recordarlo, todos los sucesos de importancia en el planeta, sobre todo en estos días que son más frecuentes y peligrosos, se deben al emerger de un nuevo orden mundial.
En todos los rincones se ven conflictos políticos, armados. La gobernanza mundial está en crisis. También el derecho público internacional.
El orden mundial que dejó la Segunda Guerra Mundial se resquebrajó, al igual que sus instituciones. Así las cosas, se dan pequeños y grandes conflictos; son locales, regionales, pero todos tienen repercusión mundial.
Ya hemos hablado de la guerra entre Rusia y la OTAN en suelo ucraniano. También la agresión de Israel contra sus vecinos en el Medio Oriente.
Hay inestabilidad en Corea del Sur, Moldavia, Georgia, Rumania. Trump prosigue sus amenazas contra México y Canadá.
Alguien corta cables submarinos en el Báltico para afectar la comunicación en Alemania, Finlandia, Suecia.
Existe una campaña de agresión psicológica contra Venezuela en las redes sociales y por la corporatocracia mediática global, buscando ablandar su gobierno y sus fuerzas armadas, que, por cierto, ya llevan muchos años enfrentándola, lo que les da experiencia en este tipo de situaciones. En fin, se vive un estado de crispación.
Para los gobiernos y políticos que no tienen claridad en que rumbo seguir, para los que no tienen soberanía e independencia, como en Canadá, les resultara difícil salir airosos en esta nueva realidad.
Para los coherentes, que tienen firmeza y valiosas alianzas, que tienen mejor cohesión social y recursos, habrá mejores posibilidades de afrontar el emergente panorama.
Mientras tanto, los estadistas deberán seguir con mucha atención y astucia los eventos que se van presentando. Mantener la mente fría y despojarse de prejuicios para no tomar decisiones erradas, es necesario. Se requiere, además, flexibilidad analítica.
Es lo que se requiere, por ejemplo, para ver el tema de Siria.
En dicho país árabe, el domingo 8 de diciembre, milicias armadas provocaron la salida del gobierno de Bashar al Assad, tomaron Damasco, la capital del país y liberaron los presos de la cárcel de Saydnaya, una de las mayores de la capital.
Así las cosas, el ex mandatario, quien estuvo al frente del país por 24 años, salió del país con rumbo a Rusia.
Dmitri Peskov, vocero del Kremlin, manifestó que fue el propio Vladímir Putin quien determinó otorgarle asilo político a Bashar al Assad.
Peskov dijo que Rusia está firmemente comprometida con mantener el diálogo sobre Siria en la región.
«Estamos dialogando con otros Estados de la región, también sobre los asuntos sirios. De hecho, en Siria ahora habrá un período muy difícil asociado a la inestabilidad y, por supuesto, es muy importante mantener el diálogo con todos los países regionales en este sentido«, agregó.
Según dijo, “lo ocurrido en Siria sorprendió probablemente a todo el mundo, y Rusia no fue una excepción”.
Como es lógico, se prevén transformaciones e inestabilidad, por lo cual se necesitará tiempo para ver con mayor certeza como quedará la situación.
Volviendo a Peskov, dijo que el Ejército ruso está tomando las medidas necesarias para garantizar la seguridad de sus bases militares en Siria.
Consultado sobre si mantendrían contingentes militares en Siria, respondió que “era prematuro hablar de ello todavía. En cualquier caso, todo esto es un tema de discusión con quienes estarán en el poder en Siria».
Cuando le preguntaron si Rusia había conversado con Turkiye sobre el tema, aseveró que “están dialogando con otros Estados de la región, también sobre los asuntos sirios. De hecho, en Siria ahora habrá un período muy difícil asociado a la inestabilidad y, por supuesto, es muy importante mantener el diálogo con todos los países regionales en este sentido. Tenemos la firme intención de hacerlo, consultaremos y analizaremos«.
Por su parte, el gobierno turco calificó la caída de Bashar al Assad como «el comienzo de una nueva era«.
«Los acontecimientos en Siria nos han dado un rayo de esperanza. Esperamos que los actores internacionales, especialmente la ONU, tiendan la mano al pueblo sirio y apoyen el establecimiento de una administración integradora. Estamos dispuestos a prestar el apoyo necesario para ello«, expresó Hakan Fidan, ministro de Exteriores.
