A todas luces, estamos frente a una actuación ilegal, ilegítima y hostil del gobierno panameño; que forma parte de una campaña sistemática emprendida por el imperialismo norteamericano contra la democracia venezolana, de cara al proceso electoral del próximo 20 de mayo, con la complicidad de algunos gobiernos de extrema derecha de la región
Un reciente reporte noticioso da cuenta de los “esfuerzos” del gobierno del presidente Donald Trump por presionar a los países latinoamericanos para que se “sumen” a las sanciones ilegales impuestas por el inquilino de la Casa Blanca al pueblo venezolano, ya con el declarado objetivo de derrocar el gobierno del presidente Nicolás Maduro, bajo el lineamiento de tomar bajo su control las mayores reservas petroleras del mundo en un afán por impedir el ascenso de China como primera potencia mundial. En este marco se ubican las pretendidas sanciones anunciadas por el gobierno del presidente Juan Carlos Valera en Panamá en contra de Venezuela, una acción que va en contrasentido de los intereses nacionales del país del istmo y solo favorece la política exterior norteamericana, de la que actúa, literalmente, como una marioneta.
“Públicamente, los funcionarios estadounidenses piden a los gobiernos que hagan todo lo que puedan para apoyar los esfuerzos de Estados Unidos. Pero en privado están presionando más, reuniendo embajadores en Washington o enviando diplomáticos a toda la región, para alentar a los aliados a reformar sus leyes destinadas a derrocar al presidente venezolano Nicolás Maduro” señala la nota publicada el pasado 05 de abril en el sitio web de un diario basado en Miami.
El Gobierno de Panamá decidió el pasado jueves 05 de abril retirar a su embajador en Venezuela, Miguel Mejía, y pidió a Caracas hacer lo mismo con su representante diplomático en el país, Jorge Durán, en respuesta a la decisión del gobierno de Venezuela, de suspender por 90 días prorrogables las relaciones económicas con un grupo de funcionarios panameños, incluyendo al presidente, Juan Carlos Varela, y a la vicepresidenta y canciller, Isabel De Saint Malo, así como con 46 empresas del país centroamericano en respuesta a medidas anunciadas días antes por el Ejecutivo de la nación del Istmo contra Venezuela.
Protección a la economía
El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela suspendió por 90 días las relaciones económicas con otras 50 empresas panameñas, como una medida de protección de la economía nacional. La Gaceta Extraordinaria número 6.372, que circuló este jueves 12 de abril, indica que estas 50 empresas se suman a las 46 anunciadas el pasado 5 de abril. «El Estado venezolano debe complementar las medidas de prevención, control, detención y sanción contra los delitos de delincuencia organizada, particularmente los relacionados con los llamados ‘paraísos fiscales», reza el texto difundido en la página web del Ministerio del Poder Popular de Economía y Finanzas.
El vicepresidente Tareck El Aissami anunció la medida, que además contempla el congelamiento de las cuentas de las empresas panameñas vinculadas a las mafias del presidente Juan Carlos Varela entre las que se encuentran Valera Oil Company (Varoco), Varela Chemical Company Inc, Varela Overseas Corporation y L.J Varela y Asociados S.A.
PSUV rechaza agresión e injerencia
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) respaldó de manera categórica, a través de un comunicado público, las decisiones “adoptadas por el Compañero Presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, en reciprocidad por las acciones inamistosas emprendidas por el gobierno de Panamá; decisiones que están ajustadas a lo establecido en el ordenamiento jurídico internacional y que se orientan a la defensa de la soberanía e independencia de nuestro país”.
Como es del conocimiento público, reza el texto, el ejecutivo panameño adoptó en días recientes unas pretendidas sanciones en contra del Jefe de Estado venezolano y otros altos dirigentes de la Revolución Bolivariana, en un claro acto de agresión política e injerencia en los asuntos internos de Venezuela.
A todas luces, estamos frente a una actuación ilegal, ilegítima y hostil del gobierno panameño; que forma parte de una campaña sistemática emprendida por el imperialismo norteamericano contra la democracia venezolana, de cara al proceso electoral del próximo 20 de mayo, con la complicidad de algunos gobiernos de extrema derecha de la región que insisten en ejercer acciones injerencistas en contra de nuestro Pueblo.
De allí que, desde el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) condenamos, de manera clara y firme, esta nueva agresión; al tiempo que, le expresamos con el Comandante Hugo Chávez al hermano Pueblo panameño «nuestro saludo solidario, fraterno y el sentimiento más profundo de amor del Pueblo de Simón Bolívar», conscientes de que las panameñas y los panameños nada tienen que ver con las maniobras del gobierno de ese país, lacayo del imperialismo norteamericano.
Asimismo, ratificamos que seguiremos acompañando los esfuerzos emprendidos por el Gobierno Bolivariano del Compañero Presidente Nicolás Maduro por la paz, la democracia, la integración latinocaribeña y el diálogo político; así como por la defensa de la dignidad de la Patria venezolana.