Ha quedado demostrado el desconocimiento sistemático de la autoridad judicial, así como la electoral, ante la ausencia en la citación hecha por la Sala Electoral del candidato Edmundo González Urrutia, muestra de su desprecio por las instituciones que pretende gobernar al tiempo de evidenciar que no tiene prueba alguna, real y no artificialmente creada, que haga ver que lo del 28 de julio fue un fraude
Para nadie es un secreto que la derecha nacional e internacional se ha trazado un plan sistemático de desconocimiento del chavismo como realidad, como comunidad política, como lógica de transformación, cambio y construcción de una sociedad más justa, verdaderamente libre y democrática bajo los auspicios de la Constitución Nacional que todos los venezolanos y venezolanas nos dimos en 1999.
Por esto, la construcción narrativa y la guerra cognitiva impuesta a la República Bolivariana de Venezuela no tiene otro telón de fondo que aprovechar cualquier coyuntura de carácter político, económico o social para volver a retomar la senda de la aventura antidemocrática que les garantice barrer al chavismo e instaurar un modelo político al servicio de intereses foráneos en un mundo que hoy día se parece más al viejo oeste que a un espacio internacional reglado y respetado por todos.
Siendo así, es absolutamente lógico que el extremismo opositor vuelva por sus fueros en una nueva intención de acabar con la institucionalidad democrática venezolana, aprovechando los resquicios de un proceso electoral presidencial que a todas luces le marcaban una derrota.
Y es que la actualización de resultados, con el segundo Boletín del Consejo Nacional Electoral (CNE), ha ampliado la ventaja del candidato del Gran Polo Patriótico Nicolás Maduro Moros, con más de 6 millones 400 mil votos, frente a los casi 5 millones 300 mil sufragios obtenidos por el candidato del extremismo, Edmundo González Urrutia.
Esta derrota que hemos marcado, está asignada por diversos elementos.
En primer lugar, una terrible campaña sólo para aglutinar extremistas y una lógica existencial afín a la idea de eliminar al chavismo y destruir la Constitución Nacional; obviando por completo la necesidad de aglutinar otros sectores para tener una opción real de victoria electoral, cuestión que jamás les importó al ver la vorágine violenta del 29 de julio; para atacar física y simbólicamente a la comunidad política triunfante en las máquinas de votación.
En segundo lugar, una narrativa de fraude que marcó claramente su accionar durante la campaña electoral, para precisamente despreciar y negar toda institucionalidad vigente en Venezuela, demostrando así el uso de la elección para acumular fuerza sólo para generar una nueva revolución de colores buscando un golpe de Estado.
Esto echa por tierra ese romántico esfuerzo de algunos opinadores de derecha, sobre una especie de transición democrática tipo Chile o Polonia; cuando en realidad la terapia de shock fascista del 29 de julio, no busca otra cosa que un golpe de Estado clásico; para hacer luego una transición violenta estilo Bolivia 2019, o fracturar a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para generar masa crítica hacia una guerra civil; ambas cosas desmanteladas por la fuerza del Estado y el poder de su Nación.
En tercer y último lugar, posicionar geopolíticamente a la República Bolivariana de Venezuela en la esfera del unilateralismo monroista, expresado en el poderío de la élite estadounidense, cada vez más en proceso de declinación, y negando la existencia de un polo de poder multipolar que ya nadie puede negar, por mucho que se intente tapar el sol con un dedo.
Eso se expresa al tratar de imponer un nuevo interinato decidido en EEUU y Europa, con lacayos latinoamericanos acompañando semejante aventura reeditada, que modele nuestra conducta política al servicio de esos intereses y, por ende, ubique a la principal reserva de petróleo del mundo en la esfera de una colonia entregada por completo; sin poder desarrollar ninguna fuerza propia y menos pretender ser una potencia.
Todo esto fue lo que el mundo observó, y nuestra patria protagonizó, al realizar cuánto fuera necesario para defender la democracia y la libertad con la cual habíamos mostrado al mundo un proceso electoral presidencial en paz, sin alteraciones de ningún tipo, hasta que el extremismo hizo su maniobra de declarar un fraude que no han podido demostrar.