Y es aquí donde empiezan las especulaciones, hipótesis, respecto a las causas y gestores del evento.
Desde la óptica de Ignacio García Valdecasas, analista internacional y embajador de España, “la caída del régimen Al Assad ha sido llevada a cabo por Turquía con el apoyo de Israel, reconocido oficialmente por el presidente turco, Erdogan, por no haberle dejado intervenir en los asuntos internos de Siria. La confesión de Erdogan confirma la sospecha de que la ayuda de los rebeldes sirios caía en manos de las milicias yihadistas«, dijo.
El analista plantea la interrogante de “¿cómo es posible que un ejército sirio de 200 mil personas que ha estado en guerra durante diez años, no haya planteado ninguna batalla a los yihadistas?”.
Cree que esta situación pareciera más “una transición pacífica como cuando hay unas elecciones, más que de un ataque. Se habla incluso de un golpe de Estado pactado. Es muy extraño todo«.
Va más aún en sus hipótesis, cree que la operación de Turquía en Siria no podría haberse llevado a cabo sin el consentimiento y la ayuda de EEUU, que tiene miles de soldados en una base militar en Siria para luchar, supuestamente, contra el estado islámico.
Recuerda Valdecasas que Washington «está apropiándose indebidamente de un recurso sirio en los últimos diez años, enviando ese petróleo a Israel».
Miguel Ángel Temprano, experto geopolítico y geoeconómico, declaró en Negocios TV que «Turquía es clave en la crisis en Siria: ha desinformado a Irán para frenar a los kurdos. Siria no juega ningún papel, pero geográficamente su posición es muy crítica, porque aportaba el único puerto mediterráneo a Rusia y era un corredor necesario para que Irán suministrase a sus milicias como la de Hezbolá armas y material bélico”.
Temprano recuerda que Siria es un país eminentemente suní y quien gobernará ahora es un grupo que pertenecía a Al Qaeda y ha evolucionado, pero el nuevo gobierno no permitiría abrir el corredor armamentístico.
Claro, en Oriente Medio el tema religioso resulta un factor determinante al momento de dilucidar temas políticos.
Aquí cobran relevancia las declaraciones de Abbas Araqchi, ministro de Asuntos Exteriores de Irán, quien reveló como las fuerzas de seguridad iraníes, también las sirias, «fueron plenamente conscientes de los movimientos de grupos armados en la región de Idlib y esta información fue transmitida al gobierno y al ejército sirios. Lo sorprendente fue la incapacidad del ejército sirio y la inesperada velocidad de los acontecimientos«.
Conforme informaron medios iraníes, una de las personas que abordó el tema con Bashar al Assad fue el general de brigada retirado Alí Lariyaní, exjefe del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní.
Trascendió que durante la conversación, y conforme a la información recibida, Al Assad se mostró sorprendido y decepcionado por el desempeño de su ejército.
«Esto demostró que ni siquiera en el Gobierno sirio había un análisis detallado de la situación en el ejército. En mi opinión, el ejército sirio estuvo involucrado en una guerra psicológica, al tiempo que perdía en el campo de batalla real. La propaganda generalizada y la política de los medios contribuyeron a una reducción de las motivaciones en el ejército y llevaron a la falta de una resistencia seria por parte de este«, afirmó el canciller persa.
Manifestó que Teherán siempre estuvo por propiciar el diálogo entre el gobierno sirio y la oposición, a los que calificó como “grupos compuestos de diferentes espectros, incluyendo a grupos que operan en el norte y el sur de Siria, y que algunos se perciben como terroristas en las Naciones Unidas”.
«Nunca hemos apoyado que no se negocie con la oposición«, recalcó.
Pero, como dijimos en los primeros párrafos de este material, estos hechos no son aislados, no son casuales, forman parte del nuevo orden mundial que emerge, y cuyo establecimiento no será lineal, sin contratiempos.
Así, el presidente del Centro de Estudios de Oriente Medio de Moscú, Murad Sadygzade, piensa que la crisis siria no es un conflicto localizado, sino que representa un elemento más de la confrontación regional y global.