En torno a todo esto, y conjurada la primera fase de esta nueva etapa violenta, hay tres elementos que consideramos necesarios valorar en lo que ha sido un primer balance victorioso ante los golpistas y fascistas que imponen de nuevo una lógica existencial.
El primero es de carácter geopolítico, ya que apenas el Consejo Nacional Electoral dio su primer boletín con resultados irreversibles, siendo favorable al presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, potencias con la fuerza de la República Popular China y la Federación de Rusia reconocieron el mismo y felicitaron la reelección del Jefe de Estado para el período 2025 – 2031.
Tal es la fuerza y bienvenida que estos factores de poder mundial dan a este resultado que, mediante una carta enviada al Palacio de Miraflores, el presidente de la Federación de Rusia Vladimir Putin invitó a su par venezolano a la próxima Cumbre del Grupo BRICS+ que se llevará a cabo en octubre próximo en la ciudad de Kazán, del país eslavo.
La carta expresa lo siguiente:
«Excelentísimo Señor Presidente,
En mi calidad de presidente en ejercicio de BRICS, le invito a asistir a la reunión BRICS Outreach/BRICS Plus de los lideres de los Estados miembros de la unión. Los eventos en este formato ampliado se celebrarán en Kazán los días 23-24 de octubre de 2024.
Creemos que la mencionada reunión sobre el tema «BRICS y el Sur Global: Construyendo Juntos un Mundo Mejor» dará un impulso constructivo para resolver los problemas actuales de las agendas regional y global, y favorecerá la consolidación de los esfuerzos colectivos; en aras de construir un sistema justo y democrático de relaciones internacionales.
Estoy seguro de que su participación personal enriquecerá la próxima discusión, ayudará a identificar áreas prometedoras de cooperación multilateral en beneficio de la mayoría mundial y, sin duda, contribuirá a un mayor desarrollo progresivo de las relaciones ruso-venezolanas.
Me encantará verle en Kazán.»
Esta manifestación, en medio del intento de cuestionar el proceso electoral venezolano para dar traste con el sistema político, no es más que la ratificación de la importancia estratégica que tiene la República Bolivariana de Venezuela para este nuevo bloque de poder mundial, que encuentra en todo sentido la victoria de la Revolución Bolivariana como un asunto vital para mantener vivos y vigentes estos lazos de amistad y trabajo.
El segundo elemento es regional, ya que al margen de las ridículas manifestaciones de reconocimiento a resultados inexistentes, por parte de gobiernos latinoamericanos genuflexos al interés estadounidense e irrespetuosos de la democracia, la libertad, soberanía y autodeterminación en Venezuela, han salido voces disonantes que expresan respeto por las instituciones del país.
Una narrativa de fraude que marcó claramente su accionar durante la campaña electoral, para precisamente despreciar y negar toda institucionalidad vigente en Venezuela, demostrando así el uso de la elección para acumular fuerza sólo para generar una nueva revolución de colores buscando un golpe de Estado
Ejemplo de esto son los esfuerzos del presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, porque sean respetados los procesos propios del sistema político venezolano para dirimir cualquier controversia en torno al proceso electoral.
De hecho, ha criticado abiertamente posiciones como las de la nefasta Organización de los Estados Americanos (OEA), que tal como hizo en Bolivia en 2019, se ha cuadrado frontalmente con la agenda insurreccional sin tener ni elementos de prueba ni presencia en el territorio venezolano, ya que nunca fue invitado como veedor a este evento electoral, ante semejante precedente golpista.
Las acciones de López Obrador, quien sostuvo una conversación telefónica con sus pares de Colombia, Gustavo Petro; y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; han puesto el tono de la actual situación de conflicto generado por el extremismo opositor en los términos internacionales adecuados; promoviendo así una solución política real.
De ese trabajo encomiable surgió el siguiente comunicado del Gobierno de Colombia:
«Elecciones Presidenciales de la República Bolivariana de Venezuela. Comunicado Conjunto de Brasil, Colombia y México”
Bogotá, Colombia, 1 de agosto de 2024
Los gobiernos de Brasil, Colombia y México, felicitamos y expresamos nuestra solidaridad con el pueblo venezolano que acudió masivamente a las urnas el 28 de julio para definir su propio futuro.
Seguimos con mucha atención el proceso de escrutinio de los votos y hacemos un llamado a las autoridades electorales de Venezuela para que avance de forma expedita y den a conocer públicamente los datos desglosados por mesa de votación.
Las controversias sobre el proceso electoral deben ser dirimidas por la vía institucional. El principio fundamental de la soberanía popular debe ser respetado mediante la verificación imparcial de los resultados.
En ese contexto, hacemos un llamado a los actores políticos y sociales a ejercer la máxima cautela y contención en sus manifestaciones y eventos públicos con el fin de evitar una escalada de episodios violentos.
Mantener la paz social y proteger las vidas humanas deben ser las preocupaciones prioritarias en este momento.
Sea esta la oportunidad para expresar, nuevamente, nuestro absoluto respeto por la soberanía de la voluntad del pueblo de Venezuela. Reiteramos nuestra disposición para apoyar los esfuerzos de diálogo y búsqueda de acuerdos que beneficien al pueblo venezolano.
Finalmente, en lo concerniente al fuero interno, la interposición de un amparo contencioso electoral por parte del jefe de Estado venezolano, dado el sabotaje tecnológico al que fue sometido el proceso de totalización de votos en la noche del 28 de julio para facilitar la agenda insurreccional, promueve el fortalecimiento de los mecanismos del Estado expuestos en la Constitución Nacional para certificar en la vía jurídica el proceso electoral, teniendo todos los intervinientes del proceso que descargar las pruebas necesarias para su proceso.
La Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia resolvió, ante esta solicitud, lo siguiente:
“Sobre la base de los razonamientos efectuados, esta Sala Electoral del más alto Tribunal del país, administrando justicia en nombre de la República por autoridad de la Ley y de conformidad con las facultades constitucionales y legales que le están atribuidas, declara:1.- Que es COMPETENTE, ACEPTA Y ASUME EL RECURSO CONTENCIOSO ELECTORAL presentado en fecha 31 de julio de 2024, por el ciudadano presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela NICOLÁS MADURO MOROS, titular de la cédula de identidad número V- 5. 892.464, representado por el ciudadano Procurador General de la República, REINALDO ENRIQUE MUÑOZ PEDROZA, inscrito en el Inpreabogado bajo el número 96.868.2.- SE ADMITE, SE ABOCA E INICIA EL PROCESO DE INVESTIGACIÓN Y VERIFICACIÓN PARA CERTIFICAR DE MANERA IRRESTRICTA LOS RESULTADOS DEL PROCESO ELECTORAL REALIZADO EL 28 DE JULIO DE 2024, solicitado por el ciudadano presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela NICOLÁS MADURO MOROS mediante el presente recurso contencioso electoral. En consecuencia, se convoca a los ciudadanos: NICOLÁS MADURO MOROS, LUIS E. MARTÍNEZ, EDMUNDO GONZÁLEZ, DANIEL CEBALLOS, ANTONIO ECARRI, BENJAMIN RAUSSEO, ENRIQUE MÁRQUEZ, JOSÉ BRITO, JAVIER BERTUCCI, CLAUDIO FERMÍN, en su carácter de Candidatos en el proceso de elección presidencial celebrado el 28 de julio de 2024, para que comparezcan intuitu personae, a esta Sala Electoral del Máximo Tribunal de la República, el día viernes 02 de agosto de 2024 a las dos de la tarde (2:00 p.m). Esta Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, asume el compromiso con la Paz, la Democracia, y en procura del orden constitucional de la República, garantizando que la voluntad de las electoras y los electores reciba una efectiva y oportuna tutela judicial”.
Sobre este particular ha quedado demostrado el desconocimiento sistemático de la autoridad judicial, así como la electoral, ante la ausencia en la citación hecha por la Sala Electoral del candidato Edmundo González Urrutia, muestra de su desprecio por las instituciones que pretende gobernar al tiempo de evidenciar que no tiene prueba alguna, real y no artificialmente creada, que haga ver que lo del 28 de julio fue un fraude.
Con esto, mientras pierden en todo su capital político-electoral, el extremismo va quedando desnudo en sus derrotas ante nuevas aventuras que en nada parecen considerar que la Venezuela y el mundo son muy distintos en este 2024, de lo que fueron en 2018.