Estos hechos no son aislados, no son casuales, forman parte del nuevo orden mundial que emerge, y cuyo establecimiento no será lineal, sin contratiempos
«Este conflicto es otro escenario de confrontación global, donde la lucha por la influencia en Oriente Medio está directamente vinculada a los esfuerzos de Occidente por conservar su supremacía global. Es evidente que los países occidentales, encabezados por EE. UU. y sus aliados de Oriente Próximo, respaldan las acciones de los rebeldes, los grupos de oposición y otros grupos armados en Siria para lograr sus objetivos geopolíticos en la región”, manifiesta.
Entre los objetivos, según dijo, está perjudicar los intereses de Rusia en la región. «Al actuar como un aliado clave de Al Assad y forjar relaciones exitosas con varios Estados de Oriente Medio, Rusia se había convertido en un actor crítico en esta área estratégicamente vital, por lo que Occidente, encabezado por Washington y Londres, expresó durante la última década su descontento con la creciente influencia de Moscú en la región«, meditó.
Cree que «si bien esto podría verse como un golpe a Moscú, sería inexacto sugerir que esto altera significativamente la estrategia más amplia de Rusia en Oriente Medio o sus relaciones con los socios regionales«.
Coincide con otros analistas en que la caída de Al Assad representa un debilitamiento significativo de Irán, que pasó años construyendo su influencia mediante su alianza con Siria, ya que Teherán consideraba a la república árabe como un eslabón vital en el Eje de la Resistencia contra Israel, que abarca a Líbano, Yemen y grupos palestinos.
“Siria servía como un centro logístico crucial de Irán para armar a Hezbolá y proporcionarle apoyo político y económico, pero la toma de Damasco por los milicianos de la oposición armada destroza estas cadenas de suministro”, expresó.
Pero, además, sacando provecho a la coyuntura, Israel invadió la llamada zona de amortiguación en los Altos del Golán y va ocupando más territorio en el sur de Siria.
A propósito, durante una rueda de prensa, en Nueva York, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, dijo que la entrada del ejército israelí en la zona desmilitarizada de los Altos del Golán sirios supone una violación del acuerdo territorial entre ambos países, que data de 1974.
«Creemos que esto supondría una violación del acuerdo de 1974, y los acuerdos no deberían violarse», acotó.
Claro, todos lo sabemos, hoy en día lo que diga la ONU, su secretario general, resulta irrelevante.
A propósito, todos quienes se someten a los designios del hegemón, quienes odian a los gobiernos soberanos, independientes, hicieron una fiesta con la situación en Siria. Es más, vaticinan, sin asidero real, ni análisis serio, que vendrán otros derrumbes.
Así, en Venezuela, los opositores al Gobierno Bolivariano hacen planes sin tener en cuenta, por ejemplo, que a diferencia de Siria, el Estado, el Gobierno Bolivariano, tiene pleno control de todo el territorio. Que a diferencia de Siria, donde Turquía e Israel han tenido influencia decisiva en el respaldo a fuerzas militarizadas opositoras a Al Assad, difícilmente los gobiernos de Brasil y Colombia, quieran involucrarse en una situación de esa naturaleza.
Los países vecinos tienen mucho temor a un desborde el problema migratorio en la región.
A diferencia de Siria, las fuerzas de seguridad, sobre todo los entes de inteligencia, vienen anticipándose y neutralizando los planes de sus adversarios.
Sumemos el nivel de alianzas que tiene Venezuela con potencias como China, Rusia. Ya hace unos años, por estos días, en diciembre del 2018, Moscú envió una flotilla de bombarderos con capacidad nuclear para respaldar a Caracas que enfrentaba las bravuconadas de Trump.
Para Rusia, China, los países BRICS, es vital que Washington no se apodere de la mayor reserva petrolera del mundo. De hacerlo podría manipular el mercado petrolero a su antojo y crear un caos en la economía de los países emergentes. Dificultaría la emergencia del nuevo orden mundial. La pelea, la guerra híbrida, se da en todo el planeta. No lo olvidemos.
Un detalle adicional, no sabemos si Trump quiera meterse en otro lío, abrir otro frente que se sume a los que ya tiene. Más aún, cuando dijo que pretendía acabar con todos los conflictos. Claro, siempre hay el riesgo de que Biden, antes de irse, intente dejarle otro caramelo envenenado. Esperemos que no